El caso Wagner
Lo que Nietzsche llam¨® "el caso Wagner" sigue dando de s¨ª siglo y cuarto despu¨¦s de la muerte del protagonista. El ¨²ltimo libro aparecido en Espa?a sobre el m¨²sico -publicado por Turner y con excelente traducci¨®n de Miguel Mart¨ªnez Lage- es El clan Wagner, de Jonathan Carr (1942-2008), un experto en el autor de Trist¨¢n e Isolda y en la historia de la Alemania del ¨²ltimo siglo, cronista adem¨¢s en The Financial Times. Carr pose¨ªa -como lo demostr¨® antes en su The Real Mahler (Constable and Robinson, 1999)- esa condici¨®n tan de los ingleses que escriben biograf¨ªas que consiste en saber contar las cosas con fidelidad a los hechos, documentaci¨®n exhaustiva y sentido de la narraci¨®n. Por el libro pasa una vida y sus consecuencias, entre ellas el uso de sus ideas -las de alguien que no daba puntada sin hilo, cayera quien cayera- una vez muerto con la aquiescencia de la familia que hereda su legado y lo mantiene, con honrosas excepciones, a trav¨¦s de actitudes que incluyen el silencio interesado y la mixtificaci¨®n. Ah¨ª est¨¢, Cosima, la mujer del m¨²sico, m¨¢s antisemita a¨²n que su marido y que se permiti¨® la canallada hist¨®rica de quemar las cartas de Nietzsche a Wagner, pues el fil¨®sofo se hab¨ªa separado de la senda que debiera seguir, como un cordero, todo el que aspirara a la gloria que procuraba la sombra del maestro. Por cierto, no hay traducci¨®n espa?ola de los diarios de Cosima -que no se publicar¨ªan hasta 1976 por Piper- ni de la biograf¨ªa de su hija Winifred que escribiera Brigitte Hamann -tambi¨¦n en Piper con versi¨®n inglesa en Granta- en 2002 con el t¨ªtulo de Winifried Wagner oder Hitlers Bayreuth. El libro de Carr ilumina el legado wagneriano desde la evidencia de unos escritos, unas actitudes y unos hechos que consolidan lo ingrato de la persona y lo repugnante de su uso p¨®stumo y, al mismo tiempo, nos hace pensar, inevitablemente, en el poder del arte como ente que se quiere aut¨®nomo. La imagen de Hitler entronizado en Bayreuth o la contumacia de Winifred Wagner -disc¨ªpula nada sutil de su cu?ado Howard Stewart Chamberlain- en considerar a aqu¨¦l una buena persona superada por su entorno, la ausencia de autocr¨ªtica por parte de la familia -salvo los marginados: la nieta Friedelind y el bisnieto Gottfried, a quienes, en diferentes ¨¦pocas, los wagnerianos de pro pusieron verdes por atentar contra la eterna y olvidadiza tranquilidad de la colina sagrada-, son parte del marco sombr¨ªo de una m¨²sica sin par. La aparici¨®n de El clan Wagner entre nosotros ha coincidido con las representaciones de El anillo del nibelungo completo en la ya hist¨®rica, absolutamente prodigiosa puesta en escena de La Fura dels Baus en el Palau de les Arts de Valencia. El genio wagneriano anidaba en un ego¨ªsmo patol¨®gico. Su m¨²sica sigue mostrando la grandeza del ser humano. Revisar su vida es aceptar que la belleza puede surgir, tambi¨¦n, de lo peor de nosotros mismos.
El clan Wagner
Jonathan Carr.
Traducci¨®n de Miguel Mart¨ªnez Lage.
Turner. Madrid, 2009.
528 p¨¢ginas. 32 euros.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.