Un 'puma' en Manhattan
El PUMA circul¨® la pasada semana por el centro de Manhattan. El puma, para simplificar, porque algo tiene de ese felino que se mueve con tanta facilidad. Se trata de un nuevo veh¨ªculo que han puesto en marcha General Motors y Segway: un biplaza que funciona con bater¨ªa el¨¦ctrica, que se sirve de giroscopios para mantenerse sobre sus dos ruedas y que, gracias a una compleja tecnolog¨ªa al estilo del GPS, sabe oler donde hay atascos, para as¨ª sortearlos en un santiam¨¦n. Puede, adem¨¢s, aparcarse en cualquier sitio.
PUMA, el puma, es el acr¨®nimo de Personal Urban Mobility and Accessibility (movilidad urbana accesible y personal), y tiene algo de c¨¢psula: dos ruedas de tama?o notable y la cabina con un generoso cristal para zambullirse en el caos de las megal¨®polis del siglo XXI. No podr¨¢n circular a m¨¢s de 55 kil¨®metros por hora, costar¨¢n una tercera o cuarta parte de lo que vale hoy un utilitario y no contaminar¨¢n.
La brutal crisis que afecta al autom¨®vil no ha paralizado a la General Motors, que ha decidido unir sus fuerzas a las de la empresa Segway, responsable de un pat¨ªn autopropulsado que lanz¨® hace ocho a?os para saltarse alegremente los atascos. El invento no funcion¨® porque era demasiado caro y porque encontr¨® problemas: no era un coche, pero tampoco pod¨ªa circular por las aceras. El puma no llega a tener la (min¨²scula) envergadura del c¨¦lebre biscuter, aquel veh¨ªculo que llen¨® la Espa?a de los cincuenta y que dio nombre al fiel colaborador de Carvalho -el detective de V¨¢zquez Montalb¨¢n-, pero se desliza bien por las grandes ciudades y ser¨¢ barato.
Ah¨ª est¨¢ el futuro: un puma el¨¦ctrico que no contamina, que se salta cualquier atasco y se cobija en cualquier rinc¨®n. Neil Young, uno de los m¨²sicos de rock m¨¢s comprometidos con la ecolog¨ªa, ha dedicado su ¨²ltimo disco a un viejo desaf¨ªo en el que ya ha invertido unos 90.000 euros: convertir su Lincoln Continental de 1959 en un coche el¨¦ctrico. Quiz¨¢ se equivoque: aquellos autom¨®viles parecen transatl¨¢nticos comparados con los herederos del biscuter. Si el iPod ha servido para que la m¨²sica se consuma en una c¨¢psula personal, el puma tambi¨¦n promete intimidad. Como mucho caben dos, con lo que excluye la posibilidad de la carabina o del pelmazo.
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