"Eleg¨ª la m¨²sica, luego la historia y despu¨¦s los tragos"
No es aconsejable beberse seguidos los 26 c¨®cteles que encabezan los cap¨ªtulos de esta divertida novela. No llegar¨ªan al final y vale la pena. Trago amargo (Roca Editorial), de F. G. Haghenbeck, un mexicano de origen alem¨¢n que responde por Francisco, es una mezcla de ficci¨®n y realidad tan lograda que al final ya no se sabe qu¨¦ es verdad y qu¨¦ es mentira.
John Huston decide rodar La noche de la iguana en la playa de Mismaloya, en Puerto Vallarta (M¨¦xico), y all¨ª llega con su troupe: Richard Burton, que se pasa el d¨ªa haciendo gasto en la barra del bar; Elizabeth Taylor reci¨¦n separada de Eddie Fisher; Ava Gardner, Deborah Kerr, el Indio Fern¨¢ndez... Polic¨ªas corruptos, como el sargento Quintero; el abogado de los bajo fondos Bernab¨¦ Jurado, m¨¢s conocido como abog¨¢nster; y un personaje entra?able, Billie Joe, que aparece y desaparece. "Casi todos los personajes son reales", dice el director.
Los actores se odian. Huston les regala pistolas de oro con balas de plata por si quieren matar entre s¨ª, y alguna de esas balas se escapar¨¢. A Hollywood no le gusta tener tratos con la polic¨ªa y mucho menos con la mexicana. Por eso el productor contrata a Sunny Pascual, que se autodefine as¨ª: "S¨®lo soy un sabueso beatnik de nombre Sunny Pascual. Mitad en todo: mitad mexicano, mitad gringo; mitad alcoh¨®lico, mitad surfer;? mitad vivo, mitad muerto".
Sunny es amoral y sarc¨¢stico y Haghenbeck explica que estas caracter¨ªsticas proceden del c¨®mic, al que ha dedicado buena parte de su vida. El lenguaje, ¨¢gil, con la mezcla de idiomas, es uno de los aciertos de la novela. "El personaje", dice, "tiene poco que ver con ¨¦l, al menos tal como es en la actualidad, ahora que es padre y se ha vuelto un hombre serio". El escritor cuenta que su padre "fue librero" y, como "rebeld¨ªa", se neg¨® a leer libros. Hasta los 25 a?os. Entonces ley¨® todo Raymond Chandler y se empap¨® del detective Belascoar¨¢n, de Paco Ignacio Taibo II. De esos modelos tan distintos surge Sunny Pascal.
Lo que se ve en la novela es mucha acci¨®n, alcohol y drogas. Lo que aparece por detr¨¢s es bastante corrupci¨®n. Al productor del filme le apoyan "ciertos grupos". La mafia ya no es como la que aparece en las pel¨ªculas, ahora son altos ejecutivos de Hollywood. Adem¨¢s, hay una especulaci¨®n inmobiliaria para convertir la playa de Mismaloya en un enclave de lujo.
La estructura es original y atractiva. Abre cada cap¨ªtulo la receta de un c¨®ctel, su historia e incluso la m¨²sica que mejor combina con la bebida. Por ejemplo, lo que m¨¢s le va al Martini seco es Witchcraft de Frank Sinatra; al Cuba Libre, Compay Segundo; al Gimlet, Call me irresponsible de Wayne Newton... "Me fascina la m¨²sica de los sesenta, se pod¨ªa beber con ella, hablar con ella. Ahora ya no". "?C¨®mo organic¨¦ la novela? Primero eleg¨ª la m¨²sica, la escuchaba continuamente mientras escrib¨ªa. Luego, la historia y por ¨²ltimo los tragos".
De la lectura de Trago amargo se desprende cierta tirria hacia Hollywood. Haghenbeck cuenta c¨®mo en cierta ocasi¨®n quisieron comprarle los derechos de un c¨®mic, pero empezaron a cambiar y a?adir tantas cosas que no qued¨® nada del original. "Destrozaron mi historia. Tienen mucho dinero pero a pesar de ello el 99% de las pel¨ªculas que hacen son malas, aunque el 1% es excelente".Abre cada cap¨ªtulo de su novela 'Trago amargo' con la receta de un c¨®ctel
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