Un artesano del cine

El estudio del realizador est¨¢ en un viejo inmueble del centro de Lisboa. Un piso de techos altos y suelo de madera, que un d¨ªa alberg¨® una ¨®ptica, es el taller donde el cineasta da forma a sus pel¨ªculas, a caballo entre el documental y la ficci¨®n. Sentado junto a la mesa de montaje, con una vista privilegiada a la plaza de Rossio, Pedro Costa (Lisboa, 1959) no se inmuta cuando le comento que la revista Cahiers du Cin¨¦ma lo ha presentado como uno de los nombres m¨¢s relevantes del cine portugu¨¦s de los ¨²ltimos a?os. Es consciente de su condici¨®n de cineasta de minor¨ªas, con una obra poco acomodaticia para exhibidores y distribuidores, que retrata "tal cual" a la gente que vive mal.

En Espa?a no se ha estrenado ninguna de las pel¨ªculas de Pedro Costa, llamado a ser uno de los protagonistas de esta edici¨®n de PhotoEspa?a, que se inaugurar¨¢ el pr¨®ximo 3 de junio en el Matadero de Madrid, con un cortometraje y tres de sus audiovisuales (a partir de material rodado para las pel¨ªculas). Al mismo tiempo, la Filmoteca proyectar¨¢ toda su obra cinematogr¨¢fica en un ciclo dedicado al realizador portugu¨¦s. "Como mis pel¨ªculas son cada vez menos vistas, y tengo menos acceso a las salas comerciales, acepto participar en muestras como PhotoEspa?a". Acaba de regresar de Cannes, donde present¨® en la Quincena de Realizadores su ¨²ltima pel¨ªcula Ne change rien (2009), un retrato de la actriz y cantante francesa Jeanne Balibar. "La conoc¨ª hace siete a?os, cuando grababa el primer disco. No es un documental musical al uso, como los Rolling Stones filmados por Scorsese, ni el cl¨¢sico a base de entrevistas. Me interesaba otra cosa. Quer¨ªa hacer una pel¨ªcula sobre el trabajo de una cantante que me gusta mucho, como hice anteriormente una pel¨ªcula sobre el montaje de cine. Quer¨ªa darle una forma diferente".

Costa siente devoci¨®n por el trabajo de Jean-Marie Straub y Dani¨¨le Huillet, la pareja de cineastas franceses que hasta el ¨²ltimo d¨ªa trabajaron en la mesa de montaje con la moviola. En su pel¨ªcula ?D¨®nde yace tu sonrisa escondida? (2000), rinde homenaje al trabajo del matrimonio. Toda una lecci¨®n de cine. Los tres comparten una manera de entender y hacer cine: planos fijos, est¨¢ticos, largos, sonido directo, actores no profesionales, austeridad en el montaje, sin concesiones. "Pretendo trabajar como antes, como si estuviera en una mesa de montaje de cine, y con una peque?a c¨¢mara de v¨ªdeo como si filmara con una de 16 o 35 mil¨ªmetros. Es posible, porque las m¨¢quinas son m¨¢quinas y quien hace la pel¨ªcula es la persona". En 1997 film¨® su ¨²ltima pel¨ªcula en cine, Ossos. Compr¨® una peque?a c¨¢mara de v¨ªdeo por mil euros, y desde entonces es el realizador y el operador de sus pel¨ªculas. Los equipos humanos y materiales se redujeron dr¨¢sticamente, y actualmente trabaja con cuatro o cinco personas.

"Intent¨¦ encontrar mi Hollywood, y acab¨¦ encontr¨¢ndolo". Fue en ?frica, en Cabo Verde, antigua colonia portuguesa. Durante el rodaje de Casa de Lava (1994), en la isla de Fogo, comenz¨® la mutaci¨®n de Pedro Costa. "Sent¨ªa que no estaba haciendo la pel¨ªcula que quer¨ªa. Hice algo irracional y arriesgado. Empec¨¦ a boicotear la propia pel¨ªcula, al productor, a todo el equipo, a m¨ª mismo. Cog¨ªa la c¨¢mara, me iba de buena ma?ana con tres t¨¦cnicos de imagen y uno de sonido, mientras m¨¢s de 30 personas quedaban esperando. Sent¨ª tambi¨¦n que me gustaba m¨¢s filmar a personas sin experiencia en el cine que a actores profesionales".

Tras el rodaje de Casa de lava, conoci¨® Fontainhas, un barrio de inmigrantes caboverdianos en la periferia de Lisboa, hoy demolido. All¨ª se produjo el gran cambio personal y profesional de Pedro Costa. "Encontr¨¦ una especie de comunidad, de solidaridad, de alegr¨ªa extra?a, tristeza, violencia, y tambi¨¦n ternura". Durante 10 a?os Costa trabaj¨® con los habitantes de aquel barrio para hacer las tres cintas que componen su trilog¨ªa m¨¢s importante: Ossos (1997), En el cuarto de Vanda (2000) y Juventud en marcha (2006). "Estando all¨ª, todos los d¨ªas aprendes cosas y no todas buenas. Por ejemplo, siento que emocionalmente me volv¨ª m¨¢s violento, y pol¨ªticamente, tambi¨¦n".

Costa pretende hacer algo que el cine hace poco, dif¨ªcil de describir, que no es el documental, "me parece d¨¦bil formalmente", que no es ni una cosa ni otra, "ni mucho arte ni poco trabajo". ?Y el p¨²blico? "Pienso en personas antes que en espectadores o p¨²blico. No consigo que muchas personas est¨¦n dispuestas a ver mis pel¨ªculas sin una idea preconcebida. Desgraciadamente, el 90% de las personas que entran en una sala esperan ver lo que ya vieron. Cuando ven algo diferente se asustan y se marchan".