Cuba se acerca a la quiebra
La crisis econ¨®mica acrecienta las penurias y el malestar en la isla
La funeraria de Arroyo de Naranjo fue hace semanas escenario de una escena truculenta. En una noche aciaga para los familiares de los fallecidos en ese municipio habanero, en el lugar hab¨ªa s¨®lo dos tipos de ata¨²des: con hormigas o con comej¨¦n. "Si no quieren ¨¦stos, tienen que esperar", advirti¨® a los dolientes un empleado del tanatorio. Indignados, tras negarse a depositar all¨ª los restos de sus seres queridos, los deudos tuvieron que aguardar ?ocho horas! a la llegada de f¨¦retros en buen estado. La historia, contada recientemente por la revista Bohemia, es una m¨¢s de las que a diario suceden en Cuba, pero a muchos ha recordado los tiempos del Periodo Especial.
Aquella crisis galopante de los a?os noventa todav¨ªa marca la memoria de los cubanos y hace temblar a la gente. Entonces los apagones llegaron a ser de 12 y 14 horas diarias, el transporte p¨²blico casi desapareci¨®, cientos de empresas cerraron y la comida escase¨® hasta el punto que una epidemia de neuritis afect¨® a decenas de miles de personas.
"No puedo transferir un d¨®lar. No hay dinero", dice un empresario for¨¢neo
Hoy las cosas no est¨¢n tan mal como cuando desapareci¨® el bloque socialista, pero ya es m¨¢s que un rumor en la calle que Cuba se adentra en un "mini-Periodo Especial". Los s¨ªntomas de la crisis econ¨®mica, agravados por la depresi¨®n internacional, est¨¢n ah¨ª: f¨¢bricas trabajando a medio gas y otras paralizadas, producciones deprimidas, reducci¨®n de algunos productos de la libreta de racionamiento, como los frijoles o la sal; amenaza de apagones, que ya son una realidad en centros de trabajo y empresas del Estado que se pasan del "plan de consumo" establecido; anuncios de mayores "restricciones al consumo" y de "peores contingencias".
"Estamos en un momento verdaderamente complicado de nuestra historia", admiti¨® esta semana el asesor del Ministerio de Econom¨ªa Alfredo Jam.
La prensa cubana est¨¢ salpicada de datos y noticias que reflejan la magnitud de una crisis que para algunos es casi quiebra. El domingo pasado fue Juventud Rebelde, el diario de la juventud comunista cubana, el que revel¨® el impacto en el tejido industrial.
Ejemplo es el Combinado L¨¢cteo Escambray, que elabora helados que abastecen cuatro provincias centrales de la isla y vende quesos en el mercado internacional. Debido al dr¨¢stico programa de ahorro energ¨¦tico puesto en marcha el 1 de junio por el Gobierno, la empresa est¨¢ abocada a la debacle. El plan -que entre otras medidas establece apagar todos los aires acondicionados en el sector estatal al menos cinco horas al d¨ªa y los refrigeradores dos horas diarias- obliga a disminuir el consumo el¨¦ctrico en el Combinado L¨¢cteo m¨¢s de un 40%.
Si esto se cumple, "la actividad de la planta de helados quedar¨¢ constre?ida a solamente escasos d¨ªas", asegur¨® el "jefe energ¨¦tico" de la empresa, Benigno Gonz¨¢lez, que inform¨® de que incluso podr¨ªa cesar la producci¨®n a partir de septiembre.
En La Habana, basta tener que realizar unas pocas gestiones para percatarse de la situaci¨®n. En la mayor¨ªa de las tiendas y centros laborales no ponen el aire acondicionado hasta la una de la tarde. En algunos trabajos han readaptado el horario (por supuesto, acort¨¢ndolo) y en otros el cabreo de los empleados repercute tanto en el trato al p¨²blico como en el rendimiento.
La falta de liquidez es asfixiante. En lenguaje oficial, "las actuales tensiones financieras del pa¨ªs obligan a detener el comportamiento [de consumo el¨¦ctrico] registrado en el primer cuatrimestre del a?o" (Bohemia, 5 de junio). Hasta mayo se consumieron 40.000 toneladas m¨¢s de lo planificado, lo que, de mantenerse hasta fin de a?o, supondr¨ªa un "egreso adicional" de 100 millones de d¨®lares. Y 100 millones ahora son un mundo.
"Las cosas est¨¢n peor que nunca", dice un empresario extranjero que comercia con Cuba desde hace a?os. Como muchos de sus colegas, se queja de que tiene inmovilizados cientos de miles de d¨®lares en su cuenta bancaria de Cuba. "Desde enero no puedo transferir un d¨®lar. No hay dinero", dice. El lamento cada vez se extiende m¨¢s y ya empieza a tener consecuencias. "Algunos empresarios han comenzado a limitar el env¨ªo de suministros en tanto no puedan repatriar sus ganancias", dice un diplom¨¢tico.
"Es imposible mantener una econom¨ªa en la que las importaciones cuadriplican las exportaciones, como ocurri¨® en los primeros cuatro meses del a?o", asegura un economista cubano, citando datos publicados por el diario Granma. El ministro de Econom¨ªa, Marino Murillo, rebaj¨® recientemente las expectativas de crecimiento de la econom¨ªa cubana en 2009 del 6% al 2,5%. Pero economistas independientes afirman que el crecimiento puede ser inferior o incluso que el PIB puede decrecer.
La reforma salarial, que deb¨ªa eliminar los topes a lo que los cubanos pueden ganar, ha sucumbido al "burocratismo" y no ha logrado su objetivo de "estimular la eficiencia". La prensa lo admite, y tambi¨¦n que en los ¨²ltimos cuatro a?os 135.000 cubanos emigraron del pa¨ªs. Mientras se habla de realizar "reajustes inevitables" en la econom¨ªa, el malestar de la gente crece y eso preocupa a las autoridades, m¨¢s en verano, cuando en el Caribe todo hierve.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.