?Deflaci¨®n o estanflaci¨®n?
Los dos indicadores de coyuntura m¨¢s relevantes publicados en la semana ¨²ltima fueron el IPC y el ?ndice de Coste Laboral Armonizado (ICLA). El IPC sorprendi¨® relativamente, pues aunque ya se contaba con que la tasa de inflaci¨®n anual iba a continuar descendiendo, lo hizo en mayor medida de lo previsto. Por tercer mes consecutivo dicha tasa ha resultado negativa (-0,9%), lo que de nuevo ha dado pie a hablar de los peligros deflacionistas, es decir, a caer en una situaci¨®n en la que los precios y rentas disminuyen de forma generalizada y se forman expectativas de que esto va a ser persistente. Ello provoca un aumento de las deudas y tipos de inter¨¦s en t¨¦rminos reales y del ahorro, todo lo cual deprime cada vez m¨¢s el gasto en consumo e inversi¨®n productiva y alimenta una espiral a la baja de la que es muy complicado salir.
Las expectativas de que se mantenga la inflaci¨®n en tasas negativas de forma persistente no son muchas El problema planteado no es la deflaci¨®n, pero dentro de poco podr¨ªa ser la estanflaci¨®n
A pesar de que el IPC est¨¦ en tasas negativas, sigo creyendo que no vamos a caer en esta situaci¨®n. M¨¢s bien, la reducci¨®n de precios de la cesta de la compra es una bendici¨®n divina y forma parte de los mecanismos de la econom¨ªa para volver a una situaci¨®n de equilibrio y posibilitar la recuperaci¨®n. Es curioso que muchos comentaristas que claman constantemente, con raz¨®n, por una mayor flexibilidad de los mercados, ahora no entiendan que esa flexibilidad conduce precisamente a que muchos precios caigan cuando la demanda est¨¢ d¨¦bil. Tambi¨¦n se confunde la ca¨ªda de precios de algunos bienes (sobre todo industriales) con deflaci¨®n, cuando ello no es m¨¢s que el reflejo de las mayores ganancias de productividad que se obtienen en su producci¨®n frente a otros bienes, lo que provoca una constante modificaci¨®n de los precios relativos. Esta modificaci¨®n en los mercados de bienes y de factores productivos es la base de la asignaci¨®n de los recursos hacia las actividades m¨¢s eficientes y rentables, es decir, es el n¨²cleo del funcionamiento de una econom¨ªa de mercado.
Al analizar la evoluci¨®n de los componentes del IPC vemos c¨®mo est¨¢n funcionando los mecanismos se?alados. Los alimentos est¨¢n un 0,2% m¨¢s baratos que hace un a?o. Tampoco es que caigan mucho, la verdad, sobre todo si pensamos que hace un a?o esos precios se dispararon al incorporar subidas de las materias primas agr¨ªcolas. Adem¨¢s, la demanda est¨¢ muy d¨¦bil y los consumidores se pasan a la marca blanca y compran en los establecimientos m¨¢s baratos, todo lo cual hace que los productores y distribuidores tengan que afinar sus precios. Normal. No parece, por tanto, que porque los precios de la alimentaci¨®n caigan los consumidores pospongan sus compras (lo cual no estar¨ªa mal, porque as¨ª muchos adelgazar¨ªan).
Tambi¨¦n caen los precios de los bienes industriales no energ¨¦ticos, un 0,8%. Entre ellos se hallan los productos electr¨®nicos e inform¨¢ticos, los autom¨®viles y el vestido y el calzado. La mayor¨ªa de estos productos se importan, y con las ganancias de productividad de China y otros pa¨ªses productores y la apreciaci¨®n del euro, lo que sorprende es que dichos precios no caigan m¨¢s. En EE UU llevan a?os cayendo y son mucho m¨¢s baratos, precisamente porque los mercados funcionan mejor y hay m¨¢s competencia. Los importadores y distribuidores de muchos de estos productos se han puesto las botas estos a?os de atr¨¢s y a¨²n se las siguen poniendo. En cuanto a los precios de los servicios, de caer, nada, su tasa de inflaci¨®n a¨²n est¨¢ en el 2,6%. En todo caso, la inflaci¨®n negativa de -0,9% se explica fundamentalmente porque la del componente de energ¨ªa est¨¢ en -15,3%. Ello explica tambi¨¦n en su mayor parte que el diferencial de inflaci¨®n con la zona euro sea negativo. Pero, no porque los precios de la energ¨ªa est¨¦n hoy m¨¢s baratos que hace un a?o los consumidores dejamos de llenar los dep¨®sitos de combustible de nuestros coches esperando que a¨²n bajen m¨¢s. En definitiva, no se ve un proceso deflacionario por ning¨²n sitio.
Por ¨²ltimo, las expectativas de que se mantenga la inflaci¨®n en tasas negativas de forma persistente no son muchas. Ciertamente, a¨²n esperamos que ¨¦sta caiga por debajo del 1% en los dos pr¨®ximos meses, pero luego cambiar¨¢ de tendencia y acabar¨¢ el a?o por encima del 1%. La r¨¢pida subida que est¨¢ registrando el precio del petr¨®leo podr¨ªa acelerar el proceso. El problema no es la deflaci¨®n, dentro de poco puede ser la estanflaci¨®n. -
?ngel Laborda es director de coyuntura de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros (FUNCAS).
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