A La Mina le llega el turno
173 millones de euros en ocho a?os empiezan a dejar atr¨¢s la imagen de barrio marginal
Despu¨¦s de invertir 173 millones de euros en ocho a?os, La Mina (Sant Adri¨¤ de Bes¨°s) ha conseguido transformar su tradicional fisonom¨ªa y comienza a dejar atr¨¢s el estigma de barrio marginal y habitual de las cr¨®nicas de sucesos que le acompa?¨® durante a?os. Ayer inaugur¨® dos equipamientos clave: un polideportivo de 3.700 metros cuadrados y un centro cultural de m¨¢s de 3.000 que alberga la primera biblioteca que ha tenido el barrio. Este ¨²ltimo espacio, Font de La Mina, est¨¢ llamado a convertirse en uno de los dinamizadores sociales de la zona. El Ayuntamiento prev¨¦ que albergue tambi¨¦n la futura Televisi¨® del Bes¨°s, el Servei d'Estimulaci¨® Infantil y cursos para los vecinos. Conf¨ªa en que, sumado a otros planes que pone en marcha, ayude a combatir el absentismo escolar en el barrio, del 30% en primaria y del 70% en secundaria.
Una biblioteca y un polideportivo, proyectos clave de esta transformaci¨®n
En los ¨²ltimos 30 a?os, La Mina ha visto como el tren de las inversiones y las reformas pasaba de largo por el barrio. As¨ª sucedi¨® en 1992 con los Juegos Ol¨ªmpicos y en 2004 con el vecino F¨®rum. Ahora, la transformaci¨®n de sus calles es evidente. El origen del cambio hay que buscarlo en 2000, cuando arranc¨® el Consorcio de La Mina -ayuntamientos de Sant Adri¨¤ y de Barcelona, Diputaci¨®n y Generalitat-, con el objetivo de coordinar la transformaci¨®n del barrio urban¨ªstica y social, con 173 millones. En nueve a?os, La Mina ha ganado equipamientos: la comisar¨ªa de los Mossos d'Esquadra (2003), el centro de educaci¨®n infantil y primaria (2004), el instituto de secundaria (2005) y la rambla (2008) que vertebra la zona y une la avenida de Crist¨°fol de Moura con el F¨®rum. En cierto modo, el barrio se ha preparado para recibir a futuros vecinos, pues cuenta con pasar de las 2.750 viviendas actuales a 3.500 a finales de 2010.
Los dos centros que se inauguraron ayer casi terminan de componer el mapa de la futura Mina. Actualmente se est¨¢n construyendo siete nuevas promociones de pisos de protecci¨®n oficial y se levantar¨¢ un nuevo CAP junto al que ya existe en el barrio.Los vecinos celebran los cambios. Sobre todo aquellos que pisan sus calles desde los setenta, aunque no falta quien en tono autocr¨ªtico advierte: "Si no se cuidan las cosas, no servir¨¢ de nada".
La regidora de Cultura del Ayuntamiento de Sant Adri¨¤, Ruth Soto, explic¨® que el Consistorio quiere sacarle el m¨¢ximo partido al centro, abrirlo a las numerosas asociaciones de La Mina y promover iniciativas en su interior para fomentar la lectura entre los ni?os, en la biblioteca y en casa, con sus padres. El presidente de la Generalitat, Jos¨¦ Montilla, apunt¨® que "la deuda que Barcelona y Sant Adri¨¤ ten¨ªan con La Mina se est¨¢ saldando". La reforma urban¨ªstica debe acompa?arse, a su juicio, del trabajo social, porque "la cultura es el principal pilar para que cualquier pa¨ªs pueda crecer".
Primordial, ir al cole
Solamente en el proyecto del centro cultural se han invertido 5,1 millones, cofinanciados por la Uni¨®n Europea y el Consorcio de La Mina. Albergar¨¢ la biblioteca n¨²mero 193 de la Xarxa de Biblioteques Populars, que contar¨¢ con 19.000 libros y 3.000 documentos audiovisuales, 185 t¨ªtulos de revistas y 8 de diarios en su fondo, adem¨¢s de zonas con conexi¨®n a Internet sin cable. El centro acoger¨¢ numerosas actividades. Ayer mismo se present¨®, como acto destacado de las fiestas del barrio, el libro Entre dos mundos, de Miguel ?ngel Franco, nacido en el vecino barrio del Bes¨°s.
Tambi¨¦n en el ¨¢rea de Educaci¨®n del Ayuntamiento de Sant Adri¨¤ ven la biblioteca como una nueva oportunidad de impulsar sus planes contra el absentismo escolar, que en el barrio llega al 30% en primaria y al 70% en secundaria. Principalmente se quiere actuar sobre los casos en que el absentismo no est¨¢ relacionado o justificado por una problem¨¢tica social, sino que se debe a la falta de inter¨¦s de los alumnos o, incluso, de las familias. "Hay ni?as", explica el concejal de Educaci¨®n, Gregorio Belmonte, "que dejan de ir a la escuela cuando se hacen mayores, porque han de cuidar de sus hermanos. O porque en casa creen que eso les har¨¢ apayarse. Queremos ser m¨¢s rigurosos en la detecci¨®n de cada caso". Belmonte apunta, adem¨¢s, que dentro del Plan Educativo de Entorno, la biblioteca podr¨ªa acoger actividades extraescolares dirigidas a mejorar el conocimiento del catal¨¢n, el l¨¦xico y la cohesi¨®n social entre los estudiantes.
En opini¨®n del alcalde, Jes¨²s Mar¨ªa Canga, la biblioteca ser¨¢ una apuesta de futuro clave: "La educaci¨®n es la base de la cohesi¨®n social y ha de estar al alcance de todo el mundo, tambi¨¦n de la gente pobre que durante a?os ha estado maltratada".
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