Ni funcionarios ni precarios
Entre la temporalidad y el empleo fijo, cien economistas proponen una tercera v¨ªa para flexibilizar el trabajo - El coste del despido no es lo ¨²nico que hay que revisar
El mercado laboral espa?ol es el m¨¢s flexible de Europa. Y tambi¨¦n el m¨¢s r¨ªgido. S¨ª, a la vez. Por eso, quien m¨¢s, quien menos, corrobora que el espa?ol es un mercado laboral enfermo. Diagn¨®stico: esquizofrenia. Cuando ha reinado la bonanza econ¨®mica, ha sido capaz de generar a todo gas m¨¢s de siete millones de puestos de trabajo en una d¨¦cada, la mayor¨ªa en sectores de baja productividad como la construcci¨®n. Pero en las fases recesivas, demuestra ser un globo f¨¢cil de pinchar, un bluf. De golpe, en un a?o, se ha evaporado m¨¢s de un mill¨®n de empleos. En mayo hubo alivio, pero el list¨®n de los cinco millones de parados sigue a la vista.
Gobierno, empresarios y sindicatos desean que, de esta ruina econ¨®mica, el mercado laboral salga, si no completamente curado, s¨ª al menos un poco m¨¢s sano. El problema radica en que se pongan de acuerdo sobre la medicina a tomar. El objetivo del Ejecutivo es la cuadratura del c¨ªrculo, una tercera v¨ªa que no entierre derechos sociales y que bendigan todas las partes. El manifiesto a favor de un contrato ¨²nico (indefinido y con un coste de despido creciente con la antig¨¹edad), respaldado por un centenar de economistas, se propone como esa tercera v¨ªa, aunque la iniciativa ha suscitado rotundo rechazo sindical y ya se ha gestado su correspondiente contramanifiesto.
El Gobierno condiciona la iniciativa al acuerdo entre las partes
Los firmantes creen que sin estabilidad no habr¨¢ otro modelo productivo
Un manifiesto apoya un contrato ¨²nico con indemnizaci¨®n creciente
Espa?a destaca en Europa por el coste elevado del despido improcedente
En 2006 se pact¨® un contrato de fomento del empleo con 33 d¨ªas por rescisi¨®n
UGT: "Pueden destruirse un mill¨®n de empleos de un plumazo"
El Gobierno se muestra abierto a la iniciativa, pero la condiciona a que suscite acuerdo entre las partes. Y no es el caso. "S¨®lo se har¨¢ aquello que acuerden los agentes sociales. Y est¨¢ claro que desde posiciones extremas ser¨¢ dif¨ªcil alcanzar un pacto", enfatiza la secretaria general de Empleo, Maravillas Rojo, que declina pronunciarse en concreto sobre un manifiesto del que es firmante el nuevo secretario de Estado de Econom¨ªa, el profesor de IESE Jos¨¦ Manuel Campa. "Toda propuesta necesita tener en cuenta lo que ya existe, debe refundirse, integrarse", a?ade Rojo, en alusi¨®n a las distintas tipolog¨ªas de indemnizaciones vigentes ya en caso de ruptura de contrato y hasta 40 clases de bonificaciones que hay para incentivar la contrataci¨®n.
Un ejemplo de algo que ya existe y que la secretaria de Empleo "ver¨ªa bien ampliar" a m¨¢s trabajadores: el contrato de fomento del empleo indefinido que, desde 1997, se ha ido introduciendo para varios colectivos -los de mayores de 45 a?os, los j¨®venes de hasta 30 a?os, los parados que lleven seis meses sin empleo, todos los discapacitados, las mujeres contratadas en sectores copados por hombres o los contratos que pasen de temporales a fijos-. Este contrato, reforzado a ra¨ªz de la reforma laboral de 2006, y del que se firmaron 236.380 en 2008, tiene de gancho para el empresario un coste de despido de 33 d¨ªas por a?o trabajado, con tope de 24 mensualidades, en lugar de los 45 d¨ªas en caso de despido objetivo improcedente, con tope de 42 mensualidades.
"Una posible v¨ªa de soluci¨®n ser¨ªa extender esta modalidad de contrataci¨®n indefinida (con 33 d¨ªas de indemnizaci¨®n por despido y 24 mensualidades) al colectivo que en 2006 qued¨® fuera: hombres trabajadores entre 30 y 45 a?os de edad. ?Por qu¨¦ no? En 2006 hubo una v¨ªa de acuerdo que podr¨ªa ampliarse", comenta Rojo, quien no aclara si eso va a ser una propuesta formal del Gobierno a las partes. En todo caso, el Ejecutivo asegura querer combatir la esquizofrenia, la "dualidad" del mercado laboral espa?ol. El alud de bonificaciones para la contrataci¨®n indefinida a partir de 2006 ha ayudado a incorporar al mercado laboral a algunos colectivos "pero no est¨¢ bastando para crear nuevo empleo", admite el Gobierno.
Recapitulemos. ?Por qu¨¦ afirman los sindicatos que el mercado laboral espa?ol es el m¨¢s flexible? Cada ma?ana, casi un tercio de los ciudadanos que van al tajo penden de un empleo tan fr¨¢gil como la choza de paja del cuento de Los tres cerditos, que, al primer soplido de crisis, se derrumba. Con el deterioro econ¨®mico, la primera grasa que se quitan las empresas con problemas sobrevenidos de sobrepeso es la del empleo temporal, porque de esos contratos con fecha de caducidad es posible prescindir a cambio de muy poco dinero (ocho d¨ªas por a?o trabajado); a veces, el coste es cero. Los temporales lo tienen dif¨ªcil para alquilar un piso, no digamos para obtener un cr¨¦dito. Carecen de estabilidad laboral y los empresarios no se sienten incentivados a invertir en formarles.
?Por qu¨¦ proclaman entonces los empresarios que el espa?ol es el mercado laboral m¨¢s r¨ªgido? Cuesti¨®n de analizar qu¨¦ ocurre con los restantes dos tercios de los trabajadores con n¨®mina. Por seguir con el cuento de los cerditos, su casa est¨¢ construida a prueba de en¨¦rgicos soplidos, a prueba de recesi¨®n. No es que, pase lo que pase, el empresario est¨¦ obligado a quedarse con la plantilla. "En la pr¨¢ctica, en Espa?a existe ya el despido libre, lo que ocurre es que es caro", resume Jos¨¦ Antonio Sagardoy, presidente del despacho especializado en Derecho Laboral Sagardoy Abogados.
Romper un contrato indefinido sale m¨¢s costoso en Espa?a que en la mayor¨ªa de pa¨ªses vecinos: son 45 d¨ªas por a?o trabajado, con un tope de 42 mensualidades, a menos que se trate de despidos procedentes, en que la indemnizaci¨®n es de 20 d¨ªas. Y jugar con requerir de m¨¢s o menos manos en funci¨®n de los vaivenes de la cambiante demanda se complica para las empresas, a lo que se suman los cors¨¦s de los que a veces peca la negociaci¨®n colectiva. Sagardoy realiz¨® hace un tiempo un estudio comparado sobre el coste del despido improcedente de un trabajador que llevara 10 a?os en la misma empresa, con una remuneraci¨®n anual de 24.000 euros. La indemnizaci¨®n en Espa?a ser¨ªa de 36.031 euros, frente a los 5.917 euros de Dinamarca, los 6.443,5 euros de Irlanda.
Holanda, donde el resultado no ser¨ªa tan distinto (35.505 euros) introdujo el a?o pasado una rebaja del coste del despido a 15 d¨ªas por a?o trabajado para los menores de 40 a?os, explica el profesor de econom¨ªa holand¨¦s Marcel Jansen, que ense?a en la Universidad Carlos III y que es uno de los promotores del manifiesto por el contrato ¨²nico que ha acabado de caldear el debate sobre la reforma laboral. Fuentes de la negociaci¨®n aseguran que, "para el Gobierno, no est¨¢ archivado". Los sindicatos dicen no.
"Esta propuesta busca perpetuar la precariedad y detr¨¢s de ellas se esconde la pretensi¨®n de que Espa?a no puede salir de la crisis sin abaratar el despido. Si todos reconocen que el origen del problema no es laboral, una reforma ser¨ªa un remedio que no producir¨ªa los efectos deseados", replica Toni Ferrer, secretario de Acci¨®n Sindical de UGT, para quien "hablar de rigidez laboral cuando pueden destruirse de un plumazo m¨¢s de un mill¨®n de empleos es un chiste".
"En el mercado de trabajo espa?ol hay flexibilidad, pero es una flexibilidad muy mal repartida, insolidaria e injusta, porque recae s¨®lo sobre los temporales. ?Nunca vamos a cambiar de modelo productivo si no contamos con unas relaciones laborales estables!", enfatiza Jansen, molesto por el hecho de que el debate p¨²blico sobre su propuesta se limite a lo que cuesta el despido. "No buscamos abaratar el despido, sino distribuir de forma m¨¢s equitativa la situaci¨®n y dar m¨¢s flexibilidad al mercado laboral sin quitar derechos". Los sindicatos afirman lo contrario. "?stos no tienen el monopolio de hablar del mercado laboral y no parece importarles mucho la situaci¨®n de los temporales", espeta otro de los firmantes, Javier D¨ªaz Gim¨¦nez, profesor de IESE, quien enfatiza que, de los 19 millones de trabajadores, 11 millones son contratos "indefinidos extraprotegidos, casi blindados", frente a siete millones "en precario, muchos de ellos aut¨®nomos formales".
El manifiesto propone una ¨²nica modalidad de contrato indefinido (hoy existen 17) para todos los nuevos contratos (no los vigentes). Pero el tope m¨¢ximo para el aumento -progresivo- de las indemnizaciones en caso de rescisi¨®n se pide que quede por debajo de los 45 d¨ªas. Propone incentivar la b¨²squeda de empleo graduando la prestaci¨®n por paro de forma que sea mayor al principio y vaya menguando despu¨¦s. Durante lo peor de la crisis, propone alargar la protecci¨®n de los parados. Tambi¨¦n sugiere abrir al sector privado las pol¨ªticas activas para ayudar a recolocar a un desempleado, en competencia con el Inem, como en Dinamarca o los Pa¨ªses Bajos. O superar la negociaci¨®n colectiva all¨ª donde las empresas se pongan de acuerdo con sus trabajadores.
"Toda la argumentaci¨®n de una reforma laboral no puede basarse s¨®lo en una comparativa sobre el coste del despido en Europa. No puede pasarse por alto toda la cultura de di¨¢logo social de nuestro pa¨ªs", reflexiona el catedr¨¢tico de Derecho del Trabajo Salvador del Rey, socio del ¨¢rea laboral, adem¨¢s, del bufete Cuatrecasas. Aun as¨ª, Del Rey considera "realistas" las propuestas que buscan "aproximar las indemnizaciones por despido entre el casi nada y el casi todo". Este catedr¨¢tico coincide con el diagn¨®stico de los economistas, pero expresa algunas dudas de que un contrato ¨²nico sea la respuesta adecuada "a un mercado cada vez m¨¢s diversificado, que no requiere respuestas parciales, sino un enfoque global". Recuerda que existe un tipo de temporalidad vinculada a la precariedad. Pero tambi¨¦n otra ligada a actividades estacionales como el turismo y la hosteler¨ªa. Los pro-manifiesto replican que el contrato ¨²nico puede ser a tiempo parcial para esos casos, que puede ser un contrato X por horas a la semana o al a?o.
El aspecto m¨¢s pol¨¦mico de la propuestas es ¨¦ste: el contrato unificar¨ªa las causas del despido. "S¨®lo se mantendr¨ªa la tutela judicial para los despidos por razones de discriminaci¨®n en la empresa. Entonces, la ley amparar¨ªa al trabajador. Creemos que la improcedencia siempre viene de alg¨²n tipo de discriminaci¨®n. Si la empresa tiene dificultades para sobrevivir, ?de veras es improcedente recortar la plantilla?", apunta desde la Universidad Aut¨®noma de Barcelona (UAB) el economista Jordi Caball¨¦. Ram¨®n G¨®rriz, secretario confederal de Acci¨®n Sindical de CC OO, se echa las manos a la cabeza. "Si se aplica, no habr¨ªa distinci¨®n entre despido procedente e improcedente. ?No ve que se busca un despido sin causa ni control judicial?", pregunta, tras subrayar, como Ferrer, que lo que hace falta es mayor protecci¨®n social y un nuevo modelo productivo en el que las empresas tengan m¨¢s flexibilidad interna.
La CEOE, que ha propuesto un contrato indefinido con dos a?os de empleo temporal previo e indemnizaciones de 20 d¨ªas por a?o trabajado, declin¨® participar en el reportaje. S¨ª remite al ¨²ltimo discurso de su presidente, Gerardo D¨ªaz Ferr¨¢n, en la Fundaci¨®n Antares. All¨ª dijo que "debemos superar el exceso de temporalidad". Dio algunas ideas sobre el c¨®mo: "Puede hacerse por la v¨ªa de alguna de las modalidades contractuales propuesta desde ¨¢mbitos acad¨¦micos o empresariales".
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