Prioridad a la econom¨ªa

La salida de Solbes, que ha dirigido la pol¨ªtica econ¨®mica en tres legislaturas diferentes, en dos de ellas con ¨¦xito notable, es el cambio m¨¢s significativo de la remodelaci¨®n de su Gobierno anunciada ayer por Zapatero. Su sustituci¨®n por Elena Salgado, una gestora con experiencia en el sector p¨²blico y en el privado, es el segundo dato significativo, seguido por el de la recuperaci¨®n de Chaves, sobreviviente de la generaci¨®n felipista.

Las tres decisiones fueron explicadas por Zapatero como efecto de la prioridad otorgada a la econom¨ªa; o sea, al impulso pol¨ªtico necesario para acelerar la superaci¨®n de la recesi¨®n y poner las bases para un modelo de crecimiento basado en las nuevas tecnolog¨ªas, la educaci¨®n, las energ¨ªas renovables y la modernizaci¨®n de las infraestructuras y de los servicios p¨²blicos. Un discurso acorde con la ola Obama, aunque no queda claro si las prioridades determinan los cambios o la necesidad de cambiar a ciertos ministros ayuda a definir las prioridades.

La salida de Solbes no s¨®lo estaba cantada sino que era condici¨®n para abordar medidas que su presencia obstaculizaba. Fue el te¨®rico de la relativizaci¨®n de los efectos de la crisis en las legislativas de marzo de 2008, y el responsable de unos presupuestos inadaptados a lo que ya se sab¨ªa en el siguiente oto?o; adem¨¢s, hab¨ªa exteriorizado su cansancio personal y pol¨ªtico al decir que todo lo que pod¨ªa hacerse contra la crisis ya estaba hecho, lo que transmiti¨® un mensaje negativo a los agentes econ¨®micos.

Ahora se intenta transmitir uno de impulso y energ¨ªa, aunque no es posible ocultar el componente defensivo de los movimientos realizados: se recurre a un socialista de la generaci¨®n de Gonz¨¢lez para intentar poner orden en las relaciones entre comunidades aut¨®nomas dirigidas por socialistas y enfrentadas por la financiaci¨®n. Zapatero argument¨® que se necesita a alguien capaz de engrasar la concertaci¨®n territorial en paralelo a la social. Chaves es un buen componedor capaz de cuadrar redondeles, pero cuenta con el lastre de que pueda ser visto en otras comunidades como juez y parte tras sus dos d¨¦cadas como presidente de la andaluza. Aporta peso pol¨ªtico, pero queda la duda de si su nombramiento, con el rango de vicepresidente, no ha estado tan determinado por la necesidad de acelerar el relevo al frente del socialismo andaluz como por lo que se espera de ¨¦l en Madrid.

Por otra parte, las encuestas reflejan la debilidad pol¨ªtica de un Gobierno, varios de cuyos ministros carecen de relevancia p¨²blica. El reforzamiento pol¨ªtico del equipo de Zapatero era necesario tambi¨¦n para hacer frente a la p¨¦rdida de aliados parlamentarios. Para atra¨¦rselos, lo primero es tener capacidad para tomar iniciativas, especialmente contra la crisis, a las que sea dif¨ªcil oponerse; y para ello se necesitan ministros que conozcan su negociado, tengan suficiente autonom¨ªa y sean capaces de explicar esas iniciativas.

La renovaci¨®n personal era necesaria, por tanto, y lo que ahora queda por demostrar es que los descartes y elecciones son los adecuados para recobrar el pulso. La principal apuesta, Elena Salgado como vicepresidenta segunda y ministra de Econom¨ªa, cuenta con el aval de su buen desempe?o como gestora eficaz, poco dada a las dudas. Jos¨¦ Blanco pasa de gestionar el partido a administrar el ministerio con mayor presupuesto: son dos cometidos que requieren diferentes aptitudes, pero hay precedentes. Trinidad Jim¨¦nez llega a Sanidad con experiencia pol¨ªtica, pero no en esa materia, al rev¨¦s que Gonz¨¢lez Sinde y Gabilondo, que conocen de lo suyo pero carecen de trayectoria pol¨ªtica. Y que Deportes se asigne a Presidencia del Gobierno es una salida improvisada para salvar el tambi¨¦n improvisado compromiso personal de Zapatero, ante el capit¨¢n del equipo espa?ol de Copa Davis, de crear un Ministerio de Deportes.