'Youtubeando'
?Qu¨¦ gracia! Ya hasta los c¨®digos de humor han cambiado, o las maneras de provocar la risa. Dicho as¨ª, parece que quien habla es la voz de la ancianidad no adaptada a los tiempos modernos. Pero no. Es la constataci¨®n de un hecho, porque pr¨¢cticamente en los tiempos que corren ya no se cuentan chistes. Bueno, suerte que "siempre nos quedar¨¢ Argui?ano" para poder explicar a las futuras generaciones lo que es el arte de contar chistes.
Y es que est¨¢s charlando mientras tomas un caf¨¦, y... ?c¨®mo vas a contar un chiste si cualquier intento de conversaci¨®n ser¨¢ interrumpida por la cantinela de un m¨®vil? Como para intentarlo. Y en las cenas tampoco se lleva eso de contarlos, no. Ya no. Porque en cualquier reuni¨®n que se precie -cena, fiesta, poteo, boda,...- ahora lo que se comenta y de lo que se habla es de los v¨ªdeos de YouTube. ?A que s¨ª?
Otro cambio curioso es la amistad bien entendida, pero al estilo Facebook
Y es que se empieza a comentar y no se para. De uno se salta a otro. Eso s¨ª, se cuenta siempre por bloques tem¨¢ticos, como los chistes: que se empiezan a contar los de Jaimito, o los de Lepe, o los verdes... Con YouTube pasa igual. Te empiezan a contar v¨ªdeos impresionantes de bichos, por ejemplo, y lo primero que haces al llegar a casa es ir al ordenador para entrar en el v¨ªdeo donde puedes ver hasta una ara?a haci¨¦ndose su telara?a. Y, el mundo YouTube de las ca¨ªdas es inagotable. Tambi¨¦n puedes ver las cosas m¨¢s impresionantes que suceden o se ven en los viajes, o los inventos m¨¢s alucinantes, como el de una especie de m¨¢quina-burro que camina por el monte. O te ense?a a doblar una camiseta con un solo gesto, o hay anuncios curiosos, o im¨¢genes de bailes, de coches que se estrellan. ?hasta las pel¨ªculas se promocionan ya v¨ªa YouTube!
La repanocha suele ser que en la cena alguien tenga un iPhone y empiece a ense?ar los v¨ªdeos descubrimiento que cada uno tiene. No, ya no hay quien se arranque a chistes. Es que no pega. Es como que eso pertenece a la ¨¦poca del blanco y negro.
Nuestra sociedad sufri¨® una gran transformaci¨®n con lo de la prohibici¨®n a cantar en los bares, porque antes de que empezara la moda de prohibir berrear en bares y restaurantes, toda cena que se preciara ten¨ªa que terminar echando unos c¨¢nticos. Incluso en los poteos se hac¨ªa un repaso a las rancheras o los hits de los a?os sesenta. Pero, de repente, hasta la tasca m¨¢s inmunda puso un aparatejo de m¨²sica, junto a un cartel que cantaba "Prohibido cantar", y se termin¨® la canci¨®n.
Ahora con lo de los chistes est¨¢ pasando tres cuartos de lo mismo. Bueno, lo mismo, lo mismo, no, porque no hay prohibici¨®n, pero hay un cambio de h¨¢bitos.
Otro cambio curioso es la amistad bien entendida, pero al estilo Facebook. Es la v¨ªa de cotilleo m¨¢s incre¨ªble. Total, ya no tienes ni que bajar a comprar el pan. Ahora te enteras de lo que hacen tus amigos sin tener que cruz¨¢rtelos por la calle. Hasta te enteras de lo que piensan los amigos de tus amigos con los que normalmente ni te paras a hablar. Y es un enlace estupendo contra la sensaci¨®n de soledad, porque lo genial, es que puedes contabilizar los amigos que tienes. El otro d¨ªa escuch¨¦ una conversaci¨®n en la que un chico, en plan satisfecho, galleaba diciendo: "Yo tengo 253 amigos en Facebook". Y suelta el otro, fardando: "Bah, eso no es nada, yo tengo m¨¢s de mil, y adem¨¢s en todo el mundo".
Yo no sab¨ªa ya si estaba sumergida en la modernez virtual o en un chiste de Jaimito, pero me fui corriendo a mi p¨¢gina de Facebook a ver cu¨¢ntos amigos ten¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.