M¨¢s aspirantes, ning¨²n campe¨®n
Diez a?os despu¨¦s de ganar el ¨²ltimo 'grande' y de la irrupci¨®n de Sergio Garc¨ªa, el golf espa?ol necesita el espaldarazo de un gran triunfo para codearse con los ¨¦xitos de otros deportes
Por si no lo hab¨ªa o¨ªdo ya bastante, a Sergio Garc¨ªa se lo recordaron la v¨ªspera del Open. "Espa?a ha ganado con Pau Gasol el anillo de la NBA, Nadal ha sido n¨²mero uno del mundo, Espa?a gana la Eurocopa, el Bar?a conquista el triplete -"Pero el Madrid est¨¢ haciendo grandes fichajes, ?eh?", interrumpi¨® el castellonense-, Fernando Alonso, las motos... ?Siente presi¨®n por conseguir un gran ¨¦xito para el golf espa?ol?". El Ni?o, ya curtido en despejar balones, respondi¨®: "?Presi¨®n? No, es una motivaci¨®n". Pero ni el acicate por unirse a la lista de oro, ni su buen juego de los dos primeros d¨ªas de este Open, ni su nuevo positivismo evitaron que el s¨¢bado, cuando se juegan las habichuelas los golfistas, diera un paso al frente. Sergio y Jim¨¦nez recularon y dejaron el palmar¨¦s espa?ol de grandes tal cual est¨¢: tres Opens (1979, 1984 y 1988) y dos Masters (1980 y 1983) de Ballesteros y dos Masters (1994 y 1999) de Olaz¨¢bal.
"Tenemos siete 'majors'; en Suecia y Francia, ninguno", afirma Casta?o
"Con Sergio se ha sido tremendamente injusto al pedirle tanto", dice Quir¨®s
Diez a?os despu¨¦s del ¨²ltimo triunfo del vasco, diez a?os despu¨¦s tambi¨¦n de que Sergio irrumpiera ante el mundo en aquel apretado duelo en el Campeonato de la PGA de 1999 contra Tiger Woods, el golf espa?ol sigue sin un grande que echarse a la boca, la guinda necesaria para dar el espaldarazo definitivo a un deporte que pese a todo ha pegado un estir¨®n. Cuatro jugadores espa?oles se encuentran entre los 50 primeros del mundo (Sergio es el 5?; ?lvaro Quir¨®s, el 36?; Casta?o, el 40?, y Jim¨¦nez, el 42?, antes del Open) y la cantera pega fuerte, forjada en las universidades estadounidenses. Jorge Campillo ya compite como profesional despu¨¦s de ser uno de los mejores amateurs del mundo, y Carlota Ciganda y Azahara Mu?oz, entre otras, aceleran hacia la ¨¦lite. En los ¨²ltimos siete a?os, 12 golfistas espa?oles diferentes han ganado 33 t¨ªtulos en el circuito europeo y americano.
El golf, pues, ha madurado como otros deportes, pero sigue lejos de las portadas y la televisi¨®n p¨²blica se olvida de ¨¦l porque no hay un gran t¨ªtulo que vender. ?Qu¨¦ falta entonces? "Nada, una pizca de suerte en el momento oportuno y cuadrar una buena semana", explica Gonzalo Fern¨¢ndez-Casta?o. "El golf espa?ol tiene una salud extraordinaria. Cada a?o hay m¨¢s jugadores en el circuito, logramos t¨ªtulos en profesional y en amateur, en chicos y chicas... Pero ganar un major es muy complicado porque s¨®lo se juegan cuatro al a?o y hay mucha competencia. Nadal nos tiene muy mal acostumbrados, gana como quien barre. Cuando Sergio gane el primero, ganar¨¢ muchos m¨¢s. Le pasar¨¢ como a Mickelson, al que le cost¨® romper. A Jim¨¦nez le quedan dos a?os buenos de intentarlo. Y por detr¨¢s venimos muchos. En Espa?a hay 350.000 golfistas federados y tenemos siete majors entre Seve y Olaz¨¢bal; en Suecia y en Francia hay 700.000 y no tienen ninguno", razona el madrile?o.
"Si supiera lo que falta, ya lo habr¨ªa hecho. No es f¨¢cil. Hay que tener paciencia y el triunfo en un grande llegar¨¢, no lo dudo", cuenta Sergio Garc¨ªa, el jugador sobre el que est¨¢n todos los ojos. Tiene juego y talento, y ha tenido oportunidades de dar el salto. En 44 grandes -no falla a ninguna cita desde el 2000-, ha sido tres veces segundo: en los Campeonatos de la PGA de 1999 y 2008 y en el Open de 2007. "Espa?a tiene grandes jugadores. Seguro que tendr¨¢ pronto m¨¢s oportunidades de ganar un grande con Sergio, y creo que tambi¨¦n Quir¨®s optar¨¢ a un major", vaticina el colombiano Camilo Villegas. "A Sergio, aunque mucha gente lo diga, le ha faltado suerte", analiza Pep¨ªn Rivero, el entrenador de Quir¨®s; "Harrington ha ganado tres grandes en dos a?os, y ni uno es tan bueno ni otro tan malo. Diez a?os no son tantos".
Sergio ha perdido el terreno que ten¨ªa ganado respecto a otras figuras en 1999. Entonces, El Ni?o era la gran esperanza contra el imperio de Woods, que ahora tiene ya 14 grandes por ninguno del espa?ol. Hoy, Sergio ha perdido foco ante deportistas de su misma generaci¨®n (Pau Gasol tambi¨¦n naci¨® en 1980) y m¨¢s j¨®venes (Lorenzo, Pedrosa, Nadal). "Su mala suerte ha sido coincidir con Tiger. Woods ha ayudado mucho, ha estimulado a los j¨®venes, pero tambi¨¦n se lo ha puesto muy dif¨ªcil para que puedan ganar algo", cuenta Pep¨ªn Rivero. "A cualquier joven que sale y despunta un poco lo comparan con Woods", apunta Villegas. Gonzalo a?ade: "Cuando ¨¦l empez¨®, parec¨ªa el revulsivo, el anti Tiger, pero Woods es de los mejores deportistas, no s¨®lo golfistas, de la historia".
Las comparaciones con El Tigre se terminaron hace mucho, al menos sobre el verde. En su primer Masters juntos, en 1999, Sergio era un jovencito descarado que incluso consigui¨® que el serio Tiger hiciera la ola. Ten¨ªa 19 a?os y parte del p¨²blico estadounidense lleg¨® a ponerse de su lado en el duelo con Woods. Parec¨ªa que iba a comerse el mundo. "A Sergio siempre se le ha presentado como el arquetipo contrario a Woods", dice Quir¨®s; "uno de Nike, otro de Adidas, uno negro, otro blanco... Se ha montado mucha parafernalia en torno a ellos y con Sergio se ha sido tremendamente injusto al pedirle tanto. Ha sido el n¨²mero dos del mundo durante mucho tiempo, n¨²mero tres, y top ten desde que tengo uso de raz¨®n. Estar tanto tiempo arriba tiene tanto m¨¦rito como ganar un grande".
Sus problemas con el putt y su falta de concentraci¨®n en los momentos decisivos han sepultado las opciones del Ni?o de hacerse mayor. "Tiene el talento", analiza Woods, "as¨ª que necesita tiempo". La espera es larga.
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