'Universitas et museum'

Fernando el Cat¨®lico concedi¨® un privilegio a los boticarios de Barcelona para recopilar en un libro las recetas de los productos que creaban para tratar el dolor y la enfermedad. En 1511 publicaron Concordie Apothecariorum Barchione, la segunda farmacopea del mundo tras la de 1498 de Florencia. El ¨²nico ejemplar que se conoce de este libro, escrito en lat¨ªn y caracteres g¨®ticos, se conserva en la caja fuerte de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona (UB). Pero ser¨¢ por poco tiempo.

La Concordie, escrita hace casi 500 a?os, ser¨¢ una de las piezas fundamentales del museo que la UB crear¨¢ con el patrimonio atesorado por esta instituci¨®n en sus seis siglos de vida. El museo estar¨¢ ubicado en la sede central del edificio hist¨®rico de la plaza de la Universitat, construido en 1882 por Elies Rogent, pero tendr¨¢ subsedes en cada una de las 19 facultades de la UB que disponga de colecciones.

Estar¨¢ ubicado en el edificio hist¨®rico de plaza Universitat y en las 19 facultades

"Rico, diverso y sugerente, pero poco conocido": as¨ª define la catedr¨¢tica de Historia del Arte, Lourdes Cirlot, el patrimonio de la UB. Vinculada con esta instituci¨®n "toda la vida", desde noviembre es vicerrectora de Artes, Cultura y Patrimonio. Seg¨²n Cirlot, el programa presentado por el nuevo equipo dirigido por el rector D¨ªdac Ram¨ªrez inclu¨ªa una parte novedosa: configurar una universidad seg¨²n un modelo cient¨ªfico y human¨ªstico. Y para ello Cirlot recibi¨® el encargo de crear un museo con "todo el patrimonio de esta universidad".

Seg¨²n Cirlot, un equipo de 20 personas ya ha comenzado a inventariar y estudiar las colecciones de libros -sobre todo los incunables y los libros miniados de la biblioteca de la universidad, la segunda en fondos de toda Espa?a-, los cuadros y esculturas, los muebles y todos los objetos con valor hist¨®rico, muchos de los cuales pasar¨¢n de estar encerrados en vitrinas y cajas fuertes a exponerse en la sede del edificio del rectorado o en la facultad donde han permanecido hasta ahora. Con la informaci¨®n y las im¨¢genes en detalle de cada uno de los objetos se realizar¨¢n fichas, como las que ya se han hecho de las pinturas del aula magna, del paraninfo y el rectorado. En septiembre, con el nuevo curso, se podr¨¢n consultar las primeras fichas en el "museo virtual" que se crear¨¢ en la Red y comenzar¨¢n las visitas guiadas por expertos en el edificio de la plaza de la Universitat. Ah¨ª se encuentran muchos de los 300 cuadros que forman parte de la colecci¨®n de pinturas de la UB, la mayor¨ªa del siglo XVI al XIX, obras de gran formato y tem¨¢tica diversa, pero tambi¨¦n pinturas contempor¨¢neas, como el enorme mural que cubre el techo de la sala Ram¨®n y Cajal realizado en 1993 por Joan Hern¨¢ndez Pijoan, que fue profesor de esta universidad. "Las visitas permitir¨¢n ver rincones y obras que muy pocas personas han visto", a?ade Cirlot.

De las 300 pinturas, 56 son propiedad del museo de El Prado y fueron depositadas en esta universidad a finales del siglo XIX, como la naturaleza muerta pintada por Mario Nuzzi que cuelga en la pared del despacho de Cirlot.

La idea que sigue el equipo que coordina Cirlot es crear un museo al estilo de los de las universidades alemanas e inglesas, "que a?aden prestigio al centro, que no s¨®lo ha de venir de su excelencia docente o investigadora", seg¨²n la catedr¨¢tica. Cirlot, que no quiere hablar de presupuestos ni plazos para la realizaci¨®n de este museo, explica que cuando sea una realidad permitir¨¢ visitar de forma pautada el jard¨ªn hist¨®rico del siglo XIX que rodea el edificio de la plaza de la Universitat, pero tambi¨¦n otros edificios que pertenecen a la UB, como la finca Agust¨ª Pedro i Pons, situada en la carretera de la Arrabasada, que fue donada por este doctor con sus cuadros, bienes, mobiliario y una importante colecci¨®n de aparatos m¨¦dicos. Desde noviembre otro edificio se prepara para recibir a los visitantes. Se trata de los pabellones G¨¹ell de Pedralbes, propiedad de la universidad desde 1950. Gaud¨ª construy¨® en esta finca de Eusebi G¨¹ell la casa para el guarda y las caballerizas, unidas por una puerta monumental de hierro forjado con un gran drag¨®n encadenado. Todos ser¨¢n restaurados, tras invertir tres millones de euros, y se abrir¨¢n al p¨²blico junto al parque de evocador nombre que los rodea, el jard¨ªn de las Hesp¨¦rides.