La crisis mina la paz social de Marruecos
El pa¨ªs necesita 200.000 nuevos empleos al a?o para colocar a los j¨®venes
En el centro de Khouribga, una ciudad situada 140 kil¨®metros al este de Casablanca, hay ya esta primavera casi tantos coches con matr¨ªculas italianas como en pleno verano. Son inmigrantes marroqu¨ªes en paro o sometidos en Italia a expedientes temporales de regulaci¨®n de empleo que han aprovechado estas vacaciones forzosas para visitar a sus familiares en la regi¨®n de donde emigraron. Marruecos importa as¨ª la crisis.
Marruecos pens¨® durante un tiempo que iba a ser inmune al trance por el que pasa Occidente. ?ste empez¨® por las finanzas, pero su sistema bancario est¨¢ tan escasamente imbricado en la econom¨ªa internacional que apenas ha resultado afectado. "La ca¨ªda del precio del petr¨®leo y las abundantes lluvias levantaron incluso los ¨¢nimos del Gobierno y de parte de la poblaci¨®n", se?ala Mehdi Lahlou, profesor de Econom¨ªa en el Instituto Nacional de Estad¨ªstica de Rabat.
"La crisis nos golpear¨¢ con fuerza al final del verano", vaticina un experto
La mala racha ser¨¢ la gran prueba social del reinado de Mohamed VI
La producci¨®n agr¨ªcola depende de la pluviometr¨ªa, y si ¨¦sta es copiosa repercute sobre el conjunto del PIB. Las lluvias y las reformas econ¨®micas explican, en buena medida, la etapa de bonanza que Marruecos atraves¨® desde principios de esta d¨¦cada. El crecimiento medio del PIB no agr¨ªcola fue del 4,6%. Se cre¨® empleo y se redujo el paro urbano al 9,6%, aunque la estad¨ªstica no es del todo fiable.
Para este a?o, el ministro de Finanzas, Salaheddin Mezouar, mantiene a¨²n su previsi¨®n del 5,8% de crecimiento, pero las estimaciones independientes, como la del Economist Intelligence Unit, apenas la sit¨²an por encima del 2%. Con un porcentaje tan bajo, Marruecos no crear¨¢ los casi 200.000 empleos urbanos que necesita para colocar a los j¨®venes que cada a?o se incorporan al mercado de trabajo.
"La reducci¨®n de las remesas, la ca¨ªda de las exportaciones de fosfatos, textiles y repuestos de autom¨®viles, la contracci¨®n del turismo, etc¨¦tera, significan que la crisis ya nos ata?e", asegura Lahlou. En los dos primeros meses del a?o, las exportaciones han disminuido en un 32%.
El desglose de esas cifras es a¨²n m¨¢s llamativo. El a?o pasado se destruyeron 48.000 empleos en el sector textil regulado, a los que hay que a?adir varios miles en el informal. En enero y febrero, las remesas, de las que viven tantas familias, cayeron un 15%, y esta fuente de ingresos representa casi el 10% del PIB. El peso del turismo en la econom¨ªa es algo superior, y la ocupaci¨®n hotelera disminuy¨® un 30%. El valor de las ventas de fosfatos, principal producto de exportaci¨®n, se redujo un 61%.
Marruecos ha sido hasta ahora el principal destino de la inversi¨®n extranjera en el norte de ?frica, si se except¨²a el sector de los hidrocarburos, pero uno tras otro muchos de los grandes proyectos se aplazan o se cancelan. Nissan ha renunciado a su f¨¢brica de T¨¢nger, mientras que su socio, Renault, duda si seguir¨¢ adelante. Maersk, el gigante dan¨¦s de los contenedores, desiste de operar en T¨¢nger Med II, comprometiendo as¨ª la viabilidad de la ampliaci¨®n del puerto que aspira a competir con Algeciras.
La ¨²nica noticia halag¨¹e?a en medio de esta cascada de datos adversos ha sido el descubrimiento, a finales de marzo, por la petrolera espa?ola Repsol de dos yacimientos de gas en aguas del Atl¨¢ntico, unos 40 kil¨®metros al oeste de Larache.
Para hacer frente a la crisis, el rey Mohamed VI acudi¨® a mediados de febrero en Fez al lanzamiento de un primer programa de ayuda a la industria que movilizar¨¢ 1.140 millones de euros, un 1% del PIB. El banco central rebaj¨® adem¨¢s en marzo el tipo de inter¨¦s al 3,25% (la inflaci¨®n fue del 3,9% en 2008). Probablemente ser¨¢n necesarias m¨¢s medidas para atenuar el impacto.
En el Marruecos de Mohamed VI ha habido peque?as explosiones sociales localizadas y espont¨¢neas, las m¨¢s recientes en Ifni y Sefrou, y hay una agitaci¨®n cr¨®nica por parte de algunos colectivos, como los licenciados en paro, que se manifiestan casi a diario. Doscientos j¨®venes desempleados tomaron incluso en febrero la sede en Rabat del Istiqlal, el partido del primer ministro, Abas el Fassi.
Pero esta efervescencia no guarda ninguna relaci¨®n con los violentos estallidos que salpicaron la era de Hassan II y que se saldaron, a veces, con decenas de muertos causados por la represi¨®n policial. La emigraci¨®n de muchos j¨®venes y el crecimiento sostenido explican, en buena medida, la desaparici¨®n de esos brotes.
"Ahora, lo que se est¨¢ ya disparando es la criminalidad", afirma Mehdi Lahlou. "El impacto de la crisis nos golpear¨¢ con fuerza con el Ramad¨¢n [mes de ayuno musulm¨¢n] y la vuelta al cole" a finales del verano, vaticina. "Ser¨¢ un momento complicado socialmente", advierte.
Ser¨¢ la primera gran prueba social del reinado de Mohamed VI, que en julio cumplir¨¢ una d¨¦cada en el trono.
Cambio de ciclo econ¨®mico en el Magreb
- Crecimiento. Marruecos creci¨® el 6,5% en 2008, y aunque el Gobierno mantiene sus previsiones del 5,8% para 2009, el Economist Intelligence Unit lo reduce al 2,3%. Argelia ver¨¢ reducida la expansi¨®n de su PIB del 3% en 2008 al 2,5% en 2009.
- Paro. El 9,6 % en Marruecos. En 2008 se destruyeron casi 50.000 empleos en el sector textil. En Argelia, es del 11,3% y afecta sobre todo a los menores de 35, que representan el 88% de los parados.
- Remesas. En 2008, las remesas enviadas por los marroqu¨ªes en el extranjero, principal fuente de ingresos, se redujeron un 2,4%. En los dos primeros meses de 2009 han ca¨ªdo un 15%.
- Corrupci¨®n. Marruecos se sit¨²a en el puesto 80? de 180 pa¨ªses. Argelia, en el 92?, seg¨²n Transparencia Internacional.
- ?ndice de desarrollo humano: Marruecos ocupa el puesto 127? de 179 pa¨ªses, y Argelia, el 100?, en este medidor, que toma en cuenta la sanidad y la educaci¨®n.
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