Aborto responsable
La nueva ley busca la m¨¢xima informaci¨®ny asesoramiento para la decisi¨®n de la mujer
Les ha faltado tiempo a quienes se oponen a la despenalizaci¨®n del aborto por motivos ideol¨®gicos o religiosos, as¨ª como al PP, que ha anunciado un recurso de inconstitucionalidad, para lanzar sus dardos contra el proyecto de reforma de la ley que lo regula aprobado el jueves por el Gobierno. Y, sin embargo, todo su articulado tiende a crear las condiciones legales y sanitarias para que la siempre traum¨¢tica decisi¨®n de abortar se haga con la m¨¢xima responsabilidad, disponiendo la mujer de informaci¨®n y asesoramiento suficientes para seguir adelante o para reconsiderar su decisi¨®n y volverse atr¨¢s.
Es dif¨ªcil reconocer al Estado legitimidad para resolver el problema desde la legalidad si el aborto se contempla s¨®lo como una cuesti¨®n de ideolog¨ªa o creencia, y no como un problema de libertad personal, que incide en la salud de la mujer y tiene una honda repercusi¨®n social. Es la posici¨®n de la Iglesia y de los llamados grupos provida. Su actitud es admisible como pauta de conducta propia, pero rechazable si pretende imponerse al resto de la sociedad e incluso al propio Estado.
El PP insiste en que no hay demanda social para una ley como la aprobada ayer. Pero es el mismo partido que, a ra¨ªz del esc¨¢ndalo de las cl¨ªnicas del doctor Mor¨ªn, en Barcelona, y del acoso judicial por parte de grupos provida a algunas cl¨ªnicas que realizan abortos en Madrid, mantuvo la tesis de que la actual ley, vigente desde el a?o 1985, es un coladero. Si lo es, ser¨¢ porque es demasiado estrecha para recoger la realidad social; luego era necesaria una nueva regulaci¨®n que diera salida a la demanda social del modo jur¨ªdicamente m¨¢s seguro para la mujer y los m¨¦dicos.
M¨¢s fundada es la cr¨ªtica del PP al insuficiente consenso. Pero es una singularidad de la Espa?a democr¨¢tica que las leyes modernizadoras en materia de moral y costumbres sean iniciativa de la izquierda y que la derecha pol¨ªtica se oponga por principio, aunque luego termine por aceptarlas. El proyecto est¨¢ en l¨ªnea con las leyes vigentes en 20 pa¨ªses de la UE con Gobiernos de diverso signo.
Combina la nueva propuesta el aborto libre hasta las primeras 14 semanas de embarazo con el sistema de indicaciones por riesgo para la vida de la madre y por anomal¨ªas fetales hasta la semana 22?, e incluso despu¨¦s en determinados supuestos, con la aprobaci¨®n de un comit¨¦ m¨¦dico. Hay aspectos que deber¨¢n precisarse m¨¢s. Que las menores de 16 y 17 a?os decidan (tengan la ¨²ltima palabra) sobre su embarazo no es incompatible con que se propicie la colaboraci¨®n de los padres y el apoyo familiar.
A diferencia de la ley vigente, despenalizadora, la nueva aborda el problema del aborto en su integridad: no tanto en el marco del C¨®digo Penal como en el preventivo de una Ley de Salud Sexual y Reproductiva. Y reconoce por fin que es la mujer, y nadie m¨¢s, quien debe decidir sobre algo tan ¨ªntimo como su embarazo. Sin tutelaje de terceros, pero con toda la ayuda y asistencia necesarias.
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