Un viejo gigante en un nuevo mundo
Como en un filme de Hollywood, Estados Unidos se salv¨® en el ¨²ltimo minuto. Lo mejor es que el S¨¦ptimo de Caballer¨ªa surgi¨® de dentro. Al principio, un pu?ado de activistas, m¨²sicos, actores, cineastas y escritores dijeron que no reconoc¨ªan a su pa¨ªs en lo que George W. Bush hac¨ªa dentro y fuera; luego, una marea humana termin¨® llevando a Obama a la Presidencia. Durante a?os, seguiremos escribiendo la cr¨®nica de esta redenci¨®n in extremis.
Dicen que El mundo despu¨¦s de USA, de Fareed Zakaria, es el libro de cabecera de Obama en pol¨ªtica internacional. Puede serlo perfectamente. Desde su llegada a la Casa Blanca, Obama practica una nueva forma de relacionar al gigante norteamericano con el mundo. Se acabaron la agresividad, el ordeno y mando, el conmigo o contra m¨ª, el permanente esgrimir el garrote de la era Bush.
El mundo despu¨¦s de USA
Fareed Zakaria
Traducci¨®n de Carmen Mart¨ªnez Gimeno
Espasa. Madrid, 2009
239 p¨¢ginas. 21,90 euros
C¨®mo se destruye una democracia. Carta de advertencia a un joven patriota sobre el fin de Am¨¦rica
Naomi Wolf
Edici¨®n de Francisco Villegas
Traducci¨®n de Mar¨ªa Fern¨¢ndez
Ellago. Pontevedra, 2009
261 p¨¢ginas. 25 euros
Podr¨ªamos llamarlo pragmatismo progresista. Obama no comulga con el mesianismo neoconservador de su predecesor, no quiere cambiar el mundo a imagen y semejanza de los Estados Unidos de la Biblia y el fusil. Y no otra cosa recomienda Zakaria. Ya en los ¨²ltimos a?os de Bush, cuando la guerra de Irak evidenciaba los l¨ªmites del poder estadounidense y el prestigio de Washington estaba por los suelos, el analista de Newsweek se?alaba en sus art¨ªculos que el siglo XXI no ser¨ªa el del imperio de las barras y estrellas, sino francamente multipolar. Y ¨¦sta es la idea central de El mundo despu¨¦s de USA, publicado en ingl¨¦s en mayo de 2008.
Zakaria estudia el crecimiento de pa¨ªses como China, India, Brasil, Rusia, Sur¨¢frica, Canad¨¢ y Turqu¨ªa, y constata que muchas de las novedades tecnol¨®gicas, econ¨®micas, culturales o arquitect¨®nicas ya no proceden de Nueva York o Los ?ngeles, sino de Shanghai, Bombay o S?o Paulo.
En consecuencia, Estados Unidos debe actuar como primus inter pares, definiendo objetivos, forjando alianzas, compartiendo la toma de decisiones, repartiendo responsabilidades. "?Puede Washington aceptar de verdad un mundo con tal diversidad de voces y puntos de vista? ?Puede prosperar en un mundo que no es capaz de dominar?", se interroga Zakaria. Desde hace unos cuantos meses, Obama est¨¢ respondiendo positivamente a tales preguntas.
So pretexto de lucha contra el terrorismo, la era de Bush supuso tambi¨¦n un terrible retroceso de las libertades y los derechos en la mism¨ªsima metr¨®poli. En su momento (abril de 2007), la ensayista Naomi Wolf lo denunci¨® en C¨®mo se destruye una democracia, libro reci¨¦n publicado en castellano. Para Wolf, lo que pasaba en su pa¨ªs se iba asemejando al fascismo, porque para emplear este t¨¦rmino, se?ala en su libro, no son necesarios botas y correajes de cuero, basta con que el poder esp¨ªe, detenga y torture a placer y en el coraz¨®n del ciudadano anide el temor a disentir de su Gobierno y de la mayor¨ªa. Escrito en la mejor tradici¨®n del panfleto a lo Thomas Paine, el libro de Wolf puede complementarse con la lectura de The Dark Side, de Jane Mayer, obra de 2008 no publicada en Espa?a que detall¨® la profunda perversi¨®n de los genuinos ideales estadounidenses que supuso la pol¨ªtica antiterrorista de Bush.
Hac¨ªa falta valor para decir en tiempos de Bush lo que dijeron Wolf y Mayer, pero si hay algo genuinamente americano es, precisamente, el coraje en defensa de la libertad. -
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