Pasan los a?os, sigue el Liceo

Pasan los a?os y el Liceo da continuidad a una aventura iniciada en 1972 en un colegio coru?¨¦s hasta convertirse en el club m¨¢s laureado de Galicia. Con picos y valles, con apoyos y desdenes, el hockey sobre patines forma parte del paisaje deportivo de la comunidad y no resulta descabellado pensar que todo comenz¨® en el Liceo La Paz. Tampoco es exagerado colegir que sin esa semilla no cabr¨ªan hitos como el Campeonato del Mundo que se celebrar¨¢ en Vigo y Pontevedra el pr¨®ximo mes de julio. Antes de esa cita, A Coru?a acoge desde este jueves hasta el domingo la Copa del Rey. Bulle el hockey, pero late tambi¨¦n un cierto aire de melancol¨ªa. Hace veinte a?os no era complicado que cualquier equipo catal¨¢n de pueblo se encontrara en Riazor a 4.000 personas en las gradas. La eclosi¨®n del Liceo coincidi¨® con un erial deportivo a su alrededor, se hizo con su parcela y sedujo a miles de aficionados que jam¨¢s hab¨ªan patinado. "Era un juego m¨¢s atractivo que el actual", lamenta Quico Alabart, que hace veinte a?os lleg¨® de Reus, una de las mecas del stick, para reforzar a un equipo que opositaba a campe¨®n de Europa.

Entre el jueves y el domingo se disputar¨¢n siete partidos en la ciudad

El presidente, Eduardo Lamas, pide un cambio que impulse la modalidad

El Liceo lo gan¨® todo. "El plan fue traer a los mejores jugadores de fuera, lograr t¨ªtulos y as¨ª promocionar el hockey y generar cantera", desgrana Eduardo Lamas. Pero hubo una inflexi¨®n: el mu?idor, Augusto C¨¦sar Lendoiro, comenz¨® a acumular cargos, filias y fobias. Se abrieron puertas, pero tambi¨¦n se esfumaron importantes patrocinios. Cuando Lendoiro dej¨® el club, se hizo cargo de ¨¦l durante varios a?os una junta gestora antes de que Lamas tomara las riendas tras su paso por la Secretar¨ªa Xeral para o Deporte. Estos d¨ªas vive esclavo del tel¨¦fono y la log¨ªstica propia de acoger ocho equipos y siete partidos en cuatro d¨ªas. "Todo el que entra en la pol¨ªtica ten¨ªa que haber gestionado antes un club deportivo. Es el trabajo m¨¢s dif¨ªcil que he tenido", asegura. Cree que la Copa del Rey ayudar¨¢ a revitalizar el hockey en la ciudad. "A Coru?a tiene solera", remarca Quico Alabart, que coordina el trabajo con m¨¢s de cien ni?os y ni?as en el colegio Compa?¨ªa de Mar¨ªa. "El a?o pasado fuimos campeones de Espa?a de infantiles. Le ganamos al Bar?a", se enorgullece.

Siempre el Bar?a en el horizonte. En su d¨ªa el Liceo emergi¨® hasta superarle, pero las once ¨²ltimas ligas tienen color blaugrana, una tiran¨ªa que fomenta el desinter¨¦s. "Necesitamos f¨®rmulas valientes", receta Lamas, que aboga por una Liga ib¨¦rica y cambios en el reglamento: "Tenemos que buscar que el espectador se lo pase bien". Porque el hockey ha evolucionado hacia un juego m¨¢s t¨¢ctico. Imposible encontrar en Riazor la clase de Martinazzo o Enrique Torner, la elegancia del portugu¨¦s Cristiano o la piller¨ªa de los gemelos Gomes da Costa. "Y los jugadores actuales tambi¨¦n tienen una t¨¦cnica excepcional, pero se permiten agarrones y, en definitiva, un antijuego que conlleva que se vean pocos contraataques", diagnostica Alabart.

Hay m¨¢s detalles que inciden en que el hockey no d¨¦ el salto. Tienen que ver con el aire de endogamia e inmovilismo de los altos federativos. Pero mientras llega la renovaci¨®n el Liceo se aplica: "Movemos a m¨¢s de mil ni?os", explica su presidente. Han establecido convenios de promoci¨®n con concellos como Ordes o Cee que acabaron por decaer, pero ahora trabajan en Cerceda, donde han radicado al filial, un equipo de jugadores de la casa que est¨¢ a un paso de ascender a la m¨¢xima categor¨ªa. Lamas, como Lendoiro en su d¨ªa, tiene un plan. "A muchos j¨®venes jugadores les va a resultar atractivo unirse a nuestro proyecto". El trabajo de cantera es el ADN de un club de colegio. "Los ni?os de Educaci¨®n Infantil y Primaria del Liceo La Paz tienen una hora semanal de psicomotricidad en patines. Y son 700 ni?os", destaca. Y la disposici¨®n para trabajar con otros concellos se mantiene vigente. "Nosotros formar¨ªamos a los t¨¦cnicos y propiciar¨ªamos la formaci¨®n de grupos de chavales que quieran jugar al hockey. Es como ense?ar a pescar", compara antes de sentenciar: "Las primeras ONG de este pa¨ªs han sido los clubes deportivos".