Turbulencias en G¨¦nova

El Partido Popular no ha podido impedir que el juez Baltasar Garz¨®n acumule indicios delictivos suficientes para implicar al senador por Cantabria y tesorero del partido, Luis B¨¢rcenas, y al eurodiputado Gerardo Galeote, en la trama presuntamente corrupta montada por Francisco Correa en la ¨¦poca de Aznar y que sigui¨® operando a partir de 2004 en las comunidades de Madrid y Valencia. Al tiempo que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid se declaraba competente sobre la totalidad de la causa, el juez Garz¨®n ultimaba un auto que atribuye a B¨¢rcenas y Galeote la posible percepci¨®n de casi dos millones de euros en sobornos y les considera parte de la trama empresarial creada por Correa en torno a la actividad del PP: la partidaria, como la preparaci¨®n y realizaci¨®n de congresos y otros eventos, y la institucional, como la obtenci¨®n de contratos en las administraciones p¨²blicas gobernadas por el partido.

El auto de Garz¨®n no supone de momento una imputaci¨®n penal. Pero plantea ya una hip¨®tesis sumamente inquietante: la de que el PP ha tenido durante a?os a un presunto corrupto en el ¨®rgano encargado de las finanzas del partido, primero como gerente, a partir de 1990, y como m¨¢ximo responsable desde 2008.

A la direcci¨®n del PP se le acaba el tiempo de adoptar una postura firme y coherente ante los indicios de corrupci¨®n que el caso Correa ha arrojado sobre cargos institucionales y org¨¢nicos del partido. Cerrar filas, atacar y desacreditar a Garz¨®n y atribuir todo a una conspiraci¨®n ya no sirve: la investigaci¨®n judicial se abre camino con indicios cada vez m¨¢s consistentes. El juez ha podido culminar en tiempo procesal oportuno, a pesar de los intentos por apartarle del caso a golpe de querellas, la investigaci¨®n sobre B¨¢rcenas y Galeote. Y el Tribunal Superior de Madrid ha confirmado los indicios delictivos apuntados respecto a los tres diputados auton¨®micos de Aguirre.

Aunque B¨¢rcenas es senador y Galeote europarlamentario, el PP se ha evitado de momento el disgusto de que el asunto llegue al Tribunal Supremo. No se sabe por qu¨¦ la fiscal¨ªa ha aconsejado su remisi¨®n al Tribunal Superior de Justicia de Madrid y Garz¨®n lo ha aceptado. El argumento que da el juez es harto discutible: evitar la escisi¨®n de la causa. Pero la causa ya est¨¢ escindida en lo referente a Camps, que espera la decisi¨®n del Tribunal Superior de Justicia de Valencia.

Nada puede hacer un tribunal respecto de aforados que no son de su competencia. La investigaci¨®n necesita la autorizaci¨®n -suplicatorio- del Senado y del Parlamento Europeo, y s¨®lo puede solicitarla el Tribunal Supremo. Que es en donde m¨¢s pronto que tarde puede recalar la causa, como ya ha sugerido el propio Tribunal Superior de Madrid al pedir a la fiscal¨ªa que informe sobre la posible competencia del Supremo en un asunto que implica a aforados de dos autonom¨ªas diferentes. G¨¦nova no puede seguir mirando hacia otro lado. Rajoy debe reaccionar