El Supremo frena los procesos a altos cargos de la era de Bush
El tribunal exculpa a funcionarios por abusos tras el 11-S
El Tribunal Supremo de EE UU dictamin¨® ayer que ni el ex fiscal general del Estado John Ashcroft ni el ex director del FBI Robert Mueller podr¨¢n ser sometidos a juicio por la demanda presentada por un paquistan¨ª que los se?ala -junto a una treintena de funcionarios del Gobierno de George Bush- como responsables de los abusos que sufri¨® mientras estuvo detenido en un penal de m¨¢xima seguridad en Nueva York tras los ataques del 11-S.
La m¨¢xima instancia judicial del pa¨ªs revirti¨® as¨ª, en un ajustado voto de cinco contra cuatro -como viene siendo costumbre en la polarizada corte- el veredicto de un tribunal de menor rango que aseguraba que Javaid Iqbal pod¨ªa proceder en su demanda contra Ashcroft y Mueller tras haber sido confinado en soledad en una celda durante m¨¢s de seis meses y haber sufrido golpes y trato denigrante. Iqbal enfatiz¨® en su denuncia contra ambos no tanto los malos tratos que vivi¨® si no el hecho de que fue encerrado por su raza y creencias religiosas.
La acusaci¨®n quer¨ªa someter a juicio al ex fiscal general y al ex director de la CIA
El Supremo dictamina ahora que no hay nada que ligue a Ashcroft y Mueller con los abusos sufridos por Iqbal. As¨ª lo argumenta el juez del Supremo Anthony Kennedy, que escribi¨® el dictamen con la opini¨®n de la mayor¨ªa. Los jueces liberales discreparon de sus otros cinco compa?eros.
Iqbal, un instalador de televisi¨®n por cable, fue detenido en su casa de Long Island el 2 de noviembre de 2001 y acusado de cr¨ªmenes federales no violentos ni relacionados con el terrorismo. Dos meses despu¨¦s, fue trasladado a un centro de reclusi¨®n en Brooklyn donde permaneci¨® en r¨¦gimen de aislamiento durante 150 d¨ªas sin posibilidad de comparecer ante un juez. En aquel lugar fue sometido, siempre seg¨²n la denuncia, a abusos f¨ªsicos y verbales y se le practicaron registros mientras estaba desnudo. El d¨ªa de su llegada a ese centro, relata Iqbal en la demanda, los agentes federales que le detuvieron le lanzaron violentamente contra una pared, le patearon el est¨®mago, le golpearon en la cara y le arrastraron por los suelos. Iqbal perdi¨® 20 kilos durante su estancia en el penal y fue calificado como "musulm¨¢n asesino" y "terrorista".
"La denuncia no prueba que los demandados encerraran al afectado debido a su raza, religi¨®n o nacionalidad", recoge la sentencia. "Lo que sugiere es que los agentes del orden, tras el devastador ataque, buscaron la manera de que los sospechosos de terrorismo estuvieran lo m¨¢s controlados posible hasta que se determinara su participaci¨®n o no en actos terroristas", escribe Kennedy. Iqbal fue absuelto en enero de 2003 y deportado a Pakist¨¢n tras ser considerado culpable de fraude de identidad y pasar un a?o y cuatro meses en la c¨¢rcel. Miles de musulmanes fueron detenidos por la Administraci¨®n Bush tras el 11-S. Algunos fueron considerados de "alto valor" en la lucha contra el terrorismo y confinados en el centro de Brooklyn.
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