Justicia no tan universal
Gobierno y PP acuerdan acotar la competencia judicial sobre cr¨ªmenes contra la humanidad
Una de las pocas resoluciones con las que el Partido Popular ha convencido al Gobierno en el debate sobre el estado de la naci¨®n ha sido limitar por ley la jurisdicci¨®n universal que tienen atribuida los jueces de la Audiencia Nacional. La decisi¨®n llega tras las protestas de Israel y China -en el primer caso, por una demanda sobre supuestos cr¨ªmenes de guerra durante la ocupaci¨®n de Gaza, y, en el segundo, por otra sobre supuestos cr¨ªmenes contra la humanidad en T¨ªbet- y la oposici¨®n de Estados Unidos a que un juez espa?ol intervenga en un asunto relacionado con las torturas en la base de Guant¨¢namo.
Ese trasfondo diplom¨¢tico puede ser la causa de que la reforma se haya planteado poco menos que de tapadillo y apresuradamente, a trav¨¦s de una enmienda al proyecto de ley sobre la oficina judicial ahora en tr¨¢mite. Se elude as¨ª el necesario debate sobre los l¨ªmites de la jurisdicci¨®n universal cuando se ejerce desde un solo pa¨ªs, y no desde instancias extraterritoriales, como la Corte Penal Internacional; una cuesti¨®n que se agudiz¨® con la sentencia del Constitucional de 2005 en la que se rechazaba poner l¨ªmites donde no los establec¨ªa la ley de 1985, en la que se atribuye a Espa?a jurisdicci¨®n universal para perseguir los delitos contra la humanidad.
El compromiso del Gobierno y del PP es introducir esos l¨ªmites en la ley. Y no parece que puedan ser muy distintos de los que la jurisprudencia del Tribunal Supremo mantuvo hasta que el Constitucional los anul¨® y abog¨® por una justicia universal sin restricciones: que haya espa?oles entre las v¨ªctimas y, de no haberlos, que los demandantes deban demostrar previamente que la justicia de su pa¨ªs no ha actuado o que es incapaz de hacerlo. Son l¨ªmites en principio razonables para evitar que la justicia universal se desnaturalice y banalice y que la Audiencia Nacional se convierta, por falta de filtros convenientes, en foco de atracci¨®n de demandas que no van a ninguna parte y en nada contribuyen a la situaci¨®n de los derechos humanos en determinados pa¨ªses, adem¨¢s de crear roces diplom¨¢ticos y dificultar las relaciones entre Estados.
La jurisdicci¨®n universal ejercida por la Audiencia Nacional ha cosechado ¨¦xitos notables, y no s¨®lo con el caso Pinochet, en la persecuci¨®n de los cr¨ªmenes contra la humanidad. Limitarla no tiene por qu¨¦ impedir que siga teni¨¦ndolos; evitar¨¢ actuaciones que son un brindis al sol o que s¨®lo provocan frustraci¨®n de las v¨ªctimas.
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