El 'har¨¦n' de Paraguay
La vida sexual del presidente Lugo responde a una tradici¨®n de machismo y promiscuidad en un pa¨ªs en el que el 70% de los hijos son ileg¨ªtimos
Cuando el presidente de Paraguay y ex obispo cat¨®lico, Fernando Lugo, de 57 a?os, reconoci¨® haber procreado un ni?o, que ahora tiene dos a?os, con Viviana Carrillo, de 26, desat¨® una crisis pol¨ªtica en su pa¨ªs y, fuera de sus fronteras, levant¨® m¨¢s de una ceja. Lugo, que consigui¨® en 2008 poner fin a 61 a?os de hegemon¨ªa del Partido Colorado, ha sido se?alado como el padre de dos cr¨ªos m¨¢s. Pompeyo Lugo, hermano del mandatario, atribuy¨® las denuncias a "una campa?a sucia" para desestabilizar al Gobierno, seg¨²n declar¨® a medios locales. El presidente justific¨® sus actos como el "fruto de procesos hist¨®ricos". La historia de su pa¨ªs le da la raz¨®n.
En Paraguay, el ex religioso no es ning¨²n pionero en paternidad irresponsable. La cultura sexual del pa¨ªs suramericano es el producto de una historia repleta de abusos, promiscuidad y machismo; marcada por una guerra que diezm¨® a su poblaci¨®n. "Las mujeres mantienen los hogares y se encargan de los hijos; los hombres se dedican a socializar", describe la antrop¨®loga Patricia Kluck, especialista en Am¨¦rica Latina de la Universidad de Maryland (EE UU). Como resultado de la "socializaci¨®n", Paraguay tiene la segunda mayor tasa de fecundidad de Am¨¦rica -s¨®lo es superado por Hait¨ª- y uno de los m¨¢s altos ¨ªndices de hijos ileg¨ªtimos del continente.
Un 80% de las mujeres han sido v¨ªctimas de abusos sexuales
Las explicaciones se remontan a la ¨¦poca colonial. Los primeros espa?oles, liderados por Domingo Mart¨ªnez de Irala, llegaron a Paraguay en 1536. Pronto descubrieron que el oro y la plata no abundaban. A¨²n as¨ª, fundaron en Asunci¨®n la primera capital de los asentamientos hispanos en Suram¨¦rica. Ah¨ª se crearon los primeros harenes de la regi¨®n, llenos de mujeres guaran¨ªes, y se gest¨® una sociedad donde "el mestizaje era abundante", seg¨²n apunta el historiador Richard Sacks, autor del libro Paraguay: the personalist legacy (Paraguay: el legado personalista). "El propio Irala eligi¨® como concubinas a varias indias e inst¨® a sus hombres a mezclarse con las mujeres del lugar", comenta. La mezcla es evidente hasta hoy. M¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n paraguaya (unos siete millones de habitantes) habla guaran¨ª, la lengua materna de un 28%.
Sacks relata que cuando el explorador ?lvar N¨²?ez Cabeza de Vaca, enviado como adelantado, advirti¨® a Carlos V de la promiscuidad que reinaba en la colonia, la poblaci¨®n se sublev¨® en su contra. Cabeza de Vaca fue enviado de vuelta a Espa?a, acusado de atropellos contra ind¨ªgenas y espa?oles.
El siglo XIX consolid¨® a una sociedad machista y permisiva.El pa¨ªs viv¨ªa bajo una pol¨ªtica de aislamiento, sin que sus habitantes cruzaran sus fronteras, hasta la Guerra de la Triple Alianza, en 1865. La lucha armada enfrent¨® a Paraguay contra Brasil, Argentina y Uruguay y mat¨® a m¨¢s de la mitad de sus habitantes. Su poblaci¨®n masculina qued¨® diezmada. La guerra acab¨® con un 90% de los hombres j¨®venes paraguayos. La promiscuidad fue asumida como una v¨ªa de supervivencia. "La ilegitimidad no era un lastre social si el hijo conoc¨ªa el nombre de su padre y, menos a¨²n, si era reconocido", comenta Kluck, quien afirma que "una sociedad de pocos hombres fortaleci¨® al machismo".
Un machismo que impera en Paraguay. Un 80% de las mujeres del pa¨ªs han sido v¨ªctimas de abuso sexual, seg¨²n un estudio del Centro Paraguayo de Estudio Nacional de la Poblaci¨®n. Derechos Humanos calcula que, cada d¨ªa, seis ni?as o mujeres paraguayas sufren de violencia f¨ªsica o sexual. Y los datos oficiales se?alan que siete de cada 10 hijos son registrados s¨®lo por la madre -en M¨¦xico, uno de cada seis- pese a que en la actualidad los hombres paraguayos no escasean. Son el 50,4% de su poblaci¨®n.
Hasta los predecesores de Lugo cumplen con la tradici¨®n. Ocho de los 45 presidentes paraguayos fueron hijos de madres solteras, y por lo menos 17 tuvieron hijos ileg¨ªtimos. No todos han salido indemnes de los l¨ªos de faldas. El presidente Eligio Ayala (1924-1928) muri¨® en 1930 en un crimen pasional, que involucr¨® a su amante Hilda Diez y a Tom¨¢s Bareiro. Ayala sorprendi¨® a Diez con Bareiro y los hombres se enfrentaron a duelo. S¨®lo Diez sobrevivi¨®.
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