Cr¨ªticas a los Obama por una noche de teatro en Nueva York

A veces, cumplir promesas no es del todo gratificante. Barack Obama prometi¨® a su esposa, Michelle, que cuando la larga campa?a electoral pasara y cierta normalidad volviera a sus vidas, la llevar¨ªa a cenar y al teatro en Nueva York. Pues bien, eso fue lo que hizo el presidente estadounidense el pasado fin de semana y la escapada rom¨¢ntica le est¨¢ costando un dolor de cabeza.

Desde las filas republicanas se ha criticado la poca sensibilidad y el dispendio del presidente cuando el pa¨ªs vive la peor crisis econ¨®mica de su historia desde la Gran Depresi¨®n de los a?os treinta. Dice el partido en la oposici¨®n que es una falta de tacto que mientras General Motors (GM) se deslizaba hacia la suspensi¨®n de pagos y miles de familias a lo largo y ancho de EE UU luchan cada d¨ªa para pagar sus facturas, Barack y Michelle tomaran el avi¨®n presidencial (el Gulfstream 500, una versi¨®n m¨¢s peque?a que el Air Force One, total, Nueva York est¨¢ al lado de Washington) y se fueran a cenar y divertirse como si tal cosa a la Gran Manzana.

Que conste que el presidente y su pareja pagan de su bolsillo todas las cenas privadas que hacen fuera -tambi¨¦n pagan las comidas en la Casa Blanca-. No se critica el uso del avi¨®n (ning¨²n estadounidense en su sano juicio pedir¨ªa al presidente viajar en una l¨ªnea comercial ya que su seguridad no estar¨ªa del todo garantizada ni el servicio secreto lo permitir¨ªa). Lo que se critica es "el mal gusto" de los Obama y su falta de tacto. La portavoz del Comit¨¦ Nacional del Partido Republicano, Gail Gitcho, lo expres¨® con claridad: "Si quer¨ªan ir al teatro... ?no era el Centro Kennedy de Washington lo bastante bueno para ellos?". La Casa Blanca calla.