?Qu¨¦ globalizaci¨®n sobrevivir¨¢?
En este a?o en que la econom¨ªa mundial se contraer¨¢ por primera vez desde 1945 a algunos economistas les preocupa que la actual crisis pueda significar el principio del fin de la globalizaci¨®n. Las ¨¦pocas de dificultades econ¨®micas y el proteccionismo van de la mano, puesto que cada pa¨ªs culpa de los problemas a los dem¨¢s y trata de proteger sus empleos internos. En la d¨¦cada de los treinta del pasado siglo, las pol¨ªticas consistentes en "empobrecer al vecino" empeoraron la crisis. Hoy, a menos que los l¨ªderes se resistan a ofrecer respuestas de ese tipo, el pasado podr¨ªa convertirse en el futuro.
Ir¨®nicamente, sin embargo, esa perspectiva tan sombr¨ªa no significar¨ªa el fin de la globalizaci¨®n definida como un aumento de las redes mundiales de interdependencia. La globalizaci¨®n tiene varias dimensiones. Aunque los economistas a menudo se refieren a ella y a la econom¨ªa mundial como si fueran una sola y misma cosa, otras formas de la globalizaci¨®n tambi¨¦n tienen efectos significativos -no todos ben¨¦ficos- en nuestras vidas cotidianas.
La econom¨ªa no es lo ¨²nico de dimensi¨®n planetaria. Salud, clima, violencia y cultura son mundiales
El proteccionismo puede acabar con la globalizaci¨®n buena y reforzar la mala
La manifestaci¨®n m¨¢s antigua de la globalizaci¨®n fue ambiental. Por ejemplo, la primera epidemia de viruela se registr¨® en Egipto en el a?o 1350 antes de Cristo. Lleg¨® a China en el 49 despu¨¦s de Cristo, a Europa despu¨¦s del 700, a las Am¨¦ricas en 1520 y a Australia en 1789. La peste bub¨®nica, o peste negra, se origin¨® en Asia, pero al propagarse mat¨® entre un cuarto y un tercio de la poblaci¨®n de Europa en el siglo XIV.
En los siglos XV y XVI los europeos llevaron enfermedades a las Am¨¦ricas que destruyeron al 95% de la poblaci¨®n nativa. En 1918, una pandemia de gripe causada por un virus de las aves acab¨® con la vida de 40 millones de personas en todo el mundo, mucho m¨¢s que las que hab¨ªan muerto en la guerra mundial que acababa de terminar. Actualmente, algunos cient¨ªficos predicen que se repetir¨¢ la pandemia de gripe aviar.
Desde 1973 han surgido 30 enfermedades contagiosas que se desconoc¨ªan y otras, m¨¢s familiares, se han propagado geogr¨¢ficamente con nuevas formas resistentes a los medicamentos. En las dos d¨¦cadas posteriores a la identificaci¨®n del VIH/SIDA en los a?os ochenta han muerto 20 millones de personas y 40 millones m¨¢s est¨¢n infectadas en todo el mundo. Algunos expertos prev¨¦n que esa cifra se duplicar¨¢ para 2010. La propagaci¨®n de especies for¨¢neas de flora y fauna a nuevas zonas ha aniquilado a las especies nativas y podr¨ªa provocar p¨¦rdidas econ¨®micas de varios miles de millones de d¨®lares al a?o.
El cambio clim¨¢tico global afectar¨¢ a la vida de todo el mundo. Miles de cient¨ªficos de m¨¢s de cien pa¨ªses informaron recientemente de que hay nuevas y s¨®lidas evidencias de que la ma-yor parte del calentamiento observado en los ¨²ltimos 50 a?os es atribuible a las actividades huma
nas, y se prev¨¦ que las temperaturas promedio a nivel global aumenten entre 1,3 y 5,5 grados cent¨ªgrados en el siglo XXI. El resultado podr¨ªa ser una variaci¨®n a¨²n m¨¢s severa del clima, con demasiada agua en algunas regiones y escasez en otras.
Entre los efectos, habr¨¢ tormentas y huracanes m¨¢s fuertes, inundaciones y sequ¨ªas m¨¢s prolongadas y m¨¢s desprendimientos de tierras. En muchas regiones el aumento de la temperatura ha alargado la estaci¨®n de deshielo y los glaciares se est¨¢n derritiendo. El ritmo al que subi¨® el nivel del mar en el ¨²ltimo siglo fue 10 veces m¨¢s r¨¢pido que el promedio de los ¨²ltimos tres milenios.
Tambi¨¦n est¨¢ la globalizaci¨®n militar, que consiste en las redes de interdependencia en las que se utiliza la fuerza o la amenaza del uso de la fuerza. Las guerras mundiales del siglo XX son un ejemplo. La anterior era de globalizaci¨®n econ¨®mica lleg¨® a su c¨²spide en 1914 y las dos guerras mundiales significaron un retroceso. Pero si bien la integraci¨®n econ¨®mica global no recuper¨® el nivel que ten¨ªa en 1914 hasta medio siglo despu¨¦s, la globalizaci¨®n militar creci¨® a medida que la econ¨®mica se contra¨ªa.
Durante la guerra fr¨ªa, la interdependencia estrat¨¦gica global entre Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica fue aguda y clara. No s¨®lo produjo alianzas que abarcaban todo el mundo, sino que cualquiera de los bandos pudo haber utilizado misiles intercontinentales para destruir al otro en menos de 30 minutos.
?ste fue un rasgo distintivo no porque fuera totalmente nuevo, sino porque la magnitud y la velocidad de un potencial conflicto derivado de la interdependencia militar eran enormes. Actualmente, Al Qaeda y otros actores transnacionales han formado redes globales de agentes y desaf¨ªan los enfoques convencionales de la defensa nacional mediante lo que se ha dado en llamar la "guerra asim¨¦trica".
Por ¨²ltimo, la globalizaci¨®n social consiste en la propagaci¨®n de pueblos, culturas, im¨¢genes e ideas. La migraci¨®n es un ejemplo concreto. En el siglo XIX, alrededor de 80 millones de personas atravesaron los oc¨¦anos para buscar un nuevo hogar, muchas m¨¢s que en el siglo XX. Al inicio del siglo XXI, 32 millones de los residentes en Estados Unidos (el 11,5% de la poblaci¨®n) hab¨ªan nacido en el extranjero. Adem¨¢s, aproximadamente 30 millones de personas (estudiantes, empresarios, turistas) entran cada a?o a este pa¨ªs.
Las ideas son un aspecto igualmente importante de la globalizaci¨®n social. La tecnolog¨ªa hace que la movilidad f¨ªsica sea m¨¢s f¨¢cil, pero las reacciones pol¨ªticas locales contra los inmigrantes ya estaban creciendo antes de la actual crisis econ¨®mica.
El peligro actual es que las miopes reacciones proteccionistas a la crisis econ¨®mica puedan contribuir a asfixiar la globalizaci¨®n econ¨®mica que ha distribuido crecimiento y ha sacado de la pobreza a millones de personas en el ¨²ltimo medio siglo. Pero el proteccionismo no frenar¨¢ las dem¨¢s formas de globalizaci¨®n.
La tecnolog¨ªa moderna significa que los pat¨®genos viajan m¨¢s f¨¢cilmente que en periodos anteriores. Las facilidades para viajar aunadas a los tiempos de dificultades econ¨®micas implican que las tasas de migraci¨®n podr¨ªan acelerarse hasta el punto de que las fricciones sociales superen el beneficio econ¨®mico general. De manera similar, las dificultades econ¨®micas pueden empeorar las relaciones entre Gobiernos y los conflictos internos que podr¨ªan llegar a la violencia.
Al mismo tiempo, los terroristas transnacionales seguir¨¢n benefici¨¢ndose de la tecnolog¨ªa de la informaci¨®n moderna como Internet. Y si bien la depresi¨®n de actividad econ¨®mica puede desacelerar en cierta medida el ritmo de concentraci¨®n de gases de efecto invernadero en la atm¨®sfera, tambi¨¦n desacelerar¨¢ el tipo de programas costosos que los Gobiernos deben aplicar para abordar las emisiones ya existentes.
As¨ª pues, a menos que los Gobiernos cooperen para estimular sus econom¨ªas y se resistan al proteccionismo, el mundo podr¨ªa encontrarse con que la crisis econ¨®mica actual no significa el fin de la globalizaci¨®n sino s¨®lo de la del tipo positivo, con lo que quedar¨ªamos en la peor de las situaciones posibles.
? Project Syndicate, 2009.
Traducci¨®n de Kena Nequiz.
Joseph S. Nye, Jr. es profesor en la Escuela Kennedy de la Universidad de Harvard.
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