Fracasa una de las misiones m¨¢s innovadoras de la NASA
El observatorio de carbono 'Oco' cae al mar minutos despu¨¦s del lanzamiento
La NASA vio lastrarse ayer una de sus misiones m¨¢s innovadoras, dedicada a medir el CO2
en la atm¨®sfera terrestre, al fallar la puesta en ¨®rbita del Oco. El observatorio cay¨® al oc¨¦ano cerca de la Ant¨¢rtida poco despu¨¦s del lanzamiento desde la base de Vandemberg (California). El problema se apreci¨® casi a los tres minutos del despegue porque no se abrieron las dos mitades de la llamada cofia, la punta donde va alojado el sat¨¦lite en su ascenso por el aire. Al no perder esa capa protectora, el Oco no pudo ganar altura debido al exceso de peso y acab¨® destrozado en el mar. Su ¨®rbita definitiva era casi polar y a 705 kil¨®metros de altura sobre la superficie terrestre.
El observatorio era un sat¨¦lite mediano (441 kilos), con un coste no muy alto (214 millones de euros) en comparaci¨®n con otras misiones espaciales, pero era muy esperado por los cient¨ªficos del clima, que recibieron ayer la noticia del fracaso de la misi¨®n como un jarro de agua fr¨ªa. "Este observatorio proporcionar¨¢ a los cient¨ªficos una imagen global mucho m¨¢s completa de la que tenemos acerca de c¨®mo funciona el ciclo del carbono", hab¨ªa declarado poco antes del lanzamiento Inez Fung (Universidad de California en Berkeley).
La cofia no se abri¨® y el sat¨¦lite no pudo ganar altura por exceso de peso
El Oco iba al espacio en un cohete Taurus XL, un lanzador privado de la empresa Orbital, que despeg¨® a las 10.55 hora peninsular. Los primeros minutos de vuelo transcurrieron con normalidad, explic¨® ayer el responsable del lanzamiento por parte de la NASA, Chuck Dovale. "Pero enseguida empezamos a tener indicaciones de que no se hab¨ªa producido la separaci¨®n de la cofia", dijo. Al no detectarse la aceleraci¨®n esperada del sat¨¦lite en su ascenso -debido a la p¨¦rdida del peso de la cofia- supieron en la sala de control que algo hab¨ªa ido mal.
Esta operaci¨®n de puesta en ¨®rbita es cr¨ªtica en todos los lanzamientos. Se han perdido otros sat¨¦lites antes por fallos similares. En 2005, por ejemplo, la Agencia Europea del Espacio (ESA) perdi¨® su sat¨¦lite CryoSat (que iba a observar los hielos del planeta) en un lanzador ruso. Cinco meses despu¨¦s, la ESA decidi¨® construir un nuevo CryoSat.
La NASA no aclar¨® ayer si financiar¨¢ un nuevo Oco. Lo primero es investigar las causas de la p¨¦rdida del sat¨¦lite, proceso que, si es obligado en todos los accidentes espaciales, en ¨¦ste lo es m¨¢s porque la misma empresa Orbital, responsable de construir y lanzar el Oco, tiene encomendado otro sat¨¦lite de la NASA, el Glory, cuya puesta en ¨®rbita est¨¢ prevista para el pr¨®ximo octubre. Orbital ha realizado, desde 1994, con los Taurus ocho lanzamientos y ha fallado dos, el ¨²ltimo en septiembre de 2001.
El Oco estaba concebido para medir el CO2 terrestre y ayudar a responder preguntas clave: ?D¨®nde se emite? ?Cu¨¢nto y d¨®nde absorben los oc¨¦anos y la vegetaci¨®n? La vigilancia de los niveles detallados de di¨®xido de carbono en la atm¨®sfera terrestre se ha convertido en una necesidad imperiosa para avanzar en el conocimiento del clima y su evoluci¨®n futura. Adem¨¢s, es conveniente disponer de los mejores datos a la hora de establecer estrategias de econom¨ªa pol¨ªtica para mitigar el problema del calentamiento.
La emisi¨®n y absorci¨®n de CO2 no son uniformes en todas las zonas del planeta, y los cient¨ªficos no pueden determinar a¨²n con precisi¨®n d¨®nde y c¨®mo exactamente se est¨¢ produciendo sobre todo la absorci¨®n en los llamados sumideros. Para conocer mejor los procesos y mejorar las simulaciones del clima futuro contaban con el Oco como una excelente herramienta.
El Oco no iba a ser el primer equipo en ¨®rbita vigilando el CO
2. Hace un mes la agencia japonesa Jaxa lanz¨® su Ibuki, para medir tanto este gas de efecto invernadero como el metano, y la misma NASA tiene a bordo del sat¨¦lite Aqua un instrumento que permite hacer mapas globales de CO2
a una altura entre 5 y 13 kil¨®metros en el aire, donde es m¨¢s eficaz en su efecto invernadero. Pero los detectores de Oco eran mucho m¨¢s sensibles a las concentraciones de ese gas cerca de la superficie terrestre, donde se registra casi toda la emisi¨®n y absorci¨®n. Ibuki, por su parte se centra, sobre todo, en las fuentes m¨¢s que en los sumideros, por lo que es especialmente ¨²til a efectos de controlar el cumplimiento de acuerdos como el Protocolo de Kioto, m¨¢s que para tener un conocimiento preciso y global de todo el problema del carbono.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.