El capit¨¢n es el problema

En relaci¨®n con el cambio de ministros en el Gobierno, dice el se?or Rajoy que no se ha nombrado a los mejores, pero que el problema no est¨¢ en la tripulaci¨®n ni en los mandos intermedios, sino en el capit¨¢n.

Admito que el presidente del Gobierno, como capit¨¢n del barco, est¨¦ desorientado -como el resto de los mandatarios mundiales- en este proceloso mar de la crisis. Comprendo que ning¨²n ministro le parezca lo suficientemente bueno para la tarea encomendada. Comprendo que, como jefe de un partido en la oposici¨®n, haga demagogia hasta el punto de responsabilizar al presidente Zapatero de haber provocado todos los males que sufren nuestro pa¨ªs y buena parte del mundo.

Ahora bien, dicho esto, ?no siente verg¨¹enza al criticar el liderazgo de su adversario pol¨ªtico, cuando su autoridad, como capit¨¢n del barco popular y aspirante a serlo del Gobierno, est¨¢ en entredicho por su incapacidad de poner orden en su tripulaci¨®n, y por mantener en sus cargos a importantes mandos implicados en presuntas corruptelas?

As¨ª las cosas, ?cree que los espa?oles podemos nombrarle capit¨¢n del barco de Espa?a sin temor a que ponga en riesgo a los pasajeros? ?Podemos confiar en sus m¨¢gicas, infalibles y desconocidas medidas para salir de esta preocupante crisis? Si la respuesta es afirmativa, ?a qu¨¦ espera para pedir una moci¨®n de censura y elecciones anticipadas.