"Nuestras vidas est¨¢n en las novelas"
Durante unas vacaciones en el archipi¨¦lago de Estocolmo, en medio de veleros y casitas de pescadores, Stieg Larsson dijo que se aburr¨ªa. No aguantaba estar sentado todo el d¨ªa ante el mar y con un c¨®ctel en la mano. Su novia, Eva Gabrielsson, escrib¨ªa mientras un libro sobre la capital de Suecia y no le prestaba mucha atenci¨®n.
-Est¨¢s todo el d¨ªa ocupada y yo no tengo nada que hacer.
-Cari?o, ?qu¨¦ te parece explicar por qu¨¦ le regalaban flores a ese anciano cada vez que cumpl¨ªa a?os?
Gabrielsson se refer¨ªa a un relato breve que Larsson hab¨ªa escrito en 1997 y que contaba la historia de un abuelo que recib¨ªa flores de un remitente an¨®nimo. Esa escena es el comienzo de Los hombres que no amaban a las mujeres, el primer libro. As¨ª, por matar el tiempo en vacaciones, Stieg Larsson comenz¨® a tirar del hilo y se puso a escribir la trilog¨ªa Millenium.
En los pr¨®ximos dos a?os, hasta su muerte en noviembre de 2004, Larsson manchar¨ªa de tinta m¨¢s de 2.000 p¨¢ginas con una historia de g¨¦nero policiaco que ha cautivado al planeta.
La an¨¦cdota la cuenta Eva Gabrielsson, a trav¨¦s del e-mail, desde Estocolmo. Ella y Larsson fueron pareja durante 32 a?os, pero nunca se casaron. La muerte repentina del escritor, cuando ya hab¨ªa acordado publicar las novelas con la editorial Norstedts, y la falta de un testamento, hizo que los derechos de autor fueran a parar al padre de Larsson y a un hermano. Suman por ahora siete millones de euros, pero ella no recibe ni un euro.
"Stieg estar¨ªa muy enfadado con la situaci¨®n. Odiaba las injusticias y ¨¦sta, sin duda, lo es", cuenta Gabrielsson, arquitecta de profesi¨®n. "Por razones de seguridad no quisimos casarnos. Era m¨¢s seguro para Stieg (perseguido por grupos de extrema derecha) no aparecer en ning¨²n registro. ?l era un objetivo de los extremistas, que usan estos datos para tener informaci¨®n de sus v¨ªctimas", explica.
El incansable Larsson, trabajador y perfeccionista con sus textos hasta la obsesi¨®n, se cri¨® con sus abuelos maternos. No comenz¨® a vivir con sus padres hasta cumplir nueve a?os, justo cuando su abuelo muri¨® a los 56. A los 18 se independiz¨®, y tan s¨®lo un a?o despu¨¦s conoci¨® a Gabrielsson, el amor de su vida. "?l no ten¨ªa una estrecha relaci¨®n con sus familiares. Los ve¨ªamos cada dos o tres a?os", cuenta ella.
Gabrielsson ayud¨® a editar las novelas antes de que se presentasen a la editorial. Recuerda las noches en vela que pasaban los dos discutiendo la trama. "Su vida, mi vida y nuestras inquietudes est¨¢n plasmadas en las novelas. En ellos se habla mucho de nuestros amigos y las experiencias que vivimos juntos durante tantos a?os", dice. Larsson utiliz¨® en las novelas las descripciones de calles y distritos que ella hab¨ªa plasmado a?os atr¨¢s en un estudio sobre arquitectura.
Ella es una de las pocas personas que ha le¨ªdo el principio de una cuarta novela que comenz¨® a escribir Larsson. "No es como las otras tres de Millenium. Es muy diferente, aunque Lisbeth Salander y Mickel Blomkvist aparecen. Stieg me cont¨® la historia, pero no era nada definitivo, era m¨¢s bien un boceto", confiesa.
A Gabrielsson y Larsson les un¨ªa el amor por la naturaleza. Ella recuerda unas expediciones "memorables" en velero, entre amaneceres y tormentas, por el archipi¨¦lago de Estocolmo. Justo el lugar donde un adicto al trabajo, por tedio y aburrimiento, se puso a crear Millenium.
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