Esta puede ser su historia

Narrativa. La admirable y, por el momento, inagotable fertilidad creativa de Joyce Carol Oates nos ofrece en esta ocasi¨®n una indagaci¨®n sobre una figura que, en otra pluma, tal vez no hubiera sorteado, como lo hace ella, el abuso del lugar com¨²n, el sentimentalismo o el melodrama. Mam¨¢, no obstante, es demasiado extensa, y por ello incurre, irremediablemente, en alguna de estas deficiencias, aunque en una escala, por fortuna, casi imperceptible.

Nikki Eaton, la narradora, afronta con estupor los cambios producidos en su vida a ra¨ªz de la p¨¦rdida de su madre. Al no tratarse de una muerte natural, el efecto desestabilizador es fort¨ªsimo y la lleva a una radical experiencia sobre el valor del bien, la moralidad imperante y su elecci¨®n vital al margen de la familia. El vac¨ªo de la madre opera como una instancia de reconstrucci¨®n de su personalidad. Y la novela se encarga, justamente, de llenar ese vac¨ªo. "?sta es la historia de cu¨¢nto echo en falta a mi madre", dice en la primera p¨¢gina, y concluye, aprestando al lector a predecir su propia dolencia: "Alg¨²n d¨ªa, de una forma ¨²nica, ser¨¢ tambi¨¦n tu historia".

En realidad esta novela es menos una historia que la exposici¨®n del pesar de una hija hacia su madre, a quien trat¨® poco y mal en vida y que se le muestra, despu¨¦s de muerta, en una dimensi¨®n m¨¢s compleja y a veces enigm¨¢tica. Un descubrimiento que se va revelando, a lo largo de un a?o, en paralelo al duelo, a causa de las circunstancias dram¨¢ticas de la muerte.

Sin pretenderlo, Nikki Eaton toma contacto con numerosas personas que le brindan una visi¨®n imprevista de su madre, lo que supone para la narradora el acceso a un conocimiento que modificar¨¢ su concepci¨®n existencial y cambiar¨¢ su vida amorosa. Y, como es habitual en Oates, el desfile de personajes de distintos rangos profesionales conforma un perspicaz panorama de la clase media norteamericana.