Pedrosa sigue en el desconcierto

Cuatro meses ha tenido que esperar Dani Pedrosa antes de recibir una pieza espec¨ªfica que cambiara el car¨¢cter de su Honda, y cuando al fin la ha incorporado a su moto, ha salido trasquilado y con m¨¢s dudas de las que tra¨ªa.

Atormentado por el calvario de lesiones que le impidieron entrenarse en pretemporada y que le penalizaron en las primeras carreras, el piloto espa?ol, de 22 a?os, ten¨ªa puestas sus esperanzas en el nuevo chasis que Andrea Dovizioso, su compa?ero en el equipo oficial de Honda (HRC), ya prob¨® y dio por bueno en los ensayos que se celebraron hace dos semanas en Montmel¨®. Durante los entrenamientos en Assen, Pedrosa dijo estar encantado con el nuevo esqueleto de su RC212V, y asegur¨® que, con ¨¦l, la moto ganaba "estabilidad en la frenada y en la entrada de las curvas", una maniobra vital porque define la velocidad de salida. El catal¨¢n aprovech¨® la rueda de Rossi para conseguir la segunda plaza de la parrilla de salida. Las perspectivas para la carrera eran buenas, aunque Pedrosa era consciente de que pelear por la victoria con las Yamaha de Rossi y Lorenzo iba a ser casi imposible.

Pero todo se fue al garete en la quinta vuelta, cuando rod¨® por el suelo. "Ha sido muy extra?o. He perdido la moto sin que haya podido hacer nada. No me ha dado ning¨²n aviso", dijo el tricampe¨®n del mundo. La prueba que demuestra que el nuevo chasis no est¨¢ listo tom¨® cuerpo seis vueltas despu¨¦s del accidente del espa?ol, cuando Dovizioso se cay¨® en el mismo punto que su compa?ero y en id¨¦nticas circunstancias.

Pedrosa ya no sabe qu¨¦ hacer para que la f¨¢brica siga el camino que ¨¦l marca como piloto n¨²mero uno. Es evidente que el Mundial ya no est¨¢ a su alcance porque Rossi, el l¨ªder, tiene casi el doble de puntos que ¨¦l (131 frente a 67). Hace una semana, Shuhei Nakamoto, vicepresidente de HRC, reconoci¨® que si el espa?ol a¨²n no ha ganado el t¨ªtulo era porque Honda no le hab¨ªa dado una moto ganadora, y que "cuando se la demos, ganar¨¢". Ocurre que, hist¨®ricamente, los ingenieros de la marca de Tokio ofrecen las soluciones que ellos consideran mejores seg¨²n las peticiones del piloto, no las solicitudes de ¨¦ste en s¨ª mismas. Seg¨²n este c¨®digo de conducta tiene sentido que Rossi decidiera dejarles colgados, en 2003, cansado de que los dirigentes destacaran la importancia de sus ingenieros por encima de sus cualidades.