Una ¨®pera varada entre los fiordos
El estudio noruego Sn?hetta gana el Premio Mies van der Rohe de Arquitectura
Es un edificio emblem¨¢tico, pero no se le podr¨¢ acusar de pretencioso. Por eso, porque ha combinado el doble programa que se le ped¨ªa de ser a la vez funcional y simb¨®lico, el edificio de Sn?hetta para la ¨®pera y el ballet de Oslo, en Noruega, ha resultado merecedor del premio Mies van der Rohe de Arquitectura Contempor¨¢nea que concede la Uni¨®n Europea, un galard¨®n dotado con 60.000 euros que se entregar¨¢ el 28 de mayo en Barcelona.
El edificio ganador es un enorme centro cultural, cuyo elemento m¨¢s caracter¨ªstico es un tejado inclinado accesible al p¨²blico revestido de 36.000 piezas de m¨¢rmol. Y funciona como elemento articulador de la renovaci¨®n del frente marino de la capital noruega. "Es m¨¢s que un simple edificio; es un espacio urbano, un regalo para la ciudad", explic¨® ayer Francis Rambert, presidente del jurado. Y de esto, del uso ciudadano de este espacio, es de lo que parecen m¨¢s orgullosos los arquitectos de Sn?hetta. "La gente que trabaja en el edificio est¨¢ satisfecha y dice que incluso les inspira, y la gente de Oslo acude cada d¨ªa a pasear por su tejado", explica Tarald Lundevall, uno de los arquitectos responsables de este din¨¢mico estudio noruego que ya tiene en su haber otras obras emblem¨¢ticas. Entre ellas, la misma Biblioteca de Alejandr¨ªa, una pieza que formalmente puede tener parecidos con la ¨®pera pero que, seg¨²n Lundevall, "es totalmente diferente". De hecho, Sn?hetta se vanagloria de tener muy en cuenta el contexto urbano y cultural a la hora de enfocar cada trabajo. "En nuestro estudio es un elemento fundamental, y no s¨®lo en relaci¨®n al paisaje exterior. Aqu¨ª el tejado, blanco e inclinado, es en s¨ª mismo un paisaje urbano".
El tejado, blanco e inclinado, es en s¨ª mismo un paisaje urbano
Lundevall explica que el cliente de la ¨®pera, el ministerio de Cultura noruego, ped¨ªa que el edificio fuera a la vez funcional y monumental, "representativo, como una declaraci¨®n de las cualidades noruegas". Abordaron las dos cuestiones por separado. En lo que respecta a la monumentalidad decidieron reinventar este t¨¦rmino y frente a lo que marca la tradici¨®n, amante de la verticalidad simb¨®lica, optaron por una nueva manera de entender la monumentalidad escandinava expresada, dice Lundevall, "como un hermoso espacio p¨²blico, abierto y de f¨¢cil acceso". La funcionalidad la consiguieron trabajando de manera muy estrecha con sus futuros usuarios para dise?ar una especie de "f¨¢brica" con espacios muy flexibles en los que, sin embargo, no renunciaron a la belleza mediante un cuidado revestimiento de madera fina trabajada de manera tradicional.
Lundevall, para quien "este premio es un honor y una inspiraci¨®n", no est¨¢ del todo convencido de que pueda hablarse de una arquitectura europea, "al menos desde el punto de vista est¨¦tico". "Hay muchas subculturas europeas en funci¨®n de las distintas geograf¨ªas y contextos sociales, pero por otra parte encuentras que hay una cierta manera europea de organizar y planificar los procesos constructivos, y un amplio intercambio de ideas e impulsos gracias a la colaboraci¨®n que facilita el estar juntos. En nuestro estudio, por ejemplo, hay arquitectos de m¨¢s de diez pa¨ªses europeos". De momento sigue siendo un estudio en crecimiento, pero como a todos le afecta la crisis. "Los clientes se lo piensan m¨¢s y algunos proyectos se posponen", reconoce Lundevall, para quien pase lo que pase, lo que est¨¢ claro es que la sostenibilidad ser¨¢ uno de los factores que m¨¢s deber¨¢n tener en cuenta los arquitectos. "Cambiar¨¢ nuestra manera de pensar y de construir. Es el gran desaf¨ªo actual de la arquitectura".
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