Sigue imputado

El presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, compareci¨® ayer como imputado ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, del que sali¨®, 45 minutos despu¨¦s, con la confirmaci¨®n de que sigue imputado. El tribunal facilit¨® una escueta nota en la que afirma que "el proceso sigue su curso". Esto significa que los indicios de delito de cohecho apreciados por el juez Garz¨®n antes de inhibirse en favor del Tribunal Superior (por la condici¨®n de aforados de tres de los investigados) no han sido disueltos por la declaraci¨®n del presidente, pese a lo que ¨¦l mismo hab¨ªa dado a entender que ocurrir¨ªa al manifestar que nada deseaba tanto como poder comparecer ante el juez para aclarar el asunto.

Los dirigentes populares hab¨ªan pretendido confundir a la opini¨®n p¨²blica presentando la condici¨®n de imputado como un mero detalle procesal derivado de la forma en que hab¨ªa instruido el caso el juez Garz¨®n. Pero el juez valenciano no ha encontrado motivos para modificar esa condici¨®n, lo que en principio significa que aprecia los mismos indicios. Si de la declaraci¨®n se hubiera deducido una posici¨®n m¨¢s favorable para el reo, el juez tendr¨ªa que haberlo traducido en alguna medida. No ha habido tal, aunque tampoco ha solicitado medidas cautelares, lo que habr¨ªa indicado reforzamiento de los indicios contra el reo.

El empe?o del PP en quitar importancia a la imputaci¨®n estaba motivado por su negativa a adoptar con alguien tan relevante en el partido las mismas medidas (suspensi¨®n de militancia) aplicadas a otros imputados de menor nombrad¨ªa.

El PP tiene cada d¨ªa m¨¢s dif¨ªcil mantener esa actitud, contraria a lo establecido en su propio c¨®digo de conducta y que supone aplicar dos criterios diferentes en Madrid y en Valencia. Porque, entretanto, Camps sigue sin presentar facturas que, desmintiendo la documentaci¨®n que figura en el sumario, acreditasen su afirmaci¨®n de que ¨¦l se pag¨® los trajes que presuntamente le regal¨® el jefe de la trama corrupta en Valencia. Y sigue tambi¨¦n sin ofrecer una explicaci¨®n que reste verosimilitud a la de que trajes y regalos pagaban un trato de favor en adjudicaciones.

Desde que la Audiencia Nacional adopt¨® las primeras decisiones sobre el asunto, la direcci¨®n del PP ha ido cambiando de estrategia para, en ¨²ltimo extremo, encontrarse en la actual situaci¨®n: todas las medidas pol¨ªticas que se ha resistido a adoptar contra los implicados se vuelven contra la totalidad del partido una vez que las actuaciones judiciales se han puesto en marcha. La instrucci¨®n, entretanto, sigue su curso, y las excusas que los populares han ido desgranando hasta ahora van perdiendo verosimilitud a medida que se van conociendo nuevos datos. Al contrario de lo que el comit¨¦ de recepci¨®n a Camps ante las puertas del tribunal ha querido dar a entender, no se trata de un proceso por motivos pol¨ªticos, sino de un proceso por corrupci¨®n en el que, eso s¨ª, est¨¢n implicados varios pol¨ªticos.