?Qu¨¦ buen trabajo!
Estupendo trabajo de dramaturgia y de interpretaci¨®n, este Lleons de Pau Mir¨® (1974) que se presenta en el TNC como una nueva propuesta T6 (el ciclo que lleva cuatro ediciones dedicado a la nueva autor¨ªa catalana). Es la segunda entrega de una trilog¨ªa sobre la familia que arranc¨® el oto?o pasado con B¨²fals y que se completar¨¢ este verano con Girafes, y es de lo m¨¢s interesante que tenemos ahora mismo en la cartelera barcelonesa. Es tambi¨¦n un trabajo curioso, singular, personal. Con un trasfondo pinteriano -el planteamiento con la aparici¨®n de un extra?o, el comportamiento a veces tambi¨¦n extra?o de los personajes, los di¨¢logos con pausas-, resulta mucho m¨¢s sugestivo que el Pinter que est¨¢ estos d¨ªas en el Lliure, Tra?ci¨®.
LLEONS
Texto y direcci¨®n: Pau Mir¨®. Int¨¦rpretes: V¨ªctor Pi, ?ngels Poch, Anna Alarc¨®n, ?scar Mu?oz, Bernat Quintana. Escenograf¨ªa: Francesc Moreno. Teatre Nacional de Catalunya. Sala Tallers. Barcelona. Hasta el 5 de abril.
Seguimos en la lavander¨ªa de B¨²fals, o puede que sea otra parecida. No importa. Tampoco importa si no han visto la primera entrega de las tres, era por situarles. La cuesti¨®n es que hay una familia que lleva una lavander¨ªa (la madre, el padre y la hija, ¨¦sta en silla de ruedas), un joven con una camisa manchada de sangre que aparece de noche suplicando que se la laven y un inspector de polic¨ªa que, al acabar su turno esa noche, anuncia que un vecino del barrio ha sido asesinado. Elementos para tejer un atractivo thriller, una historia m¨¢s madura, dir¨ªa, que la de B¨²fals; personajes tan tiernos como aqu¨¦llos, acaso m¨¢s acabados, m¨¢s redondos; di¨¢logos depurados. Y todo ello servido por unos int¨¦rpretes que destacan por la complicidad que se establece entre ellos. V¨ªctor Pi, ?ngels Poch y Anna Alarc¨®n comparten la idiosincrasia de una familia compacta y un tanto especial; Bernat Quintana es el desconocido que encaja a la perfecci¨®n en esta familia; ?scar Mu?oz es un polic¨ªa que s¨®lo puede ejercer como tal en el contexto que se nos plantea.
Pau Mir¨® dice haberse inspirado en el Raval para situar su pieza, pero ¨¦ste es un dato que tampoco importa mucho. Lo que importa es el paisaje hosco e inquietante que envuelve a estos mam¨ªferos, la idea de amenaza que se hace casi palpable en las inmediaciones de la lavander¨ªa, que no es sino el hogar. Su materializaci¨®n. Y lo conseguido que resulta el conjunto.
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