Milagros del desencanto

Narrativa. Un matrimonio ya no tan joven vive, el uno a espaldas del otro, en un piso destartalado de un an¨®nimo suburbio de Mosc¨². No se dan pormenores, apenas se esboza el aspecto de los dos, su ocupaci¨®n, su entorno. Pero con el desnudo, apagado tono narrativo se perfila el ambiente a la perfecci¨®n. La Rusia de Alex¨¦i Varl¨¢mov es un callej¨®n sin salida para esta pareja sin nombre, un sometimiento incuestionable a la dureza de la vida y del mismo modo que en la existencia de estas dos personas no cabe la belleza, el relato no admite florituras. Es oto?o al principio de esta novela corta, oscuridad y fr¨ªo acompa?an los d¨ªas angustiosos de una mujer y un hombre, y al final un tibio sol de febrero saluda al tercer personaje de esta historia desesperada y dulce.

Alex¨¦i Varl¨¢mov, una de las revelaciones de la joven narrativa rusa cuando public¨® en 1995 esta su primera novela, tuvo la audacia de relatar la peripecia de un embarazo con parto prematuro. Y la audacia consist¨ªa tal vez menos en la elecci¨®n de la tem¨¢tica y del enfoque -la mitad de los cap¨ªtulos alternos se centra en las percepciones corporales y estados ps¨ªquicos de la mujer- que en el tratamiento emotivo que le da y que no descarta lo sentimental. Sin duda, el discreto intimismo y la confiada llaneza ubican El nacimiento en los ant¨ªpodas de los mitos machos de Vlad¨ªmir Sorokin o de las espectaculares par¨¢bolas de ciencia-ficci¨®n de V¨ªktor Pelevin. Varl¨¢mov logra transmitir la dimensi¨®n trascendental de un hecho perfectamente conocido y com¨²n. Precisamente porque estas dos personas interiormente secas ya no esperan nada de la vida, resignados como est¨¢n a sus 35 a?os a terminar sus d¨ªas vegetando en un pa¨ªs sin posibilidades ni esperanza, se produce con el inesperado embarazo una asombrosa eclosi¨®n afectiva. Asombroso tambi¨¦n el arte narrativo de Varl¨¢mov, equilibrado, emocionante, veraz.