B¨¦same, monstruo

Es tan infrecuente una pel¨ªcula como ¨¦sta que el cr¨ªtico se siente obligado a contener toda propensi¨®n al ditirambo: un trabajo que coge uno de los arquetipos tradicionales de su g¨¦nero (el terror) para presentarlo bajo una luz in¨¦dita, con abrumadora originalidad tanto en el fondo como en las formas. Adaptaci¨®n de la novela de John Ajvide Lindqvist, la pel¨ªcula del sueco Tomas Alfredson es una historia de vampiros, tan rom¨¢ntica, s¨®rdida, desesperada y arrebatadora como requiere el mito. Tambi¨¦n es una desaforada historia de amor entre ni?os monstruosos, en forma de cuento cruel y con textura de radical y ultra-congelado cine de insular radicalidad expresiva. Est¨¢ m¨¢s cerca de La hora del lobo (1968), de Ingmar Bergman, que de la reciente Crep¨²sculo, y, tambi¨¦n, invita a reevaluar toda la po¨¦tica del ni?o raro cultivada por Tim Burton: Alfredson s¨ª se atreve a llegar a fondo del asunto y su celebraci¨®n de la ternura del monstruo no excluye que lo significativo es que se est¨¢ hablando, precisamente, de monstruos. O, por lo menos, de quienes la mayor¨ªa sanciona como tales.

En D¨¦jame entrar, Oskar, un ni?o de doce a?os v¨ªctima de acoso escolar que recorta y pega sus sue?os de violencia, conoce a Eli, la enigm¨¢tica ni?a que acaba de mudarse al piso de al lado y que quiz¨¢s hace doscientos a?os que tiene doce a?os. La historia de amor que nace entre estas dos soledades tiene m¨¢s capas de las que so?ar¨ªa el psicoanalista m¨¢s infatigable. Alfredson logra enaltecerla mediante una pel¨ªcula que no es s¨®lo buena: es ¨²nica e importante, perturbadora, bell¨ªsima y brutal.

Tr¨¢iler de 'D¨¦jame entrar'