La justicia obliga a Reino Unido a aclarar si se puede ayudar al suicidio
Debbie Purdy gana contra pron¨®stico el derecho a saber si su marido puede facilitar su muerte en Suiza - 115 brit¨¢nicos han viajado para quitarse la vida
Cinco jueces lores, actuando en sus funciones de ¨²ltima instancia judicial de Reino Unido, dieron ayer la raz¨®n a Debbie Purdy, de 46 a?os, en su exigencia de que el Gobierno ha de clarificar si su marido, el m¨²sico cubano Omar Puente, ser¨¢ o no procesado si, llegado el momento, la ayuda a desplazarse a Suiza para quitarse la vida en la cl¨ªnica Dignitas. Debbie sufre esclerosis m¨²ltiple y, aunque ya no puede caminar, su vida puede prolongarse a¨²n muchos a?os. Pero sostiene que si no sabe si su marido puede ayudarla cuando llegue el momento, se ver¨¢ obligada a suicidarse cuando a¨²n est¨¦ en condiciones de valerse por s¨ª misma para viajar a Suiza.
La sentencia ha constituido una inesperada victoria para esta mujer de fuerte car¨¢cter y verbo f¨¢cil. Y constituye un argumento de primer orden para quienes defienden que Reino Unido ha de modificar de forma radical la actual ley que regula el suicidio asistido y que data de 1961. Pero el primer ministro, Gordon Brown, un hombre tan profundamente religioso como su antecesor, el tambi¨¦n laborista Tony Blair, ya anunci¨® ayer que se opone a la legalizaci¨®n del suicidio asistido.
La indefinici¨®n viola la Convenci¨®n de Derechos Humanos, seg¨²n los jueces Purdy: "Me siento como si hubieran suspendido mi ejecuci¨®n"
Seg¨²n el diario The Guardian, lord Joffe, conocido por sus campa?as en defensa del suicidio asistido, piensa proponer una nueva ley el a?o que viene. Joffe ya fue derrotado en 2006 en un primer intento por cambiar la legislaci¨®n en esta materia.
Lo que ha conseguido Debbie Purdy es obligar al Gobierno a clarificar la actual legislaci¨®n. Se sabe que al menos 115 brit¨¢nicos se han suicidado en la cl¨ªnica Dignitas desde 2002. Y, en teor¨ªa, las personas que les ayudaron a llegar hasta la cl¨ªnica pueden ser procesadas y condenadas a 14 a?os de c¨¢rcel. Pero, a pesar de que ha habido numerosas investigaciones policiales, nadie ha sido condenado.
El ¨²ltimo caso sonado ha sido el del director de orquesta sir Edgard Downes, de 85 a?os, y su esposa Joan, de 74, que se suicidaron en Dignitas a principios de este mes en presencia de sus hijos Caractacus, de 41 a?os, y Boudicca, de 39. El a?o pasado, la fiscal¨ªa renunci¨® a procesar a los familiares del jugador de rugby de 23 a?os Daniel James. Aunque hab¨ªa pruebas suficientes para condenarles, el jefe de la fiscal¨ªa, Keir Starmer, concluy¨® que su procesamiento no era del inter¨¦s p¨²blico.
Starmer anunci¨® ayer que en septiembre modificar¨¢ de forma provisional la actual legislaci¨®n y que la pr¨®xima primavera, tras una consulta p¨²blica, habr¨¢ legislaci¨®n definitiva. En su sentencia, los jueces lores concluyen de forma un¨¢nime que la actual indefinici¨®n de la ley constituye una violaci¨®n del art¨ªculo 8 de la Convenci¨®n Europea de Derechos Humanos que regula el derecho a la vida privada y en familia.
En dos sentencias anteriores, el Tribunal Superior y el Tribunal de Apelaci¨®n concluyeron que no pod¨ªan entrar a examinar el fondo del asunto planteado por Debbie Purdy y que era el Parlamento, no el poder judicial, quien ten¨ªa que clarificar si su marido pod¨ªa o no ser procesado si la ayudaba a suicidarse.
Los jueces lores van mucho m¨¢s all¨¢ al considerar que la actual situaci¨®n de indefinici¨®n -la ley dice una cosa pero en la pr¨¢ctica ocurre otra- es ilegal.
Debbie acogi¨® ayer con euforia la sentencia de los jueces lores. "Estoy encantada. Me siento como si hubieran suspendido mi ejecuci¨®n", declar¨®. "Quiero vivir plenamente pero no quiero sufrir m¨¢s de lo necesario cuando se acerque el final de mi vida", explic¨®. "Esta decisi¨®n supone que puedo hacer una elecci¨®n reflexionada, con Omar, sobre si ¨¦l viaja al extranjero conmigo para acabar mi vida porque sabremos exactamente a qu¨¦ se expone", a?adi¨®.
Debbie siempre ha dicho que se siente llena de vida, que no cree que el suicidio est¨¦ cerca, pero que no quiere arriesgarse a que su marido acabe en la c¨¢rcel por ayudarla y que, si es necesario, adelantar¨ªa la fecha de su muerte para no involucrar a Omar.
"Es una victoria completa", declar¨® Saimo Chahal, de la firma de abogados Bindmans que han llevado el caso de Purdy. "Siempre supe que tendr¨ªamos que llegar a la C¨¢mara de los Lores para conseguir una sentencia razonada y considerada".
Los jueces lores han publicado numerosas sentencias llamativas en aplicaci¨®n del art¨ªculo octavo de la normativa europea de derechos humanos. La semana pasada sentenciaron que los enfermos mentales pod¨ªan considerar que el hospital en el que est¨¢n encerrados es su casa y por lo tanto pod¨ªan fumar, aunque la sentencia no llega a consagrar el derecho mismo a fumar sino el derecho a que la ley sobre la prohibici¨®n de fumar se aplique en el hospital como se aplicar¨ªa en su casa.
Una mujer activa
- En 1995, Debbie Purdi (Bradford, 1963) fue diagnosticada de esclerosis m¨²ltiple. Era una mujer activa. Hab¨ªa trabajado en Singapur, Jap¨®n, Hong Kong, Noruega y EE UU como periodista musical o bailarina.
- En 2001 vuelve a Reino Unido por su enfermedad. Empieza a usar una silla de ruedas y necesita ayuda para muchas cosas. Se ve obligada a tomar calmantes diarios. Comienza a pensar en el suicidio asistido.
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