No tropezar en la misma piedra
Hace varios meses que el gobernador del Banco de Espa?a advirti¨® que el mapa de las cajas de ahorro tendr¨ªa que cambiar como consecuencia de la intensidad de la crisis econ¨®mica que estaba empezando a dar sus primeros pasos. No todas iban a poder resistir las dificultades que se avecinaban. No lo ha dicho por primera vez tras el abortado proceso de fusi¨®n de Unicaja y la Caja de Castilla La Mancha, como malintencionadamente se est¨¢ diciendo, sino que lo pronostic¨® hace tiempo. Tambi¨¦n dijo entonces y ha repetido ahora que ser¨ªa preferible que se encontrara una soluci¨®n desde el interior del sistema de cajas, que no que tuviera que producirse una intervenci¨®n del Banco de Espa?a. De ah¨ª que se promoviera el proceso de fusi¨®n por absorci¨®n de la caja castellano-manchega por la andaluza.
El primer intento ha salido mal. Pero, como es casi inevitable que tengan que producirse otros, ser¨ªa bueno que se hiciera una reflexi¨®n sobre las condiciones en las que se ha producido este primer intento, sobre qu¨¦ es lo que ha fallado, para que en el futuro no se vuelva a tropezar en la misma piedra.
La informaci¨®n de la que disponemos los ciudadanos es muy limitada y, en consecuencia, no estamos en condiciones de hacer una reflexi¨®n que no sea muy superficial. Pero hay algo que el abortado proceso de fusi¨®n s¨ª ha dejado meridianamente claro: que no es posible una operaci¨®n de esta naturaleza sin que exista un marco de entendimiento entre los partidos pol¨ªticos que tienen presencia en los consejos de administraci¨®n de las entidades que tienen que fusionarse.
Este marco de entendimiento no es condici¨®n suficiente, afortunadamente, pero s¨ª es condici¨®n necesaria. Sin dicho marco, es pr¨¢cticamente imposible que la operaci¨®n prospere. La operaci¨®n de fusi¨®n de Unicaja y CCM probablemente era muy dif¨ªcil, pero en el momento en que el PP en Castilla-La Mancha decidi¨® que sus consejeros deber¨ªan abandonar sus puestos y expedient¨® a los dos que no obedecieron la orden, la operaci¨®n devino imposible.
La desconfianza hacia la CCM, con retiradas significativas de dep¨®sitos en las semanas inmediatamente posteriores a la renuncia de los consejeros populares, no hizo nada m¨¢s que crecer, poni¨¦ndola en una situaci¨®n todav¨ªa m¨¢s dif¨ªcil. El riesgo puramente econ¨®mico que pod¨ªa correr Unicaja se ve¨ªa aumentado por el riesgo pol¨ªtico de una cr¨ªtica feroz por parte de uno de los partidos de gobierno de Espa?a. Esta combinaci¨®n de riesgo econ¨®mico y pol¨ªtico es inasumible por ninguna entidad financiera. Como tampoco lo era para el Gobierno de la Junta de Andaluc¨ªa. En estas condiciones, tanto Unicaja como la Junta de Andaluc¨ªa se ve¨ªan abocadas a exigir unas garant¨ªas muy superiores a las que se exigir¨ªan sin esa superposici¨®n de ambos riesgos, garant¨ªas que eran inasumibles por el Banco de Espa?a.
Nos guste o no, en las cajas de ahorro hay una representaci¨®n pol¨ªtica, es decir, hay una presencia de los partidos pol¨ªticos y no es posible tomar decisiones de envergadura sobre ellas, sin que exista al menos un pacto de no agresi¨®n. S¨¦ que el momento no es el mejor para llegar a este tipo de acuerdos, ya que la crisis econ¨®mica y la pol¨ªtica para hacerle frente se ha convertido en el terreno privilegiado de enfrentamiento entre el Gobierno y el principal partido de la oposici¨®n, pero, si no se quiere perder la oportunidad de disponer de un instrumento financiero del tama?o suficiente para poder resistir lo que se nos viene encima, a alg¨²n tipo de acuerdo habr¨¢ que llegar. En los pr¨®ximos meses, vamos a comprobar la direcci¨®n de los distintos partidos est¨¢ a la altura de las circunstancias, tanto en Andaluc¨ªa como en el resto del Estado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.