Los McCann son la crisis

El malestar es palpable en el Ocean Club, el complejo vacacional del pueblo portugu¨¦s de Praia da Luz (Algarve) donde desapareci¨® la peque?a Madeleine McCann, de nacionalidad brit¨¢nica, el 3 de mayo de 2007. Veintiuno de los 48 empleados han recibido una carta de despido ante las graves p¨¦rdidas de los ¨²ltimos tiempos. Curiosamente, la primera raz¨®n esgrimida tiene que ver con los efectos "del infeliz suceso Maddie McCann", que la empresa Greentrust S. A., propietaria de Ocean Club, se?ala como origen de todos los males, por delante de la crisis y de la devaluaci¨®n de la libra esterlina.

El caso Maddie ha irrumpido de nuevo en Praia da Luz con dos noticias de signo tan distinto como un despido masivo, y la llegada el s¨¢bado de Gerry McCann, padre de la criatura, junto a un equipo brit¨¢nico de televisi¨®n que realiza un documental para Channel 4 sobre la desaparici¨®n de la ni?a. De estar viva, cumplir¨ªa en mayo seis a?os. ?Coincidencia? Tal vez, pero quienes han recibido la carta de despido tienen sus sospechas. "El viernes, la empresa nos confirma los despidos. El s¨¢bado llega McCann a quien autorizan a filmar en varias zonas de Ocean Club", explica una de futuras desempleadas. "Es decir, nos despiden a causa de los McCann y 24 horas despu¨¦s, la misma empresa permite rodar un documental en sus instalaciones. ?Qu¨¦ est¨¢ pasando? ?Cu¨¢nto dinero han pagado los McCann a Greentrust S. A.?"

La hija del pastor anglicano amigo de la familia har¨¢ el papel de Madeleine

La vuelta a escena de un caso dram¨¢tico que dio la vuelta al mundo no ha sentado nada bien a muchos residentes de Praia da Luz, que, de entrada, no quieren hablar, ni o¨ªr hablar, de los McCann. El caso Maddie fue la peor campa?a de imagen que pod¨ªa sufrir no s¨®lo este peque?o pueblo sino el Algarve, destino preferente para los turistas brit¨¢nicos. Y quienes viven de este negocio, como Ocean Club, pagan las consecuencias de la ca¨ªda en picado de clientes.

Despu¨¦s de una investigaci¨®n interminable, que implic¨® a la Polic¨ªa Judicial portuguesa y a Scotland Yard, no hay ni rastro de la peque?a Maddie, aunque el caso est¨¢ archivado por ahora.

En un medio tan reducido como Praia da Luz las conjeturas son tantas como habitantes. El resultado es que hoy los McCann cuentan con unos pocos amigos, como el pastor anglicano Haynes Hubbard (su hija interpreta el papel de Maddie en el documental), que tambi¨¦n fue investigado, y muchos detractores. "Nunca me gustaron", dice el propietario de un restaurante de la playa. "No sab¨ªan decir gracias", comenta la residente de una casa en Ocean Club. Nadie quiere dar su nombre. El s¨¢bado, cuando Gerry McCann se dej¨® ver en la calle durante el rodaje, algunos transe¨²ntes le abuchearon, "Vete a casa, d¨¦janos en paz", "Estamos hartos del se?or McCann".

Todo el mundo recuerda, y no con buena cara, los largos meses en que Praia da Luz vivi¨® asediado por los equipos de televisi¨®n y los numerosos reporteros que se instalaron en busca de una pista sobre Maddie. Ahora Emma Loach, hija del cineasta brit¨¢nico Ken Loach, dirige el documental que Channel 4 emitir¨¢ en mayo, cuando se cumplan dos a?os de la desaparici¨®n. Ya se negocia la venta de los derechos a otras televisiones de Portugal y varios pa¨ªses europeos.