El aborto no se ampl¨ªa, se acota
La ley de plazos cambia el modelo, pero no es m¨¢s permisiva que la pr¨¢ctica actual - Hace falta precisar jur¨ªdicamente lo que es legal
La primera manifestaci¨®n en contra de la reforma de la ley del aborto se celebra ma?ana y los obispos han llenado las ciudades con inmensos carteles en los que se dice que el lince est¨¢ m¨¢s protegido que los beb¨¦s. La reforma que plantea el Gobierno, sin embargo, supone una restricci¨®n del aborto en muchos aspectos con respecto a la regulaci¨®n actual, y, sobre todo, con respecto a su aplicaci¨®n. En Espa?a puede interrumpir su embarazo cualquier mujer que quiera hacerlo, sin un plazo determinado, y la falta de concreci¨®n legal ha provocado que se produzcan abusos como los cometidos en la cl¨ªnica barcelonesa del doctor Carlos Mor¨ªn, procesado en estos momentos por aborto ilegal. Cualquier modificaci¨®n de la ley servir¨¢, por lo menos, para acotar cu¨¢ndo, c¨®mo y por qu¨¦ puede una mujer interrumpir su embarazo sin temer una posible persecuci¨®n judicial.
Las norma pone un l¨ªmite dondo hoy no existe: las 22 semanas
Hay da?os fetales graves que no se detectan hasta pasado ese plazo
?Habr¨¢ m¨¢s abortos? El Gobierno asegura que no. "La futura ley ser¨¢ m¨¢s amplia", se?ala la ministra de Igualdad, Bibiana A¨ªdo. "Una Ley de Salud Sexual y Reproductiva, que haga especial ¨¦nfasis en la prevenci¨®n de embarazos no deseados, en la educaci¨®n afectivo-sexual y en la informaci¨®n sobre m¨¦todos anticonceptivos".
La ley actual, avalada por el Tribunal Constitucional en 1985, permite la interrupci¨®n del embarazo en tres supuestos: violaci¨®n (hasta las 12 semanas); malformaciones fetales (hasta las 22 semanas) y grave peligro para la vida o la salud f¨ªsica y ps¨ªquica de la madre. Esta ¨²ltima cl¨¢usula no tiene plazo y es la que sirve para que, en la pr¨¢ctica, aborte cualquier mujer. Quiz¨¢ el Constitucional pensaba en patolog¨ªas psicol¨®gicas o psiqui¨¢tricas graves, pero la aplicaci¨®n pr¨¢ctica de este supuesto, al que se acogi¨® el 97% de las 112.000 mujeres que abortaron en 2007 (¨²ltima cifra oficial) no ha seguido ese camino.
Los grupos antiabortistas llaman a esta cl¨¢usula "coladero", pero el hecho de que se haya interpretado en sentido amplio ha permitido que Espa?a no quede al margen del resto de Europa en esta materia. Si se hubiera aplicado de forma estricta, decenas de miles de espa?olas habr¨ªan, probablemente, salido a Francia o Reino Unido a interrumpir su embarazo, como ocurr¨ªa durante el franquismo. Espa?a ha vivido durante casi 30 a?os con la hipocres¨ªa de una norma en principio extremadamente restrictiva que en la pr¨¢ctica era mucho m¨¢s generosa que las leyes de la mayor parte de los pa¨ªses europeos. Y los Gobiernos socialistas de Felipe Gonz¨¢lez, los dos Ejecutivos del Partido Popular de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y el primero de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero no han querido tocar ni la ley ni su aplicaci¨®n.
Esta poca concreci¨®n jur¨ªdica ha provocado, adem¨¢s, que los hospitales p¨²blicos apenas lleven a cabo el 2% de los abortos que se practican anualmente. Hay m¨¦dicos que son objetores de conciencia, pero muchos otros no se atreven a realizar una intervenci¨®n en la que no saben si bordean la legalidad y por la que se les puede castigar, seg¨²n el art¨ªculo 145 del C¨®digo Penal, con una pena de prisi¨®n de uno a tres a?os. La mujer que se produzca a s¨ª misma un aborto o consienta "que otra persona se lo cause" se enfrenta, a su vez, a una pena de prisi¨®n de seis meses a un a?o o a una multa.
La pr¨¢ctica de abortos se ha concentrado en las cl¨ªnicas privadas. "Se ha llevado al gueto", opinaba recientemente en el Congreso el portavoz de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares. "Est¨¢ fuera de los cauces habituales de la sanidad p¨²blica, fuera de la normalidad", a?ad¨ªa. Las asociaciones antiabortistas sostienen que no debe ser considerado normal porque no lo es, porque es acabar injustamente con una vida humana. Pero en casi toda Europa lo han sacado de la oscuridad bajo la premisa de que, aunque ser¨ªa mejor que no hubiera embarazos no deseados ni abortos, dado que los hay, lo mejor es regularlos de forma razonable.
El Gobierno espa?ol propone lo siguiente: por primera vez se configurar¨¢ el aborto como un derecho de la mujer, derecho, eso s¨ª, limitado en el tiempo. Las embarazadas tendr¨¢n 14 semanas para decidir si quieren seguir adelante o no con la gestaci¨®n. Y ning¨²n m¨¦dico ni tercero tendr¨¢ que supervisarlo. ?sta es la principal diferencia con la regulaci¨®n actual.
Pasadas las 14 semanas, que coincide con el primer trimestre del embarazo, se extingue el derecho al aborto, pero todav¨ªa habr¨ªa dos posibilidades de llevarlo a cabo hasta la semana 22: por graves malformaciones fetales (en este punto la reforma dejar¨¢ el plazo y el supuesto tal cual est¨¢) y por grave peligro para la vida de la madre o riesgo para su salud. La nueva ley pondr¨¢, as¨ª, un l¨ªmite donde ahora no existe.
Despu¨¦s de la semana 22 el Gobierno ya no habla de aborto, sino de una posible inducci¨®n al parto. Esta parte es una de las que est¨¢n a¨²n pendientes de concretar, seg¨²n explican fuentes del Ministerio de Igualdad: "Hay que tener mucho cuidado para no dejar determinadas situaciones fuera de la ley pero, a la vez, salvar la constitucionalidad de la nueva norma". Son muchas las situaciones que se pueden dar. ?Qu¨¦ pasar¨¢ a partir de la semana 22 si peligra la vida de la madre? ?Y si existe un grave riesgo para su salud? Una posibilidad es inducir el parto e intentar salvar al feto. ?Y si la mujer sufre una grave dolencia psiqui¨¢trica, como un brote psic¨®tico, que le impide continuar con el embarazo? ?Se intentar¨¢ salvar la vida del feto?
Otra cuesti¨®n que no est¨¢ clara es qu¨¦ ocurrir¨¢ con las malformaciones fetales graves detectadas despu¨¦s de las 22 semanas. Este problema era una de las principales lagunas de la ley actual. Las nuevas t¨¦cnicas permiten diagnosticar la mayor parte de las anomal¨ªas antes de la semana 22, pero en algunos casos se encuentran m¨¢s tarde. La normativa permite ahora a las mujeres acudir a un subterfugio: alegar la cl¨¢usula del grave riesgo para la salud ps¨ªquica de la madre. Sin embargo, a pesar de esta posibilidad, la fuerte ofensiva antiabortista de los dos ¨²ltimos a?os hab¨ªa hecho casi imposible que los m¨¦dicos se atrevieran a practicar este tipo de abortos tard¨ªos, de forma que decenas de mujeres se han desplazado a Francia, a la maternidad p¨²blica de Par¨ªs. All¨ª la ley permite interrumpir el embarazo si un comit¨¦ m¨¦dico formado por varios especialistas entiende que las malformaciones fetales son tan graves que se puede autorizar el aborto.
?C¨®mo va a regular estos casos el Gobierno? En principio, no habr¨¢ posibilidad de abortar por malformaciones despu¨¦s de la semana 22, salvo que el feto vaya a morir. Esto podr¨ªa dejar fuera casos en los que, aunque no sea segura la muerte, el feto pueda padecer alguna cardiopat¨ªa o enfermedad neurol¨®gica que le impida moverse o respirar por s¨ª mismo. Es otro de los puntos que tampoco est¨¢ cerrado del todo y que el Gobierno y sus asesores se est¨¢n planteando c¨®mo regular. Fuentes de Igualdad explican que muchos m¨¦dicos interpretar¨¢n que dentro de la "incompatibilidad del feto con la vida" se encuentran tambi¨¦n estos supuestos de patolog¨ªas de extrema gravedad.
"Pero si esto se deja a la libre apreciaci¨®n de los doctores, la inseguridad jur¨ªdica con la que el Gobierno quiere acabar seguir¨¢ ah¨ª", opina Empar Pineda, portavoz de la Asociaci¨®n de Cl¨ªnicas Acreditadas para la Interrupci¨®n del Embarazo. "La ley debe ser clara". Una soluci¨®n ser¨ªa crear los comit¨¦s m¨¦dicos que funcionan en Francia, y que son los que impiden que se cometan abusos a trav¨¦s de esta figura. Estos comit¨¦s podr¨ªan servir no s¨®lo para las malformaciones fetales, sino tambi¨¦n para las situaciones de riesgo grave para la salud de la madre posteriores a las 22 semanas.
?Y c¨®mo ser¨¢n sancionadas las mujeres que aborten fuera de los supuestos legales y los m¨¦dicos que realicen la intervenci¨®n? Lo ¨²nico claro es que no habr¨¢ penas de prisi¨®n para las mujeres, pero a¨²n no hay nada decidido. El Gobierno todav¨ªa no sabe si estas pr¨¢cticas seguir¨¢n castigadas en el C¨®digo Penal o se impondr¨¢n sanciones de otro tipo (administrativas, civiles). En caso de que estos abortos sigan siendo considerados delitos, tampoco est¨¢ claro si el m¨¦dico ir¨¢ a la c¨¢rcel o no, ni si a la mujer se le impondr¨¢ una multa u otro tipo de pena.
Una de las cuestiones m¨¢s pol¨¦micas est¨¢ siendo el consentimiento de las menores de 16 y 17 a?os. El Gobierno, aparentemente, no tiene dudas: quiere que puedan abortar por s¨ª mismas sin necesidad de otros requisitos, como ocurre en todas las intervenciones m¨¦dicas salvo la reproducci¨®n asistida, los ensayos cl¨ªnicos y, hasta ahora, las interrupciones voluntarias de embarazos.
En caso de que necesite los votos para aprobar la ley en el Parlamento, el Gobierno estar¨ªa dispuesto a estudiar opciones como que los padres tengan que conocer la decisi¨®n de su hija o que la menor tenga que ir acompa?ada por un adulto. Pero el PSOE cree que no ser¨¢ necesario. En esta votaci¨®n, en principio, contar¨¢ con los votos favorables de Izquierda Unida, Esquerra Republicana y el Bloque Nacionalista Galego. CiU y PNV han dado libertad de voto a sus parlamentarios, pero lo que pretende el Gobierno es que, al menos, no voten en contra. Que haya un cierto consenso.
La ley que plantea el Gobierno, comparada con las europeas, es moderada. Entre Holanda, con 26 semanas de plazo libre para abortar, o Portugal, con 10, Espa?a tendr¨ªa una regulaci¨®n muy similar a la alemana (12 semanas de plazo libre y 22 para embarazadas en "situaciones de especial necesidad"). Austria, B¨¦lgica, Bulgaria, Dinamarca, Francia, Reino Unido, Holanda, Italia, Noruega y Suecia tienen ley de plazos.
Frente a las manifestaciones antiabortistas, los grupos proelecci¨®n se est¨¢n movilizando. La Red Estatal de Organizaciones Feministas, integrada por m¨¢s de 200 asociaciones de mujeres, han presentado una campa?a a favor de la nueva ley que pretende combatir el "tremendismo" de la Conferencia Episcopal y la "esquizofrenia" del PP. Una de las portavoces, ?ngeles ?lvarez, explic¨® ayer que se trata de una campa?a "sensata" y en el marco de la reflexi¨®n. "Pero si tenemos que salir a la calle, lo haremos".
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