Ir¨¢n libera a la periodista acusada de espiar para Estados Unidos

La periodista irano-estadounidense Roxana Saberi recuper¨® ayer la libertad y abandon¨® el penal de Evin despu¨¦s de que un tribunal iran¨ª de apelaciones cambiase su condena de ocho a?os de c¨¢rcel por otra de dos, sin tener que cumplir prisi¨®n, y el compromiso de no trabajar ni cometer ning¨²n delito en Ir¨¢n en los pr¨®ximos cinco a?os. "Estoy bien, no quiero hacer comentarios pero estoy bien", dijo Saberi a la agencia France Press al salir de Evin y antes de abandonar el lugar en autom¨®vil junto a sus padres. "Mi hija se encuentra en buen estado de salud", insisti¨® ayer su padre, Reza Saberi. "Quiero llev¨¢rmela a Estados Unidos lo antes posible".

La reportera, de 32 a?os, fue detenida a finales de enero y hace tres semanas fue condenada a ocho a?os de prisi¨®n por espiar para Estados Unidos. El juicio fue a puerta cerrada, dur¨® tan s¨®lo un d¨ªa y estuvo plagado de irregularidades. Saberi trabajaba en Ir¨¢n como periodista freelance para empresas como la Radio P¨²blica de EE UU (NPR) o la BBC brit¨¢nica desde 2003, cuando abandon¨® su Fargo natal (Dakota del Norte) y se traslad¨® a vivir a la tierra de su padre —su madre es japonesa—.

Saberi desapareci¨® sin dejar rastro el 31 de enero pasado. Diez d¨ªas despu¨¦s se pon¨ªa en contacto con sus padres en Fargo para informarles de que hab¨ªa sido detenida y se encontraba encarcelada en la prisi¨®n para presos pol¨ªticos de Evin, al norte de Teher¨¢n. Saberi pidi¨® a sus padres que no hicieran nada, ya que confiaba en su pronta liberaci¨®n. Pas¨® el tiempo y ante la falta de noticias, el padre acudi¨® a la prensa el 28 de febrero para denunciar la desaparici¨®n de su hija.

Las explicaciones por parte del r¨¦gimen de los ayatol¨¢s de por qu¨¦ Saberi estaba en la prisi¨®n de Evin desde enero fueron diversas. Primero dijeron que la joven estaba encarcelada porque hab¨ªa sido detenida cuando compraba vino para una fiesta, delito que en Ir¨¢n se castiga con una multa y latigazos. Luego explicaron que la raz¨®n de su encierro se deb¨ªa a que sus credenciales de prensa hab¨ªan caducado y ella segu¨ªa trabajando.

En el momento de su detenci¨®n no se presentaron cargos formales contra ella. Finalmente, el d¨ªa de su juicio se supo que Saberi hab¨ªa sido acusada de espiar para Washington.

La condena de Saberi lleg¨® en un momento en que el presidente estadounidense, Barack Obama, intenta construir puentes con Teher¨¢n tras tres d¨¦cadas de lazos diplom¨¢ticos rotos. Washington dijo que los cargos contra la periodista "carec¨ªan de base" y pidi¨® en repetidas ocasiones su puesta en libertad.

Interesantes fueron entonces los movimientos que se dieron dentro del r¨¦gimen isl¨¢mico iran¨ª. El jefe del poder judicial de Ir¨¢n ordenaba que el recurso interpuesto por la periodista contra su condena se resolviera de forma "r¨¢pida y justa". Y eso sucedi¨® despu¨¦s de que el propio presidente, Mahmud Ahmadineyad, pidiera al fiscal de Teher¨¢n que se garantizase "el respeto a la justicia" en el caso Saberi.

Que tan altos cargos actuasen como lo hicieron llev¨® a los analistas a especular con la idea de que los dirigentes iran¨ªes estaban divididos sobre c¨®mo actuar ante la mano tendida para el di¨¢logo de Obama. Claramente, un sector es contrario a ese acercamiento, y con el encarcelamiento de una ciudadana estadounidense estaba torpedeando la distensi¨®n. Otro grupo temi¨® que el asunto arruinase esa ¨²ltima posibilidad y habr¨ªa facilitado as¨ª la libertad de Saberi.