Konrad Dannenberg, ingeniero de la NASA
Contribuy¨® a que el hombre llegara a la Luna
Konrad Dannenberg, que falleci¨® en su casa de Alabama el pasado lunes a los 96 a?os, fue una de las personas que, literalmente, ayud¨® a poner al hombre en la Luna. Pero antes de que la misi¨®n Apolo 11 llegara a ese sat¨¦lite en 1969, Dannenberg trabaj¨® al servicio del r¨¦gimen nazi como ingeniero experto en propulsi¨®n y, como en una novela de la guerra fr¨ªa, acab¨® trabajando al servicio de la NASA tras el final de la II Guerra Mundial, al servicio del Gobierno estadounidense y con la voluntad de ganarle la mano a los sovi¨¦ticos en la carrera espacial.
Nacido en el Estado federado de Sajonia-Anhalt en 1912, Dannenberg estudi¨® un master en ingenier¨ªa mec¨¢nica en la Universidad Polit¨¦cnica de Hannover y prest¨® servicio en el Ej¨¦rcito alem¨¢n en los primeros a?os de la segunda gran guerra. Tuvo que hacer de jinete de batalla, pero sus pocas dotes para esta tarea le facilitaron una pronta salida del ej¨¦rcito.
Posteriormente, a¨²n en tiempo de guerra, pas¨® a formar parte del equipo de ingenieros del centro militar de Peenem¨¹nde, que desarroll¨® el V-2, un misil bal¨ªstico que lleg¨® a tener un alcance de 320 kil¨®metros a una velocidad de casi 5.800 kil¨®metros por hora. En aquella ¨¦poca, muchos de esos cohetes ard¨ªan instantes despu¨¦s del arranque. Este ingeniero dise?¨® unas nuevas boquillas de mezclado en la c¨¢mara de combusti¨®n que sortearon este contratiempo.
Cuando estos cient¨ªficos lograron el primer vuelo exitoso del V-2, el 3 de octubre de 1942, ya era demasiado tarde para que el dictador Adolf Hitler cambiara el rumbo de una guerra ya casi decidida. Entre 1944 y 1945 se lanzaron m¨¢s de 3.000 misiles, algunos de ellos sobre Par¨ªs, Londres, Lille o Maastritch.
Finalmente, tras la victoria aliada, EE UU decidi¨® que era demasiado arriesgado dejar a estos cient¨ªficos alemanes a merced del Ej¨¦rcito y el Gobierno sovi¨¦ticos. As¨ª naci¨® la Operaci¨®n Paperclip, en virtud de la cual, Dannenberg y otros 117 ingenieros se mudaron a Tejas, desde donde dise?aron, construyeron y probaron nuevos modelos de cohetes. Posteriormente, Dannenberg se mud¨® a Alabama, donde ayud¨® a la construcci¨®n del primer misil bal¨ªstico de medio alcance del pa¨ªs, el Redstone. Con ¨¦l, seg¨²n la NASA, se lleg¨® a poner en ¨®rbita el primer sat¨¦lite estadounidense.
En 1960 Donnenberg pas¨® a trabajar para la NASA, como subdirector del programa Saturn, a las ¨®rdenes del prestigioso cient¨ªfico, tambi¨¦n alem¨¢n, Wernher von Braun. Ser¨ªa uno de los misiles creados por estos ingenieros, el Saturn V, el que lanzar¨ªa la misi¨®n Apolo 11 a la Luna y permitir¨ªa cumplir el sue?o del presidente John F. Kennedy de que un estadounidense pusiera el pie sobre la Luna antes del final de los a?os sesenta.
Uno de los grandes sue?os de Dannenberg antes de morir era el de llegar a ver a una persona poner el pie en Marte, tal y como dijo en una entrevista a la revista Forbes en 2007. "Podemos llegar a Marte con todo lo que sabemos hoy en d¨ªa en el ¨¢mbito de los cohetes", explic¨®. Mucho de ello se debe, de hecho, a sus investigaciones.
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