"?Ya est¨¢s r¨¢pido, Gordo!"

Andr¨¦s S¨¢nchez, el presidente del Corinthians, recibi¨® una llamada hace dos meses. "Dile a Ronie que me firme una camiseta", dijo la voz al otro lado de la l¨ªnea telef¨®nica. Era Carlos T¨¦vez, el delantero del Manchester United que dej¨® un sello imborrable en la hinchada del Parque San Jorge. Su sucesor, Ronaldo, que se acababa de recuperar de una terrible lesi¨®n en la rodilla derecha, le dedic¨® la camiseta con mucho cari?o. No es lo habitual. Ronaldo suele firmar muchos aut¨®grafos, pero, por superstici¨®n o por principios de otra clase, nunca los dedica. Con T¨¦vez hizo una excepci¨®n. Estaba por debutar y su mente y su cuerpo volv¨ªan a transformarse. Desde entonces ha jugado 10 partidos. Los suficientes para demostrar que, pese a su handicap, sigue siendo el goleador m¨¢s maravilloso.

En sus primeros 10 partidos con el Corinthians, Ronaldo ha marcado ocho goles. Su saldo es de siete victorias y tres empates. Con estas cifras super¨® a T¨¦vez, que en el mismo tramo inicial de su carrera paulista hizo seis goles, gan¨® cinco partidos, perdi¨® tres y empat¨® dos.

Ronaldo ha vuelto a enamorar a los brasile?os. El m¨¢s emocionado parece el presidente, Lula da Silva, que no deja de elogiarle. El ¨²ltimo en engancharse es Romario, uno de los or¨¢culos, campe¨®n del mundo en Estados Unidos 1994, que ayer pidi¨® su regreso a la selecci¨®n: "Si sigue marcando goles, inevitablemente deber¨¢n darle una oportunidad. Dunga [el seleccionador] es mi amigo y seguro que se interesa por ¨¦l".

En su ¨²ltima aparici¨®n, en el estadio del Santos, ante Pel¨¦, el ex delantero barcelonista y madridista marc¨® dos goles que le colocaron en otra dimensi¨®n. En el primero, amortigu¨® el bal¨®n, llovido desde 50 metros, con un toque de derecha y fusil¨® con la zurda al rinc¨®n de la porter¨ªa. En el segundo, escondi¨® la pelota para burlar a los centrales, que pasaron de largo, y super¨® el marcaje sobre su pierna buena con una vaselina perfectamente ejecutada con la zurda. Ronaldo hizo los dos goles desde fuera del ¨¢rea. A dos toques. Economizando gestos. Sin forzar sus rodillas maltrechas, pero con la misma eficacia. Su promedio es de un tanto cada 91 minutos.

En Brasil ya se est¨¢ rodando una pel¨ªcula sobre el regreso de Ronaldo al f¨²tbol. No es la primera vez. ?l se siente igual de feliz: "Estoy volviendo a empezar y estoy siendo tan feliz como la primera vez que tuve que reiniciar mi carrera despu¨¦s de romperme el tend¨®n rotuliano izquierdo, en 2000. La ¨²nica diferencia es que entonces volv¨ª en un Mundial, en Jap¨®n 2002, y ahora lo hago en el Corinthians. En las dos ocasiones fue muy doloroso recobrar la forma".

El sue?o de Ronaldo, que en septiembre cumplir¨¢ 33 a?os, es jugar el Mundial de Sur¨¢frica 2010. De momento, se muestra cauto en sus declaraciones, pero deja caer que la idea lo anima: "Dar¨¦ lo mejor de m¨ª para demostrar mi nivel en el Corinthians. Luego ser¨¢ Dunga el que tome la decisi¨®n".

Ahora Ronaldo procura recuperar parte de su vieja velocidad. Lo est¨¢ logrando poco a poco. En la semifinal paulista, ante el S?o Paulo, en Morumb¨ª, marc¨® despu¨¦s de superar en la carrera a Rodrigo, el veloz central local. Se fue a celebrarlo al banquillo y su entrenador, Mano Menezes, le dio un golpecito en la nuca de toro dici¨¦ndole: "?Ya est¨¢s r¨¢pido, Gordo!".