Subir al Everest para curar pacientes en la UCI
Una expedici¨®n estudia la adaptaci¨®n a la falta de ox¨ªgeno
Con 8.848 metros de altitud sobre el nivel del mar, el Everest es el techo del mundo. Hasta muy cerca de esta cumbre subi¨® en 2007 el grupo de 200 m¨¦dicos, cient¨ªficos y monta?eros integrantes de la expedici¨®n Caudwell Xtreme Everest para realizar un experimento casi tan sorprendente como sus resultados: medir en miembros del equipo los niveles m¨¢s bajos de ox¨ªgeno en sangre registrados nunca para estudiar c¨®mo se adapta el organismo humano a la falta de ese fluido vital.
Los hallazgos de la expedici¨®n acaban de ser publicados en The New England Journal of Medicine y se espera que puedan servir para revisar los tratamientos que se administran a enfermos con problemas de falta de ox¨ªgeno internados en unidades de cuidados intensivos (UCI), seg¨²n Mike Grocott, director m¨¦dico de la expedici¨®n.
El an¨¢lisis de m¨¢s de 10.000 muestras podr¨ªa conducir a nuevas terapias
El estudio ser¨¢ ¨²til en personas con enfisema, choque s¨¦ptico y cianosis
El objetivo de los investigadores era llegar a la cumbre, pero las malas condiciones meteorol¨®gicas obligaron a tomar las muestras a 8.400 metros de altitud y realizar otras pruebas en el campamento base, a 6.400 metros. Los resultados muestran que los monta?eros hab¨ªan sido capaces de estar completamente operativos con 3,28 kilopascales de ox¨ªgeno en sangre de media, y que el nivel m¨¢s bajo registrado fue de 2,55. Con estos niveles, una persona situada a nivel del mar estar¨ªa al borde de la muerte, pues lo normal son 12-14 kilopascales y se considera que un paciente con 8 ya se encuentra en estado cr¨ªtico.
"Los resultados nos dan una idea de los niveles de falta de ox¨ªgeno que una persona puede tolerar", afirma Grocott, investigador del University College London. Esto podr¨ªa tener efectos en las UCI porque muchos de los tratamientos que se aplican y que suelen ser muy agresivos est¨¢n destinados a restablecer los niveles de ox¨ªgeno en sangre, cuando podr¨ªa ocurrir que el cuerpo mismo fuera capaz de adaptarse a estos.
Estas cuestiones no pueden investigarse normalmente en las UCI, debido a la fragilidad de los pacientes y la dificultad de obtener su consentimiento en personas inconscientes. Pero tambi¨¦n porque muchas veces las causas de la carencia de ox¨ªgeno en sangre son diversas y se mezclan con otros procesos que dificultan estudiar la falta de ox¨ªgeno o hipoxia por separado.
"Las situaciones de hipoxia desatan una serie de mecanismos de adaptaci¨®n que no entendemos bien todav¨ªa. Al observar a individuos sanos a una gran altitud donde el ox¨ªgeno es escaso podemos entender los cambios fisiol¨®gicos que podr¨ªan ayudar a mejorar los cuidados intensivos en los hospitales, porque los bajos niveles de ox¨ªgeno son un problema universal en pacientes en estado cr¨ªtico. Esto podr¨ªa llevar a los m¨¦dicos a reconsiderar su tratamiento, porque podr¨ªa ser que en pacientes que han estado enfermos durante alg¨²n tiempo se haya producido una adaptaci¨®n natural a estos niveles de ox¨ªgeno. De todas formas, nuestra investigaci¨®n necesita ser estudiada cuidadosamente y confirmada por futuros trabajos antes de poder trasladarse a la pr¨¢ctica cl¨ªnica", concluye Grocott.
En el mismo sentido se manifiesta Andrew Tomlison, miembro del Royal College of Anaesthetists del Reino Unido: "Hay que tener en cuenta que estamos hablando de individuos sanos, j¨®venes, extremadamente en forma, bien aclimatados a la altitud, y que en las UCI se trata con pacientes que son normalmente mayores o que, en cualquier caso, no se encuentran en su mejor forma f¨ªsica. Hay diferencias y habr¨¢ que estudiarlo con detenimiento antes de llevarlo a la pr¨¢ctica".
Pero los resultados no dejan de ser sorprendentes. "Es incre¨ªble pensar que los seres humanos pueden funcionar con esos niveles de ox¨ªgeno en sangre. Estos resultados vienen a mostrar los maravillosos mecanismos de adaptaci¨®n con los que cuenta el cuerpo humano, y podr¨ªan sentar las bases para una revisi¨®n m¨¢s cuidadosa del tratamiento que se da a los pacientes en cuidados intensivos", a?ade Tomlison.
La expedici¨®n ha recogido datos de m¨¢s de 4.000 d¨ªas de exposici¨®n a la altitud, 2.000 pruebas y 10.000 muestras de sangre, es decir, m¨¢s de un cuarto de mill¨®n de datos que esperan ser analizados y que probablemente servir¨¢n para establecer las causas fisiol¨®gicas de la hipoxia progresiva, los nuevos mecanismos que podr¨ªan crearse para tratarla y, finalmente, dar el salto a nuevos tratamientos que puedan aportar beneficios a los pacientes que la sufren.
Con el tiempo, los hallazgos de esta investigaci¨®n podr¨ªan conducir a mejoras en el tratamiento de pacientes con s¨ªndrome de distr¨¦s respiratorio agudo (SDRA), fibrosis qu¨ªstica, enfisema, choque s¨¦ptico, cianosis en reci¨¦n nacidos (s¨ªndrome del beb¨¦ azul) y algunas otras enfermedades cr¨ªticas.?
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La ruta de la hipoxia
La hipoxia o falta de ox¨ªgeno es un problema cr¨ªtico frecuente en personas con enfermedades cardiovasculares y pulmonares, as¨ª como en muchos de los pacientes ingresados en unidades de cuidados intensivos (UCI). La falta de ox¨ªgeno de forma repentina puede causar la muerte, aunque muchos de los pacientes que est¨¢n en la UCI sufren una lenta y continuada p¨¦rdida de ox¨ªgeno, que tambi¨¦n puede ser fatal si no se toma ninguna medida.
El ox¨ªgeno ha de ser transportado desde el aire a cada una de las c¨¦lulas del cuerpo a trav¨¦s de una ruta que incluye elementos como el coraz¨®n, los pulmones, el sistema circulatorio (venas y arterias) y los propios gl¨®bulos rojos (las c¨¦lulas transportadoras de ox¨ªgeno). Cualquier disfunci¨®n en alguna parte de esta ruta puede tener como consecuencia una reducci¨®n de la cantidad de ox¨ªgeno que reciben los tejidos y c¨¦lulas, especialmente el cerebro, que es el ¨®rgano m¨¢s sensible a la falta de ox¨ªgeno.
Sin tratamiento, la hipoxia puede causar el debilitamiento y la posterior muerte de los pacientes. Por ello, una de las primeras l¨ªneas de acci¨®n es administrar ox¨ªgeno mediante mascarilla con la esperanza de incrementar la cantidad que llega a los tejidos. Sin embargo, a veces esta medida resulta poco efectiva y se requieren tratamientos m¨¢s dr¨¢sticos. En algunos casos, los tratamientos m¨¢s extremos pueden llegar a ser contraproducentes y causar da?os colaterales en ¨®rganos vitales, como los pulmones.
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