La oposici¨®n avisa que Berlusconi puede ser objeto de chantaje
Cuatro mujeres m¨¢s dicen que cobraron por ir a sus fiestas
La pol¨ªtica italiana enloquece ante los esc¨¢ndalos encadenados que rodean la vida privada del primer ministro. Las 5.000 fotos tomadas en Villa Certosa; el uso de los vuelos de Estado para trasladar a velinas y cantantes a Cerde?a, y las cintas y el v¨ªdeo grabados por Patrizia D'Addario, candidata de un partido coaligado al de Silvio Berlusconi, durante sus visitas a Palazzo Grazioli han disparado a la vez las alarmas y las paranoias.
Mientras la oposici¨®n critica la fragilidad de Berlusconi, y recuerda que las visitas masivas a sus fiestas le convierten en un primer ministro "susceptible de ser chantajeado", la mayor¨ªa busca enemigos debajo de las piedras. Varios miembros del partido que sostiene al Gobierno, el Pueblo de la Libertad, han acusado a los servicios de seguridad de no proteger bien a Berlusconi. Algunos culpan a su fiel vicepresidente, Gianni Letta, responsable de los servicios de informaci¨®n del Estado.
Ayer, eran ya al menos cuatro las mujeres o¨ªdas por los fiscales de Bari que dicen haber acudido a fiestas del Cavaliere a cambio de dinero. Pero Berlusconi sigue enrocado en su propia defensa: todo es mera "basura period¨ªstica", prueba de que hay un "plan subversivo" para sustituirle al frente del Gobierno por alguien "no elegido" en las urnas.
Durante un encuentro con la c¨²pula de Fiat y los sindicatos, el jefe del Ejecutivo neg¨® ayer los "rumores" que se?alan como beneficiario al gobernador de la Banca de Italia, Mario Draghi. Y confirm¨® su "plena colaboraci¨®n" con Giulio Tremonti, ministro de Econom¨ªa, tambi¨¦n citado por la prensa como posible heredero del liderazgo del centro derecha.
Conspiraciones
Cuando en Italia se habla de conspiraciones y servicios secretos, todas las miradas se dirigen a un hombre: Francesco Cossiga. El ex presidente de la Rep¨²blica y senador vitalicio ha confirmado al peri¨®dico de la familia Berlusconi, Il Giornale, que ese plan subversivo existe y que es Draghi quien mueve los hilos. Seg¨²n Cossiga, el complot es "transversal" e implica "al partido de La Repubblica" (se supone que se refiere al Partido Democr¨¢tico), el magnate Rupert Murdoch (due?o de Sky, competencia de Mediaset) y el l¨ªder democristiano Pierferdinando Casini.
Pero no hay consenso en la alucinaci¨®n. Aunque la veta abierta por el conservador Il Corriere della Sera al revelar la investigaci¨®n judicial de las fiestas con prostitutas desmiente toda posible conspiraci¨®n, el secretario de Estado del Interior, Alfredo Mantovano, sugiri¨® ayer que el instigador es el Gobierno espa?ol. "No quiero imputar de complot a Zapatero", dijo Mantovano, "pero que Espa?a no est¨¦ feliz de ver de nuevo a los [inmigrantes] clandestinos en sus costas me parece que es cierto. Como es cierto que EL PA?S es uno de los principales peri¨®dicos progubernamentales de Espa?a".
Elev¨¢ndose sobre el disparate, Gianfranco Fini cit¨® ayer la novela de Dino Buzzati El desierto de los t¨¢rtaros para resumir la tendencia de la pol¨ªtica italiana a "temer la agresi¨®n de qui¨¦n sabe qu¨¦ enemigo, externo o interno".
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