??ltimas noticias!
Desconozco de d¨®nde viene la costumbre de comportarse con especial amabilidad cuando uno se despide de los dem¨¢s por una temporada, quiz¨¢ sea simplemente para no molestar al pr¨®jimo m¨¢s de lo necesario y para que todos podamos disfrutar de unas vacaciones tranquilas y merecidas. Sea por lo que sea, la verdad es que no apetece marcharse zarandeando al mundo por las solapas y menos con los calores que tenemos. En realidad podemos irnos tranquilos porque es cierto que no pasa nada extraordinario, a pesar de las constantes noticias que nos bombardean desde hace meses. Dec¨ªa un viejo escritor europeo que no le¨ªa los peri¨®dicos para no enterarse de que la "¨²ltima noticia" era algo que llevaba milenios sucediendo. Y as¨ª es, como f¨¢cilmente se puede comprobar.
La corrupci¨®n financiera, pol¨ªtica o institucional, ha consumido durante este a?o buena parte de nuestras energ¨ªas y casi toda nuestra capacidad de asombro y de irritaci¨®n. Sin embargo, es un tema que aparece una y otra vez desde hace a?os, mejor siglos, y todo sigue su curso con normalidad. No digo que haya que resignarse, por supuesto que no, pero tampoco es el fin del mundo. Es m¨¢s, ahora que est¨¢ tan de moda eso de la media, no creo que estemos muy por encima ni por debajo de lo que viene ocurriendo desde que se escribi¨® aquello de los vicios privados y los beneficios p¨²blicos. Mucho desprecio, control riguroso y poco m¨¢s.
En cuanto a los errores del sistema de salud, ?qu¨¦ nos puede alarmar que no sepamos todos? Sin duda hay que mejorarlo y, desde luego, hacerlo m¨¢s eficaz. Pero tambi¨¦n estamos convencidos de que, si malo es estar enfermo, curarse tiene sus riesgos. Casi todos nosotros somos supervivientes, en el mejor de los casos, del sistema de salud. Quiz¨¢ la novedad ahora es que empleamos demasiados tubos, muchas m¨¢quinas y excesiva ingenier¨ªa, facilitando as¨ª el error humano y el accidente laboral. Pero es igual, porque antiguamente las pociones y los ung¨¹entos tambi¨¦n hac¨ªan su contribuci¨®n a los ¨ªndices de mortalidad y eso no fren¨® en absoluto el progreso insoportable de la medicina. Seamos sinceros, todos confiamos seriamente en el sistema de salud, por eso nos molestan tanto los fracasos ocasionales.
La gripe, desde luego, no es noticia, como tampoco lo son las epidemias o las diversas modalidades de peste. Son tan antiguas y machaconas que lo sabemos casi todo de ellas, menos c¨®mo evitar que aparezcan de vez en cuando. Si ser¨¢n conocidas que hasta se han convertido en fuente de inspiraci¨®n para el arte y la literatura, desde el Decamer¨®n renacentista hasta El ¨²ltimo hombre de Mary Shelley, su otro Frankenstein, o La peste de Camus, por no hablar de pel¨ªculas cl¨¢sicas como P¨¢nico en las calles, de Elia Kazan, y otras muchas modernas aunque m¨¢s apestosas. Total, nada nuevo, podemos enterarnos perfectamente c¨®mo hay que comportarse ante esas circunstancias, quiz¨¢ encerr¨¢ndonos diez d¨ªas en casa o en un pueblo y contando cuentos entre nosotros, sin Internet, televisi¨®n o peri¨®dicos, m¨¢s que nada para no romper el encanto.
Dejemos trajes y bolsos en un armario, siempre queda uno escondido en alguna parte, porque ahora necesitamos ropa de verano, m¨¢s ligera, fresca y ventilada, que ya habr¨¢ tiempo de abrigarse m¨¢s adelante. En definitiva, que podemos irnos de vacaciones con tranquilidad, sin temor o desconfianza hacia septiembre puesto que no hay grandes noticias alarmantes, ni tampoco se esperan, porque lo que hay, viene ocurriendo desde hace mucho tiempo.
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