Lamela s¨ª viaja a M¨¦xico
El coautor de la T-4 levanta un edificio para oficinas de banca telef¨®nica
Invisible, pero memorable. El nuevo edificio de oficinas del madrile?o Estudio Lamela, en el Estado mexicano de Quer¨¦taro, propone una banca invisible desde un edificio de impacto, que firman con Springall + Lira. Transparente y tecnol¨®gico, el inmueble para la rama telef¨®nica del Banco Santander quiere, sin embargo, asentarse en el paisaje. Lo hace con una dentellada de 10 metros de profundidad que hunde tres plantas de aparcamientos. As¨ª, con los brillos del aluminio y el vidrio sobre un z¨®calo p¨¦treo y agrietado, el edificio busca conjugar cosmopolitismo y localismo, visi¨®n de futuro y respeto por el pasado.
Las sedes de los bancos han ido transformando su fisonom¨ªa con el paso del tiempo. Del respeto y la seriedad que buscaba transmitir la formalidad inicial -deudora del clasicismo en sus diversas versiones- los bancos pasaron a valorar la imagen de la seguridad. Ese cambio de prioridades culmin¨® en la bunquerizaci¨®n de las oficinas y las hizo desaparecer tras pantallas met¨¢licas. A esa ¨¦poca de refuerzo ostentoso le sucedi¨® su contraria, la de la transparencia. T¨¦cnicamente, la aparici¨®n de cristales laminados, reforzados e irrompibles la hac¨ªa posible. Conceptualmente, la asociaci¨®n entre transparencia y dinero limpiaba cualquier imagen. Pero aquello tambi¨¦n termin¨®. Hoy, alejadas del centro de las ciudades y convertidas en megal¨®polis financieras, las nuevas sedes bancarias no buscan tanto transmitir seriedad como poder¨ªo. No es que pretendan dar miedo, se conforman con imponer. Y lo consiguen con una idea de la arquitectura que combina espect¨¢culo y rotundidad. En esa l¨ªnea, el nuevo call center del Santander en Quer¨¦taro conjuga, en sus 85.000 metros cuadrados, una gran presencia con una voluntad de integrarse en el lugar. Un imponente movimiento de tierras excav¨® 10 metros para ocultar los 2.000 coches que aparcan en las entra?as del complejo.
La idea del proyecto pasa por combinar tradici¨®n local y visi¨®n de futuro
Los coautores de la T-4 de Barajas tienen tras de s¨ª m¨¢s de un millar de proyectos que han transformado desde el turismo en la Espa?a de los sesenta hasta numerosos estadios de f¨²tbol (de Son Moix, en Mallorca, a la nueva Ciudad Deportiva del Real Madrid). De Lamela salieron tambi¨¦n los modernos pisos burgueses madrile?os del franquismo y una nueva hornada de aeropuertos (de Madrid a Varsovia). Las oficinas en Quer¨¦taro no son su primer banco, pero inauguran su desembarco en M¨¦xico. Apenas llevan trabajando all¨ª cuatro a?os, pero, tras ganar el concurso para las oficinas bancarias, ya levantan tambi¨¦n un complejo residencial en Canc¨²n y dos torres de viviendas en Guadalajara. La idea en todos estos proyectos pasa por combinar visi¨®n de futuro con tradiciones locales. El banco lo ha hecho. Y al parecer, la mezcla convence: levantado en vidrio y aluminio perforado, para controlar la luz exterior con una cubierta ajardinada y grietas que dejan entrar aire y luz, ha recibido el Premio al Edificio Inteligente y Sustentable que concede el Instituto Mexicano de Edificios Inteligentes.
Con un pie en la tradici¨®n local, de emplear materiales que salen del suelo, y la cabeza inyectada de tecnolog¨ªa, el primer edificio mexicano del Estudio Lamela habla del nuevo poder, soterrado y sin embargo ostentosamente visible, de los bancos. Los due?os del planeta quieren ser tambi¨¦n los diplom¨¢ticos del siglo XXI. Atendiendo a la cultura local, y a los negocios globales, fomentan una arquitectura de lectura impactante y funcionamiento complejo, envuelta en vegetaci¨®n e historia.
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