El precio del cambio

Ha habido un cambio ministerial o remodelaci¨®n del gabinete y hemos visto c¨®mo las carteras cambiaban de mano, entre risas y l¨¢grimas, y en sus r¨®tulos dorados eran evidentes las rectificaciones. Hay ministerios como Interior, Asuntos Exteriores o Defensa que permanecen inalterables, pero otros, como un abanico, van a?adiendo o perdiendo titulaciones a su nombre principal.

Departamentos como Asuntos Sociales, Investigaci¨®n, Deportes, Medio Ambiente, Emigraci¨®n, Universidades aparecen y desaparecen engordando o adelgazando carteras, menos mal que son de fuelle. Asuntos Sociales tan pronto est¨¢ con Trabajo como se va con Sanidad, Deportes con Cultura o con Presidencia, Universidades en Investigaci¨®n o se vuelve con Educaci¨®n, cabizbaja y arrepentida. Un baile de infidelidades y chalaneos, al pairo de los tiempos de desaz¨®n en que nos movemos.

Todo esto no tendr¨ªa demasiada importancia, si no tuviese un coste en cambio de rotulaciones, membretes, cartas, sobres, sellos, tampones, correos electr¨®nicos, traslados... ?Alguien puede indicarnos su importe y de qu¨¦ partidas se detraer¨¢n? Todo cambio tiene un precio y hacerlo genera una factura que paga el contribuyente, el pagano de siempre.