SEXO ASTRAL
Si hay que pensar en la emigraci¨®n planetaria de los habitantes de la Tierra hay que calcular todos los detalles. Algunos problemas tienen mucha literatura cient¨ªfica encima, como, por ejemplo, el tiempo que exigir¨ªa viajar a rincones amigables del universo, un tiempo superior a nuestra propia existencia como individuos.
Pero otros asuntos han estado menos tratados siendo de similar importancia. El canal Historia ha planteado en un documental el tema del sexo en el espacio. Desde luego, ser¨ªa un atraso que la colonizaci¨®n gal¨¢ctica s¨®lo estuviera abierta a los c¨¦libes.
La pieza tuvo enunciados altamente curiosos. El primer animal apareado en el espacio fue un pez, en 1994. Los mam¨ªferos tenemos m¨¢s dificultades t¨¦cnicas, a pesar de que la gravedad cero provoca un efecto viagra...
?Por qu¨¦ el sexo astral no parece estar en la agenda de investigaciones de la NASA? Para solventar la coyunda espacial, un cient¨ªfico apost¨® por la t¨¦cnica que llam¨® de los tres delfines. Es decir, un tercer samaritano sosteniendo la pareja. Un remedio que puede inducir a simp¨¢ticas escenas no previstas en el reglamento. Otro investigador present¨® un t¨²nel desplegable y acolchado para facilitar la aproximaci¨®n de, en este caso, la pareja.
En este punto, la mayor¨ªa parec¨ªa delegar en la naciente industria del turismo espacial el suministro de una soluci¨®n aceptable. De hecho, el programa di¨® muchos minutos, demasiados, a una dama empe?ada en demostrar la utilidad de su invento: un traje biplaza.
La conmemoraci¨®n de los 40 a?os del primer alunizaje de nuestra especie que hizo Informe semanal (TVE) fue m¨¢s can¨®nica en el temario.
Comentaron, por ejemplo, que un aliciente para regresar e instalarse en la Luna es la existencia de helio 3 y su futuro empleo como combustible. Un asunto que puede exportar al dormido sat¨¦lite nuestras terribles tensiones geopol¨ªticas.
Con todo, la mejor manera de celebrar este cumplea?os sigue siendo repasar 2001, una odisea en el espacio. Un filme cuarent¨®n, magn¨ªfico, cuya est¨¦tica y misterio no caduca.
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