El Papa "es est¨²pido o ignorante" al hablar del cond¨®n, dice Dawkins
La Universitat de Val¨¨ncia inviste 'honoris causa' al cient¨ªfico y escritor
"O es est¨²pido, o es ignorante o es corto, tendr¨¢ sobre su responsabilidad la muerte de millones de personas". Richard Dawkins, reconocido et¨®logo brit¨¢nico, respondi¨® as¨ª, en alusi¨®n al Papa, cuando se le pregunt¨® su opini¨®n sobre el comentario de Benedicto XVII de que los condones agravan la epidemia de sida.
Este cient¨ªfico, capaz de convertir en ¨¦xito de ventas obras de divulgaci¨®n cient¨ªfica sin perder por ello un alto reconocimiento de sus colegas, fue investido ayer doctor honoris causa por la Universitat de Val¨¨ncia. A pesar de lo solemne de la ceremonia, el acto result¨® sencillo, casi ¨ªntimo. Despu¨¦s de hacerle entrega del birrete laureado, el libro de la ciencia, el anillo y los guantes blancos, el rector, Francisco Tom¨¢s, abandon¨® el asiento para abrazar al homenajeado. A continuaci¨®n lo abrazaron sus dos padrinos. En ese momento de emoci¨®n, quiz¨¢ descolocado (el llamado rottweiler de Darwin se mostr¨® c¨¢lido pero no deja de ser brit¨¢nico), Dawkins a punto estuvo abrazar tambi¨¦n a uno de los fot¨®grafos que lo rodeaban.
El et¨®logo escribe superventas sin dejar de ser muy reconocido
Nacido en Nairobi en 1941, cuando Kenia era una colonia del Reino Unido, experto en el comportamiento de los animales y en la teor¨ªa de la evoluci¨®n, Dawkins, due?o de un estilo pulcro, entretenido e ir¨®nico, est¨¢ considerado uno de los grandes divulgadores cient¨ªficos. Con talento literario suficiente como para que una descripci¨®n del invierno nuclear que probablemente liquid¨® a los dinosaurios resulte apasionante. Y con conocimientos de sobra como para haber inaugurado en 1979, con la publicaci¨®n de El gen ego¨ªsta, una perspectiva genoc¨¦ntrica: el motor de la evoluci¨®n no es la reproducci¨®n de los organismos, sino la replicaci¨®n de los genes. Todo ello sin alterar lo esencial de lo enunciado por Darwin hace 150 a?os.
"Los organismos mueren, mientras sus genes se transmiten de generaci¨®n en generaci¨®n, inalterados excepto por alguna mutaci¨®n ocasional, potencialmente inmortales", ley¨® al respecto en la laudatio el profesor Enrique Font; "?qu¨¦ son entonces los organismos? Son veh¨ªculos de replicadores, portadores de genes, instrumentos para la preservaci¨®n de los replicadores".
Dawkins estructur¨® su discurso en tres defensas. La primera, en torno a la ciencia: si hay algo que la ciencia no puede explicar, nada m¨¢s lo har¨¢. La segunda, frente a excesos relativistas: "O¨ªmos que la ciencia no es un camino privilegiado hacia la verdad, sino el producto de una determinada cultura, blanca, occidental y masculina. La visi¨®n cient¨ªfica del universo no es m¨¢s digna de respeto que la cosmolog¨ªa de una tribu del interior de Nueva Guinea. Hay una versi¨®n literaria de este concepto: todos los textos tienen el mismo m¨¦rito literario: Don Quijote no ser¨ªa m¨¢s merecedor de atenci¨®n que Cu¨¦ntame".
La tercera defensa fue frente a un prejuicio: "Un c¨ªrculo vicioso alimenta la leyenda de que la ense?anza cient¨ªfica nos hace menos ingeniosos, menos ocurrentes al hablar o escribir y peores oradores".
Antes de entrar en el Aula Magna del edificio de La Nau, Dawkins atendi¨® a la prensa, que le pregunt¨® por asuntos de actualidad: el cambio clim¨¢tico, los autobuses ateos (fue promotor de la iniciativa original, en Londres), el creacionismo, otras supersticiones, y el comentario del Papa sobre los condones.
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