Abdelatif Filali, ex primer ministro de Marruecos
En sus memorias insta a Rabat a romper con Espa?a
En el entorno del rey Hassan II era, probablemente, el que mejor conoc¨ªa Espa?a. Pero detr¨¢s de ese rostro de esfinge que pon¨ªa nervioso al titular espa?ol de Asuntos Exteriores, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, no se escond¨ªa un "amigo de Espa?a". As¨ª lo advert¨ªa el ministro espa?ol antes de reunirse con ¨¦l.
Abdelatif Filali falleci¨® ayer, a los 81 a?os, en el hospital Antoine Becl¨¨re, en Clamart, un suburbio de Par¨ªs, seg¨²n anunci¨® la agencia de prensa oficial marroqu¨ª MAP. No precis¨® la causa del fallecimiento.
Originario de Fez, Filali empez¨® su carrera diplom¨¢tica durante el reinado de Mohamed V, el abuelo del actual monarca, pero ocup¨® sus m¨¢ximas responsabilidades con Hassan II con el que acab¨® incluso emparent¨¢ndose. Su hijo Fouad se cas¨® con la princesa Lalla Meryem, la hija mayor del rey, con la que tuvo dos hijos antes de separarse.
Acus¨® a Zapatero de "arruinar las perspectivas" de colaborar con Rabat
Mucho antes de ser el suegro de la princesa fue ministro de Informaci¨®n; ocup¨® dos veces la cartera de Exteriores y durante cuatro a?os, hasta 1998, desempe?¨® la jefatura del Gobierno. Despu¨¦s se retir¨® a Par¨ªs con su esposa y el a?o pasado escribi¨® un libro de memorias Marruecos y el mundo ¨¢rabe (Editorial Scali, Par¨ªs abril de 2008).
Si hubiese podido leerlas, Fern¨¢ndez Ord¨®?ez habr¨ªa confirmado sus peores temores. Filali aparece por Madrid en abril de 1956 acompa?ando a Mohamed V que se despide de un general Franco que a rega?adientes acaba de conceder la independencia al norte de Marruecos.
Conoce a un Franco "postrado" por la p¨¦rdida del protectorado marroqu¨ª. "Mi hijo es Marruecos y hoy le he perdido", declar¨® ese d¨ªa el dictador a dos de sus generales que se lo contaron a la delegaci¨®n marroqu¨ª.
Regresar¨¢ a Madrid como embajador a principios en los setenta, negociar¨¢ en 1975 la retirada de Espa?a del S¨¢hara Occidental, del que se adue?ar¨¢ Marruecos, y asistir¨¢ a las exequias del dictador.
Las primeras embestidas contra Espa?a de este supuesto hispan¨®filo se remontan a 1975. Sostiene que el general Federico G¨®mez de Salazar, entonces gobernador de El Aai¨²n, organiz¨® en colaboraci¨®n con Argelia "la huida hacia Tinduf (suroeste argelino) de los saharauis que formaban parte del Ej¨¦rcito espa?ol".
As¨ª se constituy¨® el primer n¨²cleo de combatientes del independentista Frente Polisario. Estos guerrilleros saharauis, prosigue Filali sin aportar pruebas, estaban a las ¨®rdenes de militares espa?oles y no argelinos porque con ¨¦stos exist¨ªa entonces una barrera ling¨¹¨ªstica. Los oficiales argelinos hablaban franc¨¦s mientras que los saharauis s¨®lo comprend¨ªan el hassania (dialecto del ¨¢rabe) y el castellano.
La Espa?a del presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero tampoco se libra de los ataques. Le acusa nada menos que de haber "arruinado las perspectivas" de sincera colaboraci¨®n con Marruecos al organizar, en noviembre de 2007, la primera visita de los Reyes de Espa?a a Ceuta y Melilla "ocupadas desde hace varios siglos".
Mohamed VI protest¨® entonces retirando, durante dos meses, a su embajador en Espa?a, Omar Azziman, pero en opini¨®n de Filali se qued¨® corto. Deber¨ªa haber "tomado la ¨²nica decisi¨®n que se impone: cortar las relaciones con Espa?a".
Filali ten¨ªa nostalgia de la Marcha Verde, utilizada en 1975 para adue?arse del S¨¢hara mediante el env¨ªo de 350.000 civiles, que tan buen resultado dio a Marruecos. "No s¨¦ si esta f¨®rmula puede plantearse para recuperar las ciudades del norte [Ceuta y Melilla]", se pregunta, "pero Marruecos no puede seguir de brazos cruzados ante este desaf¨ªo a su unidad territorial".
Colocadas en perspectiva, sus palabras resuenan como las de un nacionalista trasnochado. Mohamed VI no le ha hecho caso y, excepto en dos ocasiones (en 2002 y 2007), no ha reivindicado p¨²blicamente Ceuta y Melilla durante sus 10 a?os de reinado. Se ha dedicado, eso s¨ª, a intentar desarrollar el norte de Marruecos, donde est¨¢n ambas ciudades que su padre margin¨®.
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