Vuelve a ser la hora de Barcelona
Celebramos estos d¨ªas el 30 aniversario de la llegada de la democracia a los ayuntamientos de nuestro pa¨ªs. Aqu¨¦l fue, sin duda, un hecho hist¨®rico, excepcional. Un nutrido grupo de hombres y mujeres iniciaba su andadura con la esperanza de subsanar las injusticias de la dictadura e introducir la modernidad. Barcelona lo celebra esta misma tarde. El Sal¨® de Cent reunir¨¢ al actual Consistorio con parte del equipo de gobierno que se puso manos a la obra aquel 1979. Aquella generaci¨®n, que entonces comenzaba su actividad pol¨ªtica, hoy, salvo alguna excepci¨®n, permanece alejada del d¨ªa a d¨ªa. Pero no por ello debemos olvidarla. Nos sentimos deudores de su compromiso y les rendimos un homenaje sincero. Hicieron un trabajo inmenso y supieron dejar paso a nuevas generaciones: las que crecimos con la democracia y que hoy estamos al frente de los ayuntamientos.
Ellos tuvieron que enfrentarse a retos impresionantes. Supieron culminar una primera etapa transformadora de las ciudades, y con ello contribuir a vertebrar el pa¨ªs. Hoy, sin embargo, los retos son distintos. Los cambios sociales se suceden a vertiginosa velocidad y debemos estar atentos y anticipar respuestas y soluciones. Se trata, ahora, de dar solidez, coherencia y cohesi¨®n a las ciudades, abordando la complejidad desde la proximidad. Y de articular proyectos compartidos en una sociedad cambiante. ?sto pasa por el liderazgo municipal, la implicaci¨®n cr¨ªtica pero activa de la sociedad civil y el di¨¢logo franco, constructivo y permanente con la ciudadan¨ªa.
Un total de 30 a?os despu¨¦s, y partiendo de unos cimientos muy bien asentados, emprendemos una etapa renovada de transformaci¨®n urbana y econ¨®mica acorde con los par¨¢metros de los nuevos tiempos. Y los tiempos demuestran que las tesis que abogaban por el reinado exclusivo del mercado sin apenas contrapeso de los poderes p¨²blicos ten¨ªan los pies de barro. Los valores que inspiran esta manera de hacer y entender las cosas son la ant¨ªtesis de los valores que Barcelona personifica.
El modelo neoliberal pod¨ªa haber puesto en peligro la cohesi¨®n social, algo que en Barcelona no ha ocurrido, ni permitiremos que ocurra, ante retos como la inmigraci¨®n o las crecientes demandas de servicios y equipamientos. Pod¨ªa haber sometido a la ciudad a las inercias puramente financieras o inmobiliarias, pero la construcci¨®n f¨ªsica de Barcelona se ha hecho y se continuar¨¢ haciendo priorizando los intereses colectivos y la calidad del espacio p¨²blico. Y los valores con los que estamos siendo capaces de fortalecer la cohesi¨®n y transformar la ciudad tambi¨¦n nos conducir¨¢n, nos est¨¢n conduciendo, a articular las formas de la nueva econom¨ªa que Barcelona necesita a partir de un cambio en los patrones de crecimiento.
Bienvenida sea la voluntad expresada por el presidente Zapatero de construir un nuevo modelo econ¨®mico; sabe de d¨®nde tomar ejemplo: de Barcelona. Fuimos la f¨¢brica de Espa?a, y ahora seremos la f¨¢brica de la nueva econom¨ªa. Con la diversificaci¨®n como estrategia, con la creatividad y la innovaci¨®n como factor diferencial, con el talento, el conocimiento y la formaci¨®n como materia prima. Si algo pone de relieve la crisis es que de poco sirven las soluciones del pasado, aunque a veces quieran volver disfrazadas de modernidad. Muchas cosas no seguir¨¢n igual, ni pueden seguir igual.
No es lo mismo una ciudad que s¨®lo conserva y no progresa, antigua que contempor¨¢nea, acomplejada que innovadora, derrotista que confiada. La crisis est¨¢ evidenciando la validez o el fracaso de determinados modelos, y el proyecto que Barcelona est¨¢ desarrollando, en s¨ª mismo y en contraste con otras realidades urbanas, se muestra como una propuesta viable y fiable de construir ciudad.
Barcelona est¨¢ preparada para situarse a la cabeza con nuevas ideas y nuevas ambiciones, nuevas realidades y nuevas oportunidades. Barcelona encara su futuro con confianza, con una mirada positiva, y de la mano de un Ayuntamiento joven y con buena salud. Lo hace convencida de que la ciudad es el mejor activo en la lucha contra la crisis. Y lo hace a pie de calle, de cerca: barrio a barrio. Y al mismo tiempo, con la responsabilidad y el orgullo de ser, m¨¢s y mejor, capital de Catalu?a, motor de progreso en Espa?a y centro de referencia de la Europa Mediterr¨¢nea.
Vuelve a ser la hora de Barcelona. Tomen buena nota de ello. Nos enorgullece el pasado, pero sobre todo nos entusiasma el futuro. As¨ª debe entenderse la Barcelona de hoy, la que vive de lleno el siglo XXI, la que est¨¢ m¨¢s cerca de 2020 que de 1992.
Jordi Hereu, es alcalde de Barcelona.
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