La historia real de M¨¢xima de Holanda

M¨¢xima, una historia real es el t¨ªtulo en espa?ol de la primera biograf¨ªa no autorizada sobre la juventud de la esposa del heredero de la Casa de Orange. El libro sale en Argentina bajo el sello Mondadori (en holand¨¦s aparecer¨¢ el 8 de abril editado por Carrera) y presenta a una muchacha ambiciosa y preocupada por su silueta. Una chica de buena familia argentina resuelta a dominar el ingl¨¦s, amante del tabaco y las fiestas, que no dej¨® escapar a su pr¨ªncipe de verdad.

A pesar de que la propia M¨¢xima asegur¨® al conocer los preparativos del relato que "no ten¨ªa nada que ocultar", la pol¨¦mica est¨¢ servida. Seg¨²n los autores, Gonzalo ?lvarez Guerrero y Soledad Ferrari, el Servicio de Informaci¨®n del Estado holand¨¦s lleg¨® a amenazarles con adoptar medidas jur¨ªdicas si persist¨ªan en su empe?o de indagar en el pasado de la princesa.

El libro afirma que trabaj¨® en una entidad acusada de blanqueo de dinero

El mejor ejemplo de este desencuentro ser¨ªan los datos acerca del trabajo realizado por la princesa en la entidad argentina Mercado Financiero. El libro indica que estuvo all¨ª entre 1991 y 1993. La parte holandesa reconoce unas meras pr¨¢cticas entre 1989 y 1990. Un juego de fechas nada desde?able, puesto que el responsable de la empresa, Aldo Ducler, conoc¨ªa al padre de la princesa y fue buscado por blanqueo de dinero del narcotr¨¢fico en 1998.

En un comunicado, la editorial dice mostrar "a la M¨¢xima que aprendi¨® a lucir sus virtudes y a esconder su pasado, bajo la tutela de su suegra, la reina Beatriz". Para los editores holandeses, resulta m¨¢s atractivo subrayar sus or¨ªgenes familiares y el trabajo de su padre, Jorge Zorreguieta, secretario de Estado durante la dictadura del general Videla.

Otros detalles del libro rozan el tono de la prensa rosa. Es el caso de los dos novios anteriores a su matrimonio, con los que habr¨ªa conocido a fondo la vida nocturna en Buenos Aires y en Nueva York. O bien el curso r¨¢pido de etiqueta seguido por sus parientes y amigos antes de la boda. O las alegres carreras de los hu¨¦spedes argentinos por los pasillos de palacio real y su visita a un coffeeshop de ?msterdam, donde es legal fumar hach¨ªs. Y el ensayo de la boda, con la futura princesa paseando por la iglesia envuelta en una cortina para no estropear el vestido que le hab¨ªa dise?ado Valentino. Sin olvidar los 1,6 millones de euros que habr¨ªan recibido los viajeros latinoamericanos por desplazamiento y estancia.