El hombre del im¨¢n
Lleg¨®, comi¨® -en Casa Lucio, su restaurante favorito- habl¨® durante treinta minutos y se fue. Con su magnetismo intacto y la habilidad para hacer creer a su interlocutor que le dedica plena atenci¨®n, Clinton demostr¨® que est¨¢ en plenas facultades. Tras comer -de una a dos y media- con una veintena de personas, entre ellas Mar¨ªa y Rafael del Pino, Mart¨ªn Varsavsky y Pl¨¢cido Arango, una caravana de seis coches le traslad¨® a la Universidad Europea de Madrid. Durante algo m¨¢s de media hora, Clinton -62 a?os, delgado, buen color- salud¨® a los invitados. Apret¨®n de manos firme, sin exagerar, y mirada directa. "Trato de entender la dureza de la crisis en Espa?a, con el gran crecimiento que hubo. La afluencia de inmigrantes y el crecimiento me recuerdan lo que pas¨® en Nevada y Arizona". Y la evocaci¨®n de Felipe Gonz¨¢lez y su visita a la Casa Blanca en 1993: "Qu¨¦ gran tipo. Intento mantener el contacto con ¨¦l...". Unas frases para cada uno: Alejandro de la Joya, consejero delegado de Ferrovial Agrom¨¢n; Javier Mart¨ªnez, presidente de Walt Disney Espa?a; Isabel Aguilera, ex presidenta de General Electric para Espa?a; Amadeo Petitb¨®, director de la Fundaci¨®n Rafael del Pino; Jorge Valdano, de la Escuela de Estudios Real Madrid... "Es cercano, pr¨®ximo, tiene muchos registros, habla con un empresario e inmediatamente con un estudiante", conf¨ªa la rectora, ?gueda Benito.
Gracias a que la universidad pertenece a la red Laureate -43 instituciones, medio mill¨®n de alumnos en el mundo- que don¨® a la Iniciativa Global Clinton 1.000 becas de formaci¨®n, no se aplican las tarifas habituales del ex presidente, cercanas a los 400.000 d¨®lares. A las 4 y 8 minutos, Clinton empieza: con un caf¨¦ en la mano, para no dormirse, porque lleva una semana de locura, propone la universidad como gran met¨¢fora "del tipo de mundo que queremos", describe este siglo como el de la interdependencia, analiza la crisis en t¨¦rminos sencillos e invita a los j¨®venes a ser "la generaci¨®n del c¨®mo", la que pregunte por c¨®mo hacer las cosas para que el mundo funcione mejor. El mundo de Clinton. En treinta minutos exactos.
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